LAS COSAS YA NO SON IGUALES


Por Toscano:

Nuestros pasos ya no son los mismos, no están cansados, suenan mas vigorosos, más precisos, nos han conducido de manera incierta hasta la plancha del zócalo capitalino, nos han mantenido quietos y expectantes entre millones de pasos más, nos han llevado y regresado una y otra vez y quien sabe cuantas veces mas, las que sean carajo, las que sean. Nuestros pasos siguen tras esos caminantes antidemocráticos temerosos de que venimos desde atrás persiguiéndoles sin aflojar el ritmo, haciendo saltar la lluvia estancada, apresuran su camino, dan vuelta, van más de prisa, quieren escapar, esconderse, se equivocan, nuestros pasos están adelante, atrás, por todos lados, los tenemos rodeados, no tienen a donde ir, creyeron que era fácil burlarnos y en lugar de eso, abrieron miles de veredas que nos llevan al ladito de la Catedral, donde a veces se detienen para pedirle a la virgencita que nos salve de los chingadazos y nos salve de renguear. Desde las montañas a pasitos bajan y suben, parece que algunos se apresuran, otros se detienen, a atisbar cuanto falta para el 16 o para lo que sea, los músculos ya firmes de tanto ir y venir empiezan a dar sus frutos, unos pasos con botas rancheras no cumplieron con su destino, otros se quedaron con sus lustrosas botas. Y miles, millones seguimos caminando tras la Victoria.
Ni un paso atrás.


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