jueves, agosto 16, 2007

TENDAJÓN IXTO

Las elecciones engañosas

Jaime Ornelas Delgado

Las lecciones de las elecciones

Sólo retorciendo los hechos se puede decir que los resultados electorales en Oaxaca, donde hubo un enorme abstencionismo, muestran la aceptación ciudadana del gobernador y su represivo gobierno. ¡Nada de eso! En realidad, el abstencionismo en Oaxaca, tanto como en Aguascalientes y Baja California, parece mostrar algo más grave: el agotamiento del sistema de partidos y de la democracia representativa, así como la falta de opciones que atraigan a las urnas a los ciudadanos, quienes desalentados y hastiados no encuentran interés alguno en sufragar ¿para qué?

Lo que hoy vivimos los ciudadanos es el creciente desprestigio de las instituciones electorales que solapan los fraudes y se manejan de manera absolutamente desaseada, como es el caso del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación donde se nombró como presidente a María del Carmen Alanís, amiga entrañable de Margarita Zavala, la esposa de Calderón, y activa participante en la campaña electoral de quien ilegítimamente ocupa hoy la presidencia de la República; pero los ciudadanos tampoco creen en los partidos políticos debido a la corrupción que los corroe; ni en un sistema electoral que se sustenta en un gasto excesivo, lo que resulta una burla cruel ante la creciente pobreza de la población y muestran su hartazgo de las alianzas sin principios que derivan en candidaturas de la misma catadura, de la demagogia que se generaliza, de un discurso político hueco, sin compromiso ni compromiso ideológico, lo que provoca confusión entre el electorado. Todas estas cosas, entre otras, provocan una especie de nihilismo electoral que se expresa en el alejamiento ciudadano de las urnas y cuando esta desconfianza se generaliza los riesgos de la desestabilización social se acentúan.

Doble moral

Como tal vez recuerde usted el gobernador panista de Jalisco, Emilio González Márquez, pone a todos los funcionarios de su gobierno y a los diputados de su partido a estudiar la Biblia todos los sábados bajo la guía de un sacerdote. Tratará fray Emilio que su gobierno tenga el olor a santidad que le permita ganar las indulgencias suficientes para cuando llegue el tiempo de entregar cuentas a su creador y ponga en el activo cuántas almas salvó.

Sin embargo, el sábado pasado uno de esos píos funcionarios –que se desempeña como secretario general del Congreso local– y dos diputados locales del PAN, sintiéndose influyentes al estilo del antiguo régimen tan criticado pero tan asimilado y enriquecido por los panistas, no querían saldar una cuenta y armaron tremendo escándalo ¿en dónde cree usted?, pues ni más ni menos que en un table dance de mala muerte.

Seguramente no iban los diputados y el funcionario de marras a salvar del pecado a las damas del espectáculo, sino a pasar un buen rato después de sus ejercicios espirituales que los deben dejar exhaustos, por lo que un momento de recreación no les caerá mal, pensarán bajando la vista y rezando un padre nuestro.

Para fray Emilio, quien afirma que no es tarea del gobierno distribuir condones a la ciudadanía para prevenir el Sida y exige que éste se evite mediante la abstención y la fidelidad (como la que predican pero no practican esos taiboleros diputados), el formidable zafarrancho que armaron los panistas, quienes incluso llamaron en su auxilio a la policía de Zapopan que presta acudió en apoyo de los padres conscriptos y atacó a sus rivales como si fueran altermundistas, no tienen la menor importancia: “Ese día –dijo el góber piadoso–, unos estudiamos la Biblia, otros se fueron al futbol y otros se fueron a un table dance”.

Ya ve usted como si funciona esa doble moral que consiste en predicar una cosa y hacer exactamente otras, que son absolutamente distintas a lo que se dice creer como norma de vida. Así son y así quieren que sea este país. Yo paso y resisto.

El colmo de la estulticia

Para justificar el haber cometido una gansada, jamás podrá escucharse una explicación como la que ofreció el gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, por haber gastado 42 millones de pesos en remodelar el estadio donde jugará el equipo Atlante en la ciudad de Cancún. “Con la llegada del futbol profesional a Cancún –dijo este góber estulto–, se contribuye a disminuir algunos problemas sociales, como el suicidio”, dijo sin siquiera sonrojarse.

Imaginar como gobierna este señor estremece, pero se puede comprender el por qué su gobierno ha solicitado a la Suprema Corte de Justicia que se reviertan los efectos del decreto que en 1981 declaró área natural protegida a 664 hectáreas, que hoy constituyen el Parque Nacional Tulún. El gobierno de González Canto alega, que se afectó a terceros y, asómbrese usted, que esas 664 hectáreas protegidas son demasiadas. En pocas y claras palabras: el gobernador quiere que esas tierras, que ya poseen algunos particulares, dejen de estar protegidas para desarrollar ahí proyectos impulsados por el capital nacional y extranjero a costa de la destrucción del patrimonio nacional.

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