VA RESUMEN NOTICIOSO DE LA MOVILIZACION DE AYER CON NUESTRO PRESIDENTE; MAS TARDE SUBIMOS FOTOS DE LOS CONTINGENTES POBLANOS:
■ La movilización inicia cuando presenten la iniciativa privatizadora
Aprueban plan de AMLO en defensa del petróleo
■ Impondrán mujeres cercos en aeropuertos, carreteras, Pemex y Congreso
Ampliar la imagen El “presidente legítimo” de México, Andrés Manuel López Obrador, encabezó un mitin en el Zócalo de la ciudad de México para conmemorar el 70 aniversario de la expropiación petrolera y presentar un plan de acción para defender esa industria mediante la resistencia civil pacífica Foto: Carlos Ramos Mamahua
Andrés Manuel López Obrador anunció ayer la aplicación de un plan de resistencia civil pacífica que iniciará el próximo martes 25 si ese día se presenta una iniciativa de reforma energética. La movilización incluye imponer “cercos ciudadanos” encabezados por mujeres, en aeropuertos, carreteras, instalaciones estratégicas de Petróleos Mexicanos (Pemex) y en las dos cámaras del Congreso de la Unión, e incluso “un paro nacional patriótico”.
El tabasqueño convocó a la ciudadanía “a participar en todas las movilizaciones que sean necesarias hasta conjurar la amenaza de privatización de la industria petrolera e impedir la consumación de esta desastrosa felonía”.
Ante miles de personas congregadas en el Zócalo de la ciudad de México para conmemorar el 70 aniversario de la expropiación petrolera, pidió “estar muy alertas” para que ese día, en asamblea informativa, se inicien las acciones que permitan evitar que los energéticos pasen al sector privado nacional y extranjero. “Privatización es corrupción”, definió.
El “presidente legítimo” aseveró que quien propicia los negocios turbios del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, con Pemex y es “el principal promotor de las relaciones con las empresas extranjeras vinculadas al sector energético es el señor Felipe Calderón”.
López Obrador, quien el 24 de febrero pasado reveló cómo Mouriño firmó contratos para el transporte de combustibles cuando era legislador y funcionario, resaltó que detrás de la pretensión de privatizar Pemex “está la codicia de las minorías rapaces y de funcionarios públicos; ésa es la historia de la derecha”.
Por esa razón, expuso, en lugar de buscar la entrega de la paraestatal a capitales privados, se requiere combatir la corrupción e iniciar una auditoría que permita aclarar, entre otros aspectos, la relación de Calderón con Mouriño; César Nava; el director de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub, y el subsecretario de Hacienda, Dionisio Pérez Jácome.
En una tarde en la que se hizo evidente la ausencia de líderes y legisladores de la corriente Nueva Izquierda y resaltó la presencia de Alejandro Encinas, a quien Jesusa Rodríguez presentó como el “virtual presidente” del Partido de la Revolución Democrática, López Obrador, respaldado por las dirigencias de los partidos que integran el Frente Amplio Progresista –PRD, Convergencia y del Trabajo–, sostuvo que sería gravísimo permitir la privatización del petróleo, porque el despojo dejaría latente el riesgo de una confrontación violenta.
“Además, dejaríamos de ser un país libre y soberano; se rompería el orden constitucional, se elevaría a rango supremo la corrupción; nos quedaríamos sin la posibilidad de transitar por un camino propio con un modelo de desarrollo que concilie el crecimiento con el bienestar; sería una fuente constante de fricciones, desacuerdos y conflictos”, alertó.
Por eso, dijo, es preferible actuar ahora y no permitir que la derecha termine por desestabilizar el país, cuando sus militantes son los más tenaces violadores de la Constitución y las leyes. “Nosotros no queremos la violencia, vamos a transformar a México por la vía pacífica, seguiremos actuando de manera responsable, pero con firmeza y patriotismo”, afirmó.
Explicó que se tomó la decisión de llevar a cabo un plan de resistencia civil pacífica en caso de que las cúpulas de los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional decidan “cometer esta traición a la patria”.
Refirió que se avanzó en la organización de los comités estatales para la defensa del petróleo y precisó que la movilización iniciará cuando se presente la iniciativa, mientras en las cámaras del Congreso los coordinadores parlamentarios están “atentos y dispuestos a llevar acciones al interior de los recintos del Poder Legislativo”.
Explicó que como se tiene información en el sentido de que el proyecto será enviado a alguna de las dos cámaras el martes 25, se hace necesaria la convocatoria para una asamblea informativa ese día en el Zócalo para actuar de inmediato.
López Obrador resaltó que las acciones contra la privatización del petróleo se enmarcan en la resistencia civil pacífica, por lo que pidió a sus simpatizantes que contribuyam a evitar la provocación y la violencia.
“Lo que vamos a hacer pacíficamente es noble, responsable y eficaz. Caer en la trampa de la violencia sería contraproducente, sería ayudar a nuestros adversarios. ¡Cuidado con los provocadores infiltrados del gobierno usurpador! Ellos buscarán los pretextos para el uso de la fuerza y para su campaña de desprestigio en los medios de comunicación”, advirtió.
Responsabilidad y disciplina
Pidió a quienes se inscriban para integrarse a las brigadas actuar con responsabilidad y disciplina. Anticipó que estas acciones serán cuestionadas por los medios de comunicación, “que se nos vendrán encima con sus campañas. Nos llamarán alborotadores, violentos, intransigentes, dirán que queremos que le vaya mal al país y volverán a decir que somos un peligro para México”.
Sin embargo, dijo, nadie debe preocuparse “por estas vulgares campañas”, porque quienes participen lo harán con convicción, guiados por valores y definió: “no importa que al final nos desgastemos políticamente si logramos mantener bajo el dominio de la nación nuestros recursos naturales”.
En el templete, la secretaria de Energía del “gobierno legítimo” retó a la titular de Energía, Georgina Kessel, a un debate para demostrar que no es necesaria la privatización petrolera. “Si quiere, traiga a sus técnicos españoles y gringos, que nosotros estaremos junto a los técnicos mexicanos de Pemex”, expresó.
Después, en su discurso ante miles de personas que colmaron la Plaza de la Constitución desde el asta bandera, donde se instaló el templete, hasta las calles de Madero, 16 de Septiembre, 20 de Noviembre y Pino Suárez, López Obrador sostuvo que hay tres razones fundamentales para rechazar la llamada reforma energética: la defensa de la soberanía nacional; porque sería una violación infame a la Constitución y porque detrás de la privatización está “el interés de un grupo para hacer negocios privados al amparo del poder público”.
Por ejemplo, dijo, Juan Camilo Mouriño firmó contratos en beneficio de las empresas familiares. “Este improvisado funcionario en asuntos de gobierno, que no de negocios, ha confesado que, en efecto, suscribió los contratos en cuestión, aunque de manera cínica alega que fueron éticos y legales. Lo cierto es que armó una red de complicidades con personajes que ocupan puestos claves al interior de Pemex y en otras entidades del gobierno federal”, sostuvo.
■ El fantasma de la elección perredista ronda el Zócalo
Se alistan miles para arrancar la resistencia civil el martes 25
Miles de manifestantes durante la votación para aprobar el plan de acción propuesto por Andrés Manuel López Obrador para impedir que el petróleo de la nación pase a manos de particulares Foto: José Carlo González
Es claro que nadie llegó ayer al Zócalo capitalino en busca de ser convencido o de tener más argumentos para definirse políticamente respecto del futuro del petróleo nacional. Esos miles vinieron aquí sólo a recibir línea; a ratificar compromisos y a echar de su ronco pecho el coraje que aún guardan contra quienes ocupan el gobierno federal y que hoy, con el tema de los hidrocarburos, les han proporcionado un nuevo motivo para movilizarse, cohesionarse y proclamarse listos para lo que venga.
Así, aceptaron acudir de nuevo el próximo martes aquí mismo e impulsar el plan de acción contra cualquier intento privatizador de Pemex, siempre bajo la consigna de no incurrir en violencia y aguantar a pie firme las “vulgares campañas” de desprestigio y el riesgo de que al final “nos desgastemos políticamente”, como planteó al cierre de su discurso Andrés Manuel López Obrador.
Y ayer se manifestaban ufanos por vivir un tiempo histórico al que encuentran paralelo con 1938, año de la expropiación. Las consignas de entonces y las de ayer se parecían. Y las siglas también. Se multiplicaban en los pendones, se reconocían en el ingenio y algunas hasta salieron del catafalco. ¡¿Banderas solferinas del PPS?! ¡Sí!
Prudencia y coincidencia
Sin embargo, rascando un poco en esa panorámica de gente vociferante y contestataria, la crisis del PRD y su elección de dirigentes apareció plena en esta jornada de miles en defensa del petróleo.
Desde temprano, Nueva Izquierda –los chuchos, pues– por los medios de comunicación anunció su inasistencia a la concentración con el argumento de la “prudencia” que, según se vio, les acometió de manera súbita al acordarse de lo ocurrido el pasado 24 de febrero en el mitin frente a la torre de Pemex al senador Carlos Navarrete y al diputado Javier González Garza. Pero también por pura coincidencia difundieron esa decisión momentos antes de manifestar ante Leonel Cota su inconformidad por la anticipada declaratoria de triunfo de Alejando Encinas.
Pero en ese aparente arranque de despecho (porque apenas la víspera habían formalizado su compromiso de apoyar la movilización en defensa del petróleo incluso ante el propio López Obrador) Nueva Izquierda, quizá por nueva, olvidó el viejo adagio de que en política todo espacio se llena.
Y sí, al lado del petróleo y la decisión de defenderlo a ultranza, las huestes perredistas vitorearon a un felicísimo Alejandro Encinas a quien Jesusa Rodríguez, maestra de ceremonias, presentó como “¡El virtual presidente! ¡El hermano! ¡El compañero!”
Y aquél se dejó querer. También recurrió a la prudencia y subió al templete detrás de López Obrador. Ahí le prodigaron abrazos y felicitaciones, rodeado por sus más cercanos, y se ubicó al frente flanqueado por el ex candidato presidencial y su sucesor en el gobierno capitalino, Marcelo Ebrard.
¡Pura vida! Porque además de recibir los “¡Sí se pudo!”, cuando el mitin finalizó Encinas se quedó a hacer su propia celebración frente a sus seguidores, y con Leonel Cota todavía en el templete confirmó su triunfo en una contienda a la que le aguardan largas jornadas para coronar la meta de ocupar la oficina del presidente del partido en la avenida Benjamín Franklin.
De ese modo, el conciliador y unitario discurso con el que la diputada Layda Sansores, de Convergencia, intentó apelar a la unidad y los buenos modales de la concurrencia, al decir que todos los legisladores de los partidos del Frente Amplio Progresista (PRD, Convergencia y PT) merecen trato respetuoso porque han dado la batalla en defensa del petróleo y puntualizó que entre ellos el Güero González Garza se ha visto muy firme, salió sobrando, porque, para empezar, el líder de los diputados perredistas, aunque estuvo ahí, procuró no dejarse ver y quedó al final de los personajes con derecho a templete.
Ese parece ser el sino del PRD. Mostrarse fragmentado. Por eso resultó un editorial breve y clarísimo aquella conversación escuchada al paso entre un padre y sus dos hijas adolescentes en la avenida 5 de Mayo. “¿Ya no estás con López Obrador?”, le preguntaron al oír la invitación a afiliarse a la causa de El Peje en una de las mesas instaladas sobre las avenidas que convergen al Zócalo.
–Con él, sí. A quien ya no apoyo es al PRD –respondió rotundo. Y siguieron caminando.
Sobre Madero, una pareja de punks, al pasar junto a otra de las mesas de registro, gritaron: “¡Anarquía, pinches partidos!”
Por eso los comerciantes del Zócalo, al igual que la mayoría de quienes acudieron a refrendar su compromiso por la soberanía petrolera, siguen claros: lo que realmente vende en playeras, pegotes, muñecos, banderines, videos, etcétera, es todo lo que lleve la imagen de López Obrador. Y nada más.
LA PARTICIPACION POBLANA FUE ENTUSIASTA AUNQUE NO SE SALVO DE ERRORES ORGANIZACIONALES:
Cientos de poblanos acuden a mitin en la ciudad de México en defensa del petróleoMás de mil ciudadanos poblanos asistieron ayer a la asamblea informativa que se realizó en el zócalo de la ciudad de México para protestar por el intento de privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex). Durante su discurso, Andrés Manuel López Obrador anunció que la próxima concentración será el martes 25 de marzo. Además, que ahora serán las mujeres quienes se encarguen de encabezar los movimientos de resistencia pacifica. | |
México, D.F. El apoyo de los poblanos a Andrés Manuel López Obrador no ha disminuido. De Puebla partieron al menos 21 autobuses; 15 de la capital poblana, y el resto de diferentes municipios de la entidad, según información ofrecida por integrantes de la Convención Nacional Democrática (CND). Claudia Sheinbaum, integrante del “gobierno legítimo”, dijo que tiene conocimiento de que será la próxima semana, posiblemente el martes, cuando el gobierno federal presente su propuesta de reforma energética, por lo que es necesario que todos aquellos que estén contra la privatización de la paraestatal acudan al siguiente mitin. Propuso que ahora sean las mujeres quienes se encarguen de dirigir los movimientos de resistencia civil pacifica que se realizarán en cuanto le reforma referida sea presentada a la Cámara de Diputados, y, por su puesto, las miles de mujeres y hombres que asistieron aceptaron con gusto la protesta. Esos movimientos de resistencia consistirán en hacer un cerco ciudadano a la Cámara de Diputados, y los legisladores que integran el Frente Amplio Progresista (FAP) iniciarán una huelga, pero si el gobierno encabezado por Felipe Calderón Hinojosa insiste con su reforma, ese cerco se extenderá a la Cámara de Senadores e instalaciones estratégicas de Pemex. Si la administración del “pelele” no retira su propuesta legislativa, entonces las protestas se extenderán, y se bloquearán aeropuertos, las principales carreteras del país, y si esto no surte efectos, entonces se convocará a un paro a nivel nacional, informó Sheinbaum frente a los entusiasmados ciudadanos que abarrotaron las calles del centro de la cuidad de México. “Imagínense ustedes a las mujeres encabezando los bloqueos carreteros, y los cercos en las instalaciones de Pemex y las Cámaras de los legisladores”, dijo Sheiubaum, y aclaró: “Eso no significa que los hombres no participarán”. Andrés Manuel López Obrador aseguró que entregar el petróleo a los extranjeros significa traicionar a la patria. Acompañado de los coordinadores de las bancadas del Partido Convergencia, del Partido del Trabajo, y de diferentes integrantes del Partido de la Revolución Democrática, hizo una remembranza de las condiciones en que el ex presidente Lázaro Cárdenas del Río hizo la expropiación petrolera hace 70 años. Además, hizo una fuerte critica al secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, por los contratados que firmó para obtener un beneficio, y dijo que una de las muestras de que Calderón Hinojosa quiere privatizar a Pemex es que en el sexenio anterior, cuando era secretario de Energía, otorgó un contrato a la empresa española Repsol para obtener gas en la cuenca de Burgos. López Obrador afirmó que no hay ninguna razón para privatizar Pemex, ya que obtener un barril de petróleo cuesta sólo cuatro dólares y se vende en 93, por lo que es una empresa que genera grandes ganancias; de ahí el interés de las empresas extranjeras de adquirir la paraestatal. Expresó que los spots publicitarios del gobierno de Felipe Calderón son absurdos y falaces, pues el petróleo del país no se encuentra en aguas profundas, sino en tierra y poca profundidad en el mar. Dijo que es mentira que la paraestatal requiera de inversión en tecnología, pues basta con la experiencia con la que cuentan los trabajadores mexicanos, quienes durante 70 años la han hecho una empresa completamente rentable. Destacó que en caso de que Pemex se privatice se cancela cualquier posibilidad de que el país se transforme por la vía pacifica, y se abriría paso a la violencia, pues hasta ahora el petróleo ha servido como un instrumento de paz, aun cuando la situación económica del país es muy mala. Si Pemex se privatiza, insistió, se desestabilizará al país, pero aclaró que los movimientos de resistencia que encabezarán las mujeres serán pacíficos y civiles, e invitó a los miles de asistentes a no caer en provocaciones de personas enviadas por el gobierno federal para infiltrarse. Dijo que la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa buscará cualquier pretexto para sacar a la fuerza pública contra los movimientos, e iniciar una campaña de desprestigio en los medios de comunicación. |
Diálogo sereno · El Fisgón
Astillero
■ Sólo le queda la fuerza
■ Felipismo decadente y entrampado
■ Plantear privatización, un detonante
La gerencia general del país está en una situación política y socialmente desventajosa para tratar de imponer la reforma energética que abriría el paso a capitales privados en Pemex. No se trata solamente del pecado electoral original que deslegitima a quien se ostenta como jefe formal del gobierno mexicano, sino inclusive el ejercicio político posterior (que en el caso de Carlos Salinas de Gortari, por ejemplo, llevó a una aparente “legitimidad” de facto, aprobada por el panismo entonces encabezado por Diego Fernández de Cevallos). El funcionario Calderón se ha rodeado de un equipo que en varios casos está por debajo de la mediocridad y que tiene como estrellada estrella a un favorito de las intimidades al que colocó como jefe político en la Secretaría de Gobernación y como socio subsidiario en las negociaciones para privatizar el petróleo mexicano. Además, Felipe el Breve se ha peleado hasta con sus socios y patrocinadores electorales, a propósito, por dar un par de ejemplos, de impuestos empresariales y de negociaciones con medios electrónicos de comunicación.
En ese escenario de degradación, el felipismo está obligado a atender con seriedad y serenidad las definiciones públicas ayer confirmadas (ya se habían anunciado en la anterior concentración pública frente a la torre de Pemex) por el movimiento de Resistencia Civil Pacífica y partidos y personajes acompañantes. Frente a la frivolidad y la insensibilidad políticas del gerente Calderón y de su equipo de ventas se ha plantado una efervescencia cívica en proceso acelerado de organización que está decidida a luchar contra la pretensión (que en el purismo institucional pudiera ser formalmente válida, legalmente firme) de aprobar en los órganos legislativos modificaciones jurídicas que lesionen la soberanía nacional en materia de energéticos.
Lo que ayer hizo López Obrador en el Zócalo no fue un acto de fanfarronería. Intencionalmente recargado en pasajes históricos, sin histrionismo ni grandilocuencias, el único mexicano que es capaz de convocar y conducir un movimiento nacional masivo de protesta y oposición al poder reiteró su compromiso personal, ético e histórico, de desplegar a partir de la semana venidera un abanico de actos de resistencia civil que traspasarán los límites legales y colocarán a esos mexicanos rebeldes en condición de ser golpeados, detenidos, sujetos a proceso y eventualmente sentenciados a penas supuestamente ejemplarizantes.
Frente a esa insurrección cívica, la mercadotecnia y la desnacionalización instaladas en Los Pinos sólo tienen como recurso inmediato el uso de la fuerza. Aplicarla para reprimir a quienes instalen cercos ciudadanos u obstruyan vías de comunicación o instalaciones estratégicas será la primera tentación del grupito apropiado de Los Pinos que disfraza su soledad e incapacidad con excesos militares vigilantes e inclusive con la recurrencia, digna de diván, a indumentarias castrenses fuera de talla. Pero activar los mecanismos de represión sería una decisión nocturna de juerga que hundiría aún más al felipismo en el rechazo social creciente (a pesar de lo que digan los merolicos electrónicos y los filósofos de papel –moneda–) y sellaría la dependencia de los restos de poder civil respecto al militarismo que ha ido ocupando los lugares dejados por quienes gobiernan entre burbujas.
Sin legitimidad de origen, mediocre e ineficaz, rodeado de secretarios de gabinete desconocidos y políticamente clandestinos o descalificados; cedente, a priístas manliogámbicos y a militares “en guerra contra el narco”, del poco poder que le queda, el calderonismo debe leer con cuidado y valorar en su justa dimensión el plan de lucha anunciado ayer por la retadora Claudia Sheinbaum y aprobado por los asistentes a la sesión del Zócalo (por cierto, la secretaria de energía, la señora Kessel, carece de experiencia en política y en debates: está allí porque forma parte del grupo del ITAM que Calderón ha tomado como surtidor de cuadros administrativos). La historia de México, por lo demás, está llena de mujeres valiosas y valientes que han sabido impulsar las mejores batallas nacionales. Esta vez son muchísimas las que están dispuestas a ir a la vanguardia en una lucha que acabará convertida en una fila frontal, brazo a brazo, sin distinciones de género. La cita inmediata es el próximo martes, en el Zócalo, mientras en San Lázaro, Bucareli y Los Pinos juegan a mantener la apariencia de las instituciones y el estado de derecho. (¡Ah, maestro Paul Leduc, ¿quién inicia la violencia?, ¿hay un derecho a reaccionar contra la violencia institucional?, ¿todos somos ya el paciente en vías de tomarla a golpes contra el dentista que le sugiere tratamientos caros y le reclama desatenciones odontológicas o tardanzas en la revisión o falta de dinero?, ¿quién es hoy el Cobrador?) Pero, aún así, frente a la imposición entreguista disfrazada de proceso legislativo representante de la voluntad popular, estará la resistencia civil pacífica, sin provocaciones ni violencia.
(Ah, se olvidaba consignar aquí que el licenciado F.C. se trasladó ayer a un Paraíso tabasqueño cercado por guardias militares para insistir, sin atreverse a llamarla por su nombre, en su historieta de aguas profundas llenas de tesoros privatizables y que, en su paraíso familiar histórico, el papá biológico del ex gobernador de Michoacán (y político del actual) presionó, mediante un discurso de mínima distancia crítica hacia las fábulas calderonistas, y con una propuesta de “negociar con dignidad” frente a Estados Unidos, para que su paisano panista presuntamente presidente (P4) abra espacio en su gabinete a algún lazarillo intercambiable en negociaciones profundas).
Astillas
Luis Carlos Ugalde era mago y el ahora consejero presidente del IFE, V. Zurita, quiere seguir sus pasos, organizando una exhibición fugaz de documentación electoral de 2006, bajo vidrios blindados y mil condicionamientos. Nada por aquí, nada por allá, y enseguida la desaparición… Y, mientras el conteo del PRD evoca tragicómicamente las noches de julio de 2006, ¡hasta mañana, mientras siguen las agresiones a los emos!
Poniendo el ejemplo · Hernández
Editorial
Privatización, desinformación y falso debate
Ayer, en el contexto de la conmemoración oficial de la expropiación petrolera, el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, convocó a la oposición política a emprender un diálogo “abierto, objetivo y sereno” sobre las alternativas para “fortalecer nuestra industria petrolera”, y afirmó que “la pregunta que hoy debemos plantearnos no es si nuestro petróleo seguirá siendo nuestro o no”, sino “cómo vamos a aprovechar mejor nuestros recursos petroleros”, en alusión a la pretendida necesidad de explorar en aguas profundas.
El llamado a dialogar en torno a Pemex sería plausible y hasta deseable de no ser porque tal perspectiva ha sido cancelada de antemano por el propio gobierno federal, a juzgar por la forma equívoca, confusa, desinformadora y tangencial en que ha pretendido presentar los dilemas del momento en la industria petrolera nacional. El grupo en el poder incluso pretende que se le crea que es urgente e inevitable empezar la explotación de los yacimientos submarinos profundos y que, para tal efecto, Pemex debe aliarse, asociarse o abrirse a la participación de corporaciones extranjeras, aunque se elude sistemáticamente enunciar los términos en los que el gobierno imagina tales alianzas. En el extremo de los eufemismos y del hablar para no decir, el director de la paraestatal, Jesús Reyes Heroles, propuso flexibilizar las regulaciones vigentes para que la paraestal “pueda hacerse acompañar de otras empresas al desarrollar actividades propias de su giro, sin afectar la propiedad de la nación”, acaso sin parar mientes en que la propuesta y la condición son mutuamente excluyentes. El empecinamiento por encontrar la cuadratura de la participación de capitales privados al círculo del monopolio público de la industria petrolera, asentado sin ambigüedad posible en el texto constitucional, hace ver que lo que en realidad está en juego, a pesar de los discursos rebuscados, es la privatización, total o parcial, de Pemex y de los yacimientos.
En efecto, a pesar de la ausencia de una postura honesta, clara y transparente por parte del gobierno federal puede entreverse que, a contrapelo de lo que Calderón afirmó ayer, la decisión está tomada: entregar la riqueza del país a las corporaciones petroleras trasnacionales mediante la suscripción de alianzas para la exploración y la explotación de aguas profundas. La sospecha de esas intenciones ha quedado de manifiesto con la agresiva campaña mediática que pretende manipular a la opinión pública sobre la necesidad de actuar en ese sentido, y que absorberá, por cierto, la mayor parte de los 218 millones pesos que la paraestatal tenía presupuestados para gastos publicitarios durante el año en curso.
No se entiende el esfuerzo, el gasto y la insistencia si el único propósito era persuadir a los mexicanos de la necesidad de explorar y extraer petróleo en aguas profundas. En caso de que tuviera fundamento, tal actividad caería, por sí sola, en el ámbito de las decisiones técnicas, y ni siquiera sería presentada a la sociedad, como no fuera a posteriori, para reforzar las vanaglorias rituales que el régimen realiza de sí mismo.
La única manera de entender este comportamiento gubernamental turbio es que la administración calderonista ha tomado la decisión de entregar el recurso natural mexicano a las grandes corporaciones extranjeras efectuando, al mismo tiempo, maniobras de distracción dirigidas a la opinión pública, toda vez que el grupo en el poder es seguramente consciente del enorme costo político que tendría que pagar si enunciara con claridad y transparencia sus intenciones reales. Si se duda de la dimensión de tales costos, baste con ver el tamaño de la concentración realizada ayer en el Zócalo capitalino por los integrantes del movimiento opositor ciudadano que ahora ha hecho de la defensa del petróleo su bandera principal.
En suma, es enormemente nocivo para el país que el gobierno federal se empeñe en abordar un tema de interés público –como lo es el del petróleo– con base en la divulgación de medias verdades o de simples mentiras; debe, por tanto, exigírsele que haga explícitas sus intenciones, las someta a juicio de la población y asuma las consecuencias. De otra forma, más temprano que tarde la actual administración habrá de enfrentar un descrédito multiplicado y un déficit de legitimidad mucho mayor que el que ahora padece.