DEL BLOG CCCP...
SABADO DE PINTAS DE LOS BRIGADISTAS EN DEFENSA DEL PETROLEO EN PUEBLA, CHOLULA, CUAUTLANCINGO Y ANEXAS:
ES IMPORTANTE MENCIONAR QUE ESTOS BRIGADISTAS BUSCAN CUMPLIR DE MANERA CABAL EL MANDATO DEL PRESIDENTE LEGITIMO DE QUE CADA BRIGADISTA ES UN MEDIO DE INFORMACION PARA CONTRARRESTAR LA LABOR DESINFORMATIVA Y MANIPULADORA DE LOS MEDIOS DE INFORMACION PALEROS DEL TITERE PELELE (TELEVISA, TV AZTECA, SOLES, INTOLERANCIAS, MILENIOS, REFORMAS Y DEMAS MIERDA INCRUSTADA EN LOS MEDIOS).
VALE LA PENA MENCIONAR EL PAPEL VALIOSO QUE JUEGAN LAS PINTAS, NO SOLO COMO HERRAMIENTA HISTORICA EN LA LUCHA DE LOS PUEBLOS Y DE LAS IZQUIERDAS, SU VALIDEZ EN LA ACTUALIDAD ES QUE ES UN MEDIO DE COMUNICACION FIJO, IMPACTANTE, CON UN COSTO RELATIVAMENTE BAJO, QUE TE PERMITE DESPLEGAR LAS HABILIDADES ARTISTICAS Y QUE PERMITE LO MAS IMPORTANTE QUE MILES DE PERSONAS LO LEAN A DIARIO Y DURANTE UN TIEMPO CONSIDERABLE, VEAMOS POR EJEMPLO LAS PINTAS EN BOULEVARES O CALLES COMO FORJADORES DONDE DIARIAMENTE CIRCULAN DE 10 A 15 MIL AUTOS, EL IMPACTO Y LA CANTIDAD DE GENTE QUE LAS VE ES IMPRESIONANTE. ASI PUES A SEGUIR LUCHANDO!!
PEMEX NO SE VENDE, EN PUEBLA SE DEFIENDE!!
ES UN HONOR LUCHAR CON OBRADOR!!
■ Con racionalizaciones ideológicas se busca una serie de privatizaciones parciales, dicen
El plan de Calderón no encara los temas centrales del petróleo, expresan en foro
■ Señalan que el plan oficial pasa por alto las batallas libradas en defensa de la soberanía
Ampliar la imagen La plataformas de la sonda de Campeche Foto: Archivo La Jornada
La reforma gubernamental propuesta en materia energética no encara los problemas centrales de la industria petrolera, que se resumen en temas tributarios y financieros, sino que sólo recurre a “racionalizaciones ideológicas”. A Petróleos Mexicanos (Pemex) “lo quieren salvar mediante privatizaciones parciales”, concluyeron los participantes en una conferencia magistral organizada por el Foro Nacional Permanente de Legisladores del PRI.
En estas conclusiones se remarcó que las iniciativas de Felipe Calderón pasan por alto las batallas libradas en defensa de la soberanía energética; “tal vez por ello se permite el despilfarro de recursos y de oportunidades propicias para el desarrollo nacional”.
En un documento se refiere que el ex secretario de Hacienda David Ibarra aseguró que la privatización de Pemex “es una imposibilidad económica y una locura política” debido a que la paraestatal ha dejado de cumplir con su objetivo central de impulsar el crecimiento y desarrollo para convertirse en el instrumento equilibrador de corto plazo del presupuesto público y de las cuentas externas.
En el foro del tricolor se refirió que Ibarra coincidió con el constitucionalista y académico Raúl Jiménez Vázquez al afirmar que la Constitución “es muy clara al señalar que los hidrocarburos son patrimonio exclusivo de los mexicanos”.
Objetivos no cumplidos
Ibarra Muñoz advirtió que la empresa ha dejado de cumplir los objetivos de su creación que son: fomentar el desarrollo, industrialización y capitalización nacionales, abastecer de energéticos baratos a la economía y contribuir a la salud de la balanza de pagos. “Un pilar fundamental de la economía durante 70 años, comienza a flaquear”.
(El punto 14 de la Declaración de Principios del PRI se refiere a la defensa del precepto constitucional de propiedad de la nación: “En materia energética se pronuncia en contra de todo intento de privatización del patrimonio de los mexicanos y reconoce que es necesario revisar y transparentar las formas y los medios a través de los cuales se administra; apoya todo lo necesario para que se garantice la fortaleza financiera y operativa de las instituciones responsables de su explotación y administración; y, postula la soberanía sobre el recurso y su control eficaz por el pueblo para supeditar todo género de intereses al superior de la nación”.)
En un comunicado referido al foro de discusión, el PRI sostuvo que el debate energético “auspiciado inicialmente por el gobierno y ahora por la oposición, requiere de un relevamiento riguroso de problemas y de lineamientos de reforma compartidos por la sociedad y los actores políticos”.
Entre las conclusiones de la conferencia magistral se destaca que en lugar de una estrategia energética integrada y de largo alcance, el gobierno ha hecho público un diagnóstico y presentado varias iniciativas modificatorias a las leyes secundarias que norman sólo las actividades petroleras.
Al respecto, Ibarra refirió que el diagnóstico y la iniciativa calderonistas sólo subrayan la situación desastrosa en que se encuentra Pemex sin profundizar en las causas fundamentales que la mantienen en esa situación, con lo que se incumple el que debería ser el propósito fundamental de la iniciativa.
En el encuentro priísta participaron Efrén Leyva Acevedo, en representación de la presidenta del PRI, Beatriz Paredes; el presidente del Foro Nacional Permanente de Legisladores, Gustavo Salinas Íñiguez, así como diputados, ex legisladores y ex dirigentes del tricolor.
La semana pasada los gobernadores priístas de estados productores de hidrocarburos sostuvieron una reunión con la presidenta de su partido, así como con los coordinadores en las cámaras de Senadores, Manlio Fabio Beltrones, y de Diputados, Emilio Gamboa Patrón, para reiterar su demanda de participar en el análisis de la iniciativa de reforma a Pemex, y anunciaron que el próximo martes entregarán su propia propuesta.
Entre los planteamientos formulados en esa reunión destacaron que “el petróleo es patrimonio nacional, por lo que su producción y comercialización debe estar en manos del Estado. Los gobiernos de los estados donde opera la paraestatal están conscientes de las dificultades que la empresa enfrenta, y por ello aprueban las reformas que la dirijan hacia una mayor autonomía de gestión, mayor transparencia y mayor inversión”, además de que reiteraron que Pemex no se privatiza.
A PROPOSITO DEL CHUPACABRAS DE GORTARI:
Qué desmemoriados · Hernández
Denuncia durante encuentro de solidaridad con zapatistas en Europa
Con Salinas empezó la entrega del país a trasnacionales: CNI
■ La reforma energética y el TLC son algunos de los instrumentos neoliberales para destruir la soberanía, señala en Atenas un delegado
Ampliar la imagen Solidaridad con zapatistas en encuentro de Europa Foto: Archivo
Con las reformas constitucionales de 1992, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, se emprendió la destrucción de la soberanía nacional “entregando los recursos del país a las trasnacionales y creando normas que afectan a grandes extensiones de tierra, así como la vida de los pueblos originarios y de todo el pueblo mexicano”, expuso el representante purépecha y delegado del Congreso Nacional Indígena (CNI), Juan Chávez Alonso, al dar inicio el Encuentro Europeo de Solidaridad con los Zapatistas y la otra campaña, que se celebra este fin de semana en Atenas, Grecia.
Durante la primera jornada, este viernes en la Escuela Politécnica (emblema de la lucha durante la “dictadura de los coroneles” de ese país), la Asamblea abierta de solidaridad con los zapatistas y contra la represión en Chiapas, anfitriona del encuentro, reconoció los 14 años de resistencia zapatista y solidaridad internacional, señalando que el objetivo del encuentro “es trabajar en común para detener la guerra en Chiapas y poner en relieve que Europa resiste también a través de la solidaridad”.
En su intervención, Chávez Alonso describió los efectos privatizadores de las leyes de Áreas Naturales y de Protección, de Bioprospección (“para robar la sabiduría y patentar los conocimientos ancestrales de los pueblos”), Salud, Educación y Minería. Subrayó la relevancia negativa de la Secretaría de la Reforma Agraria, que a través de sus programas “busca la destrucción de la propiedad colectiva, sembrando ‘ejidos’ en territorios recuperados por los zapatistas con una regulación que permite su venta”.
El representante del CNI definió la reforma energética, el TLC, el ALCA y el Plan Puebla-Panamá como “instrumentos neoliberales para destruir la soberanía”. Quienes se oponen a estos planes, como las bases de apoyo zapatistas, son reprimidos y despojados, mientras se mantiene la militarización de sus tierras.
Para los indígenas, añadió, “todo lo que hay en la tierra es parte de la vida de la humanidad, se respeta y se cuida”. Los métodos de producción y comercialización neoliberales “destruyen y concentran la riqueza en manos de unos pocos, provocando pobreza y la dolorosa emigración”. Así, “el genocidio es cultural y físico”, pues busca “desaparecer materialmente a los pueblos indios”.
Recordó que en 2001, el Congreso mexicano negó el reconocimiento a estos pueblos y su autonomía, y definió a las comunidades “como entidades de interés público, no de derecho público; objetos y no sujetos”. Los zapatistas reafirman entonces el “derecho histórico” a su autonomía y en 2003 constituyen las juntas de buen gobierno. Desde 2006, la sexta declaración de la selva Lacandona significa la construcción de un nuevo proyecto de nación y una nueva Constitución.
Ernesto Ledesma, director de Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas (Capise), quien ha recorrido 13 países de Europa para encontrarse con grupos solidarios con el EZLN, sostuvo que “se ha avanzado en el objetivo de romper el cerco informativo a la otra campaña y la lucha zapatista”.
Al concluir el primer día de coloquio en Atenas, Ledesma manifestó que la Sexta “tiene su origen en los pueblos indígenas, en la libre determinación y la aplicación de su autonomía, por naturaleza antisistémica y anticapitalista”. El objetivo, expresó, es aglutinar las luchas de todos los sectores y movimientos de abajo a la izquierda. “El avance de la Sexta origina represión, pero cuanto más nos reprimen más reaccionamos. Hay que seguir este camino y comprender que una parte fundamental de la conformación de los movimientos sociales es escuchar, y esto lo aprendemos de las compañeras y compañeros indígenas”.
BREVE PANORAMA DE LO QUE PASA AL INTERIOR DEL PRD (QUE LASTIMA):
■ Por ese “pacto” con la derecha pretenden imponerlo, asegura
Ortega vendió la idea de que él podía vetar a AMLO: Saucedo
■ Para solucionar la crisis los candidatos deben renunciar, dice Juan Guerra
Ampliar la imagen Los perredistas aún tendrán que esperar varias semanas para saber quiénes serán sus dirigentes Foto: José Carlo González
Mario Saucedo señaló ayer que Jesús Ortega y su corriente, Nueva Izquierda (NI), hicieron un compromiso: vendieron la idea a la gente de la derecha y de los poderes fácticos, de que ellos podían vetar a Andrés Manuel López Obrador y al bloque de Alejandro Encinas; a los radicales que dicen ellos.
Pero no les salió, y por eso a como dé lugar, a través del fraude, pretenden imponer la candidatura de Ortega, esperanzados en que esto se logre por medio del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, subrayó.
Integrante de la corriente de los Cívicos, estimó que NI pretende hacer del sol azteca un partido de izquierda dócil, funcional al sistema, lo que evidentemente entra en contradicción con el movimiento democrático.
Al referirse al acta de cómputo nacional que da como triunfador de los comicios internos al abanderado de los chuchos, manifestó que tal resultado es producto de que el Comité Técnico Electoral (CTE) sumó votos fraudulentos, esto es, casillas impugnadas o no instaladas de los estados de Chiapas, Oaxaca y Veracruz.
Expuso que ahora la Comisión Nacional de Garantías tendrá que calificar la información y decir cuáles son votos correctos y cuáles no.
Más adelante consideró que la crisis en este partido no ha tocado fondo, y que de ella todos sus dirigentes son responsables por haber dejado crecer una forma antidemocrática de hacer política.
Saucedo se refirió también a la propuesta de Cuauhtémoc Cárdenas en el sentido de que los candidatos a la dirigencia declinen sus aspiraciones y se nombre una presidencia interina. Al respecto, cuestionó que en dicha salida se permita a Jesús Ortega despedirse como si no estuviera inculpado de haber cometido fraude electoral y atentar contra la vida interna del PRD.
En este contexto, señaló la posibilidad de integrar una comisión de ética que sancione a dirigentes, senadores, gobernadores y diputados que hayan incurrido en prácticas antidemocráticas en procesos electorales, porque resulta que los causantes del problema que enfrenta el PRD siguen gozando de cabal salud, como si no hubiera pasado nada.
Por su lado, Juan Guerra, vicecoordinador de los diputados federales del PRD, dijo que para solucionar el conflicto de este instituto se requiere que Alejandro Encinas y Jesús Ortega piensen en el partido, en el deterioro que ya presenta, y declinen, porque ninguno de los dos que, por cualquier vía, quedara como presidente, podría desempeñar esa función.
Sorprendido por la noticia de que el Comité Técnico Electoral concluyó el cómputo nacional de la elección del pasado 16 de marzo y le dio el triunfo a Jesús Ortega, confió en que éste se sostenga en su decisión de buscar una salida política.
Resaltó que en el partido del sol azteca se necesitan las dos corrientes que ahora se disputan la presidencia del PRD, tanto la radical como la moderada, para complementarse y mantener ese capital político de la izquierda en México. Esta conjunción es la que da fortaleza al PRD, por lo que se debe preservar, y para ello es necesario buscar una salida política.
De otra manera, advirtió el legislador, el PRD se va a seguir desfigurando y perdiendo apoyos. Ambos candidatos deben solicitar a la Comisión Nacional de Garantías la anulación de la elección y el nombramiento de una dirección provisional mientras se realiza el congreso refundacional del partido, donde se definirían las nuevas reglas internas, indicó.
Casillas zapato y otras más
Durante el proceso electoral del PRD hubo irregularidades diversas. Uno de los estados donde se puede observar con nitidez esa situación es el de Chiapas, donde destacan las casillas zapato y otras donde se depositaron más votos que el número de boletas entregadas. Presentamos algunos ejemplos, con base en copia de las actas de cómputo en poder de La Jornada.
VA ARTICULO SOBRE TEMA PEMEX:
Pemex, ¿empresa inconstitucional?
Desde que el PAN propuso a quienes debatirán en el Senado en defensa de la reforma de Calderón sobre el petróleo, quedó bastante clara la estrategia argumentativa que seguirán ante sus adversarios. Todos ellos, con la excepción notable del paisano Germán Martínez Cázares (no sé qué podrá hacer en el debate), han expuesto puntos de vista más o menos similares: desprestigiar a Pemex como un monopolio contrario al espíritu del 28 y del 26 constitucionales, que promueven la libre competencia y la iniciativa de los privados. A ello se refirió Héctor Fix Fierro en un coloquio en su instituto.
No tendrán ideas quienes defienden las reformas propuestas por Calderón, pero abundan en ocurrencias. El artículo 27 está bien, según ellos. Lo que no está bien es la Ley Reglamentaria en materia de petróleo vigente que, desde su versión de 1958, confiere a Pemex la tarea de encargarse de la “industria petrolera”, en toda su cadena productiva y comercializadora. Dicho concepto no existe en el 27 ni en el 28. El 27 nos habla sólo de “producto”, el que no implica que, ya no digamos Pemex (que es un ente inexistente en el texto constitucional), sino incluso la Nación, titular propietaria del recurso, deba encargarse de toda la cadena productiva y menos aún de la comercializadora.
Todos hablan de “conceptos” y algunos han advertido que su alegato se funda en una interpretación de las palabras “exactas” de la Carta Magna. Hasta ahora, sólo han hablado de dos: el producto y la industria petrolera. El maestro Eduardo García Máynez escribió dos obritas, Lógica del concepto jurídico (1959) y Lógica del juicio jurídico (1955), que resultan esenciales para entender a cabalidad la argumentación jurídica y el análisis de toda ley. El concepto es una definición de un tópico jurídico (por ejemplo, producto en petróleo). Toda ley está hecha de conceptos. El juicio es un método que liga entre sí los diferentes conceptos. A través de él, podemos entender lo que quiere decir una ley en los conceptos que la integran, interpretándolos en su conjunto.
No se qué tan duchos sean los que van a debatir a favor de la reforma en filosofía del derecho y en lógica jurídica, pero creo que podrán entender con facilidad. Todos los grandes juristas de nuestro tiempo están de acuerdo en las observaciones que, en su época, hizo Emilio Betti (Interpretazione della legge e degli atti giuridici, 1949, y Teoria generale della interpretazione, 1955) acerca de cómo interpretar una ley y, sobre todo, una Constitución. Coincidiendo con García Máynez, Betti señala que interpretar sólo las palabras es un anticuado y muy limitado modo de entender un ordenamiento jurídico. Hay que ver siempre el conjunto de la ley y, más todavía, de la Constitución, para saber lo que realmente dicen. Hay letra, pero hay, ante todo, espíritu, sentido.
Veamos ahora su idea de producto. En mis lecturas de economía política he aprendido que el producto es la coronación del proceso productivo. Adam Smith lo reducía a la ganancia, pero sus sucesores, David Ricardo y Karl Marx, lo corrigieron pues, sobre todo el primero, hicieron notar que había que saber lo que el producto había costado en tiempo de trabajo. Es absurdo separar el producto de su cadena productiva. Todo este lío es porque el 27 dice que “la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos” (del subsuelo, incluido el petróleo).
Los defensores de la reforma dicen que el 27 no dice que la Nación deba encargarse de todo el proceso productivo y sugieren que los artículos 28 y 26, siempre promotores fieles de la iniciativa privada, indican que partes de la cadena productiva deben encargarse a particulares. Olvidan decirnos en qué parte la Constitución dice, literalmente, eso. Olvidan que el 28 habla de un sector estratégico que es el petrolero que debe quedar en exclusiva para la Nación. También que el 26 refrenda ese concepto y que, si se interpretan los tres artículos, junto con el 25, todos en conjunto, resulta un juicio jurídico que les será muy difícil de admitir, pero también de rebatir: se trata de un recurso natural (no sólo de un producto) que pertenece a la Nación y que la Nación misma explotará, “en los términos que señale la Ley Reglamentaria respectiva”.
Dicha ley dice que será a través de Pemex. Esa ley podría decir que se hará también a través de otros sujetos jurídicos, como lo proponen las iniciativas de Calderón; pero, si llegaran a aprobarse, entrarían en contradicción flagrante con la Constitución, porque en ningún lado ésta dice que los privados podrán llevar a cabo la explotación de “esos productos”. Y bien interpretada (mediante juicios jurídicos y no mediante sólo conceptos o palabras), por lo demás, más bien afirma que es una riqueza nacional que debe ser explotada en su beneficio sólo por la Nación. Explotación, en el sentido que da la Carta Magna, no es un aprovechamiento cualquiera, como lo ven los defensores de la reforma, sino, precisamente, un proceso productivo que resulta en un producto.
Como lo dije antes, lo que de verdad están planteando es la tesis de que Pemex es un ente “inconstitucional” (el término no se les ha ocurrido, pero razonan en ese sentido). No lo puede ser si la Ley Reglamentaria lo instituye y ésta deriva del 27. Pero ellos dicen que es un monopolio. El 28 dice que no será monopolio, porque no entra en la concurrencia de negocios. Eso no lo entienden. Habrá también que recordarles que el 26 establece que los sectores estratégicos son una palanca esencial de la planificación nacional y que su función como tales es primordial en la economía. Aparte sus críticas al pésimo desempeño de Pemex como empresa, lo que están diciendo es que no se justifica constitucionalmente y hay que desaparecerla.
Pregonan que se apoyan ante todo en la Constitución, pero su credo es el que expresó en su último artículo mi amigo Enrique Krauze: “El problema está en la sutil suplantación que el Estado ha hecho de la nación: para todos los efectos prácticos, quien tiene la propiedad del petróleo no es la nación, sino el Estado, que delega la propiedad en el gobierno en turno… La ‘propiedad’ de la nación es letra muerta”. Así es: no creen en la Constitución que sigue siendo, según ellos, “letra muerta”, aunque ahora la evoquen para sus fines privatizadores.
INTERESANTE ARTICULO:
París, mayo 68: ¿sueño o realidad?
Sin pretender parodiar el poema de Allen Ginsberg que arranca con el funesto exabrupto: “He visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura...”, me pregunto, más bien por paradoja, cómo leen hoy esos versos quienes los leyeron, acaso con devoción, hace 40 años. No puede olvidarse que fue uno de los faros que iluminaron, con su luz mortecina, la generación del 68. La locura era, en ese vecino país que es lo pasado, un extraño ideal: se accedía casi por iniciación y por caminos escogidos al azar de un deseo de libertad sin límites: alcohol, droga, amores descompuestos, saltos al vacío, el clandestinaje como un gozo, la rebelión contra el orden establecido. Y también una esperanza desmesurada, una fiesta, la fraternidad, mezcladas a las ilusiones de la utopía. Porque si algunas de “las mejores mentes” fueron destruidas, fueron muchos quienes hicieron una fiesta de esa búsqueda, a la vez de un sueño, de lo invisible, de la pérdida de sí mismo, en fin, de ese ailleurs (otra parte) que para Rimbaud es la verdadera vida.
Desde luego, quienes hoy pueden releer esos versos no son sino los sobrevivientes. Sin duda, muchos prefieren olvidar tal lectura; otros piensan tal vez que el poema ha envejecido, aunque no tanto como nosotros: su tiempo no se mide con el tic-tac de las manecillas, obedece a otros latidos. Algunos, más sencillamente, podemos imaginar que la locura se manifesta en otras formas menos espectaculares, no menos peligrosas: la carrera desenfrenada tras el dinero para comprarse el veloz ataúd con ruedas último modelo, el juego en la ruleta de la Bolsa, las ambiciones, cada mañana exacerbadas con la inyección de los intereses producidos por la ansiedad incontrolable de ganar, triunfar, acumular, lucir... una riqueza ostentatoria y uniforme.
Durante cuatro décadas, desde mayo de 1968, no se ha dejado de discutir y tratar de elucidar qué significó, qué fue, qué consecuencias tuvo, ese movimiento estudiantil. Los intelectuales franceses han supuesto y expuesto casi todas las teorías imaginables. Cada 10 años había habido conmemoraciones más o menos polémicas. A cada brote de protesta estudiantil, los protagonistas del 68 vivieron la ilusión de un nuevo 68, pero las cosas no se repiten: los estudiantes de ahora manifiestan contra el cambio, temerosos de perder lo “adquirido”.
Sin embargo, este cuadragésimo aniversario es particularmente polémico, casi escandoloso. No pasa un día sin que la prensa escrita, la radio, la televisión no dediquen parte de sus espacios al movimiento de 1968: imágenes de la época, de París, de otras ciudades europeas, del planeta entero. Reportajes, mesas redondas, libros y más libros. Al menos una vitrina de cada librería en Francia está consagrada a publicaciones sobre el 68.
La polémica se ha vuelto el pan de cada día y todos los puntos de vista concurren a esta feria de réplicas en una promiscuidad de ideas donde el oportunismo (los libros fabricados para tratar de vender) se coloca en los mejores lugares. ¿Por qué este exacerbamiento? Sin duda, una de las causas fue la declaración de Nicolas Sarkozy, durante su campaña de candidatura a la presidencia francesa, contra el 68. ¿No era el 68 responsable de la decadencia de la educación, del relajamiento de las costumbres, del poco gusto por el trabajo, en fin, de todos los males? No quedaba duda: debía acabarse con su espíritu, volver a las cosas serias. ¿Olvida Sarkozy que él mismo es un resultado del 68? ¿Que sin los cambios producidos no habría podido acceder a la presidencia? Él, que no para de correr, obedece a uno de los lemas de la época: Vivre sans temps mort (Vivir sin tiempo muerto). ¿Y su vida privada no sigue la consigna sesentayochesca de Vivre sans entraves (Vivir sin cortapisas)?
No, no se entierra un anhelo vital por un simple acto de voluntad. ¿Fin de la historia? No, la historia no conoce el fin. Ninguna medida puede acabar con lo desmedido.
HOMENAJE A OTRA MADRE EJEMPLAR Y COMBATIVA:
Las memorias de una costurera: Evangelina Corona
Evangelina Corona, costurera, nunca se imaginó que la mañana del 19 de septiembre de 1985 un terremoto transformaría no sólo la vida cotidiana de la ciudad de México, sino la suya propia. Después de dejar a su hija en la escuela, acudió al trabajo y vio que su edificio de 11 pisos en la calle de San Antonio Abad se había colapsado y reducido a cuatro pisos, en cuyos escombros quedaron los cuerpos de sus compañeras. El golpe fue definitivo. La vida de muchos mexicanos cambió para siempre.
Solidaria, con su sabiduría bíblica de presbiteriana, gracias a la intensidad de sus palabras, a sus profundas convicciones y a consejos tan sencillos como “no hay que apachurrarse”, Evangelina alentó y organizó a sus compañeras para que transformaran su dolor en acción y nunca se imaginó ser la secretaria general del Sindicato de Costureras 19 de Septiembre, nunca pensó ocupar un escaño en la Cámara de Diputados y llegar a ser legisladora, nunca previó que algún día hablaría a nombre de sus compañeras ante el ex presidente Miguel de la Madrid y le llevaría la contraria. “No, señor Presidente, así como usted las dice, así no fueron las cosas”. Lejos de intimidarse con los poderosos, su autenticidad los deja con un palmo de narices. Su vehemencia la volvió líder. “Mis propias palabras me llevaban no sabía yo a dónde”. De los escombros surgió una mujer que hablaba sin barreras, que la propia Evangelina desconocía.
Evangelina publica sus memorias con la invaluable ayuda de Patricia Vega y las titula Contar las cosas como fueron, y resultan de una frescura, una franqueza conmovedoras, ya que Doña Eva (como la llaman sus compañeros) revela su intimidad sin esconder nada, al contrario, se nos da toda entera y podemos beberla como un vaso de agua pura.
Ya de por sí la portada del libro de 212 páginas, publicado por Demac, es impactante. La foto de la portada es excelente: Evangelina está rota a la mitad y cosida con aguja e hilo rojo. Resulta que Demac publica sin proponérselo un libro de ética en el que Evangelina no escandaliza ni mortifica porque nada de lo que dice es artificial o falso. Nunca se asume como víctima o como mártir, cuenta sus vivencias y los cambios de su vida con naturalidad. Nadie podría relatar su vida amorosa con la inocencia con que ella lo hace y hablar de lo que más quiere: sus hijas. (Es más fácil hablar de política que hablar de uno mismo). Madre soltera, escoge libremente su destino: “No estaba tan tirada a la calle como para que nadie se fijara en mí. Pero yo no quería vivir esclavizada bajo el yugo de un hombre. Y ahí están las dos hijas, gracias a Dios”.
Nacida en un pueblo de Tlaxcala, en 1938, Evangelina fue una niña sin recursos. Sus ocho hermanos se dedicaron a sembrar y a recoger frijol, haba, maíz, trigo, cebada y, los domingos, piedras para ayudar a su papá a levantar su casa, a unos 100 metros de una barranca. Doña Eva sabe lo que es la pobreza y no tiene una pizca de resentimiento. Después fue sirvienta en una casa de Apizaco, de la que salió huyendo porque su patrón la perseguía y prefirió dejar todo antes que ser propiedad de ese señor. En el Distrito Federal también fue sirvienta hasta que por fin pudo volverse costurera y dominar a la perfección la overlock, “una máquina bonita que hace remates, cierra bien las costuras y las clausura”. A lo largo de los años aprendió a manejar la dobladilladora, la ojaladora y la botonadora, pero sobre todo a tener una vida verdaderamente cristiana.
El sismo de 1985 afectó no sólo a Evangelina, sino a todas las de su gremio. Mil 326 talleres o fábricas de la zona quedaron inactivos, 800 de ellos destruidos totalmente, muchos eran empresas “fantasma” y no se responsabilizaron de las costureras que se quedaron sin sueldo. Además de trabajar 10 horas diarias y no ganar ni el salario mínimo se llevaban trabajo a su casa a destajo para hacerse de un poco más de dinero.
A pesar de la dureza de sus condiciones, ni Evangelina ni sus compañeras de trabajo sabían lo que era la explotación laboral. “La palabra explotación no existía en mi vocabulario, antes del terremoto del 19 de septiembre yo no tenía conciencia de explotación o no explotación. El 85 fue para mí un antes y un después en mi vida. Si no hubiera ocurrido el terremoto seguiría yo muy campante, conforme con que me dieran trabajo. Pero el salto que me hizo dar esa tragedia fue mayúsculo”. Evangelina, quien abrazaba a su patrón apenas lo veía, descubrió lo que era reclamar y sin planearlo se convirtió casi de un día al otro en jefa de sindicato. Nunca se preguntó qué patrón la contrataría después si se convertía en dirigente sindical. Ella exigió una indemnización más justa para las costureras. Entre los escombros, quedó su ingenuidad y el abrazo al patrón.
En 1985, la situación de las 700 mil costureras era crítica: 40 mil se quedaron sin empleo debido al sismo y en estado de indefensión, porque 50 por ciento de la producción se hacía en talleres clandestinos, 51 por ciento de las trabajadoras tenía sólo contratos semanales y apenas 18 por ciento era de planta, 73 por ciento no sabía lo que era y para qué sirve un sindicato y 89 por ciento estaban convencidas de que el líder sindical estaba coludido con el dueño de la empresa. Ante esta situación, Evangelina Corona, junto con otras compañeras, fundó el Sindicato de Costureras 19 de Septiembre. “Ahora tú eres nuestra dirigente” y su vida dio un giro de 180 grados.
Evangelina es una mujer muy bella de cabello blanco y piel lisa como la de una manzana recién cortada. Verla como protagonista principal en la película de Maricarmen de Lara No le pedimos un viaje a la Luna es un gusto enorme. Tiene una gran presencia y un don natural: saber dirigirse a los demás con voz clara y conceptos precisos. Se comunica con eficacia no sólo porque tiene facilidad de palabra sino porque estructura su pensamiento en forma sólida y expone sus ideas con palabras sencillas y directas. Quizá porque es catequista protestante, Evangelina aprendió a guiar las mentes de niños y adultos por el camino del conocimiento. Además tiene su propio criterio. Alguna vez me contó de su paso por la Cámara de Diputados. Ella misma se preguntaba: “¿Cuándo una costurera que sólo cursó el tercero de primaria va a llegar a la Cámara? No cabe en la mente de nadie”. A pesar de sus escasos conocimientos y preparación, como ella misma lo dice, su honradez y su sentido común la convirtieron en una diputada ejemplar por el sólo hecho de que partía de su realidad y nunca dejó de decir la verdad y recibir, atender y defender a los más pobres. Votó en contra de varias reformas constitucionales. Al ver que sus compañeros diputados no hacían lo mismo se preocupaba, los consideró farsantes y opinaba que “el trabajo en la Cámara de Diputados es una farsa, una completa pérdida de tiempo y se desperdicia dinero que le cuesta al pueblo. Los diputados son unos saqueadores económicos disfrazados porque, ¿cuánto se lleva un diputado?” Sus compañeros la decepcionaron. “Lo que más me dolió y me costó trabajo aceptar fue la reforma al artículo 27 de la Constitución. Fue un ataque al pueblo mexicano, especialmente al campesinado que antes podía ceder o dejar sus derechos a su esposa o a sus hijas o hijos mayores (…) Para mí eso fue muy grave pues volvimos a los terratenientes, porque el único que puede comprar es el que tiene dinero: el pobre no le va a comprar al pobre”. Concluye Evangelina: “De la LV Legislatura me quedó un mal sabor de boca”. Hoy, cuando tenemos los ojos fijos en la Cámara, es bueno recordar que Evangelina alguna vez escuchó a un diputado decir con todo cinismo: “Yo a lo que vengo es a levantar la mano y a cobrar”.
La salud de sus ideas la vuelven una defensora de las mujeres y la fundadora de una guardería para los hijos de las costureras. “En la Biblia se dice específicamente que el padre es el responsable de la educación de los hijos y el que debe vigilarlos, pues a mí que me demuestren qué papá está cerca de sus hijos para vigilar su educación, allí sí, para eso los hombres son menos, se lavan las manos y esa responsabilidad recae en las mujeres. Sin embargo para ellos hay cantinas, billares, cine, teatro, pero para la mujer no, porque ella tiene la obligación de quedarse en la casa a atender a los hijos. Para mí ésa es una manera de minimizar a la mujer”.
Evangelina Corona permanece en contacto con la pobreza y no le son ajenos los casos de niñas violadas por el padrastro que la madre solapa (con tal de conservar al hombre) ni los de niños que aguantan a maestros pedófilos, tema candente de nuestro tiempo.
Hoy trabaja en la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal y habla con mucha sinceridad de sus limitaciones; el respeto con que trata a los quejosos hace que todos la busquen.
De que Evangelina Corona tiene el corazón bien cosido no me queda la menor duda, bien cosido en la caja del pecho, bien cosido a los ojos, bien cosido a las manos porque nos lo ofrece ahora en uno de los relatos más auténticos, límpidos y lozanos que hemos podido apurar en los tiempos recientes.
POR UN 10 DE MAYO COMBATIVO PARA TODAS LAS MADRES DE LA RESISTENCIA:
Diez de mayo
Esta fecha tan connotada, celebrada, conmemorada y todo lo demás, siempre me trae recuerdos contradictorios. Me da la impresión que fue en Estados Unidos donde se propuso dedicarla a las madres, y que el diario Excélsior sugirió adoptar, lo que ha desatado en nuestro país, desde hace muchos años, el mayor acopio de cursilería y afanes mercantiles que se pueda imaginar. Claro está que al 10 de mayo lo sucede, con intenciones semejantes, una serie de homenajes que huelen cada vez más al mayor espíritu comercial del mundo. Así, de memoria, sobre la marcha, pueden recordarse los días del padre, el maestro (muy próximo, por cierto), el abogado, el niño y otros tantos más, por lo menos.
Pero para mí el 10 de mayo tiene otra significación. En ese mismo día, en el año de 1940, el ejército alemán invadió Bélgica, Holanda y Luxemburgo en una ofensiva que después se desvió a Dunquerque con la intención nunca cumplida de iniciar allí mismo, a través del Canal de la Mancha, la invasión de la Gran Bretaña. Tal vez el capricho de Hitler y las dificultades que podía suponer esa invasión, lo llevaron a cambiar el rumbo y dirigirse a París.
La idea, desde un punto de vista político, no era tan mala. La conquista de París, que se llevó a cabo a fines de junio, tenía el aliciente de presentar a las tropas nazis desfilando por los Campos Eliseos, bajo la mirada triste, no podría ser de otra manera, del Arco del Triunfo.
Pero ese gusto que se dio Hitler probablemente cambió el ritmo de la guerra. De inmediato ocupó el resto de Francia; el general Petain, el héroe de la guerra de 1914, se hizo cargo de un gobierno favorable a los nazis y pasaron muchas cosas más hasta que, invadida la Unión Soviética, con éxitos aparentes de los nazis, surgió Stalingrado y a partir de allí se inclinó la balanza en favor de los aliados, incluyendo los éxitos en África, la invasión angloamericana sobre Francia y en 1945 el final de la guerra.
Ese 10 de mayo los De Buen estábamos en París. Mi padre, a la vista de las circunstancias, había hecho arreglos para ir a la República Dominicana. A punto de entrar los alemanes, viajamos en tren a Burdeos, no sé si el último que salió de París y allí, en medio de la debacle francesa, iniciamos el viaje a América.
No culminó en Santo Domingo. Mi general Leónidas Trujillo no permitió que El Cuba, el vapor de la Trasatlántica francesa en que viajábamos alrededor de 500 españoles, pudiera desembarcarnos. Se inició así la parte más dramática del viaje que, gracias al general Cárdenas, culminó un 26 de julio de 1940 en el puerto de Coatzacoalcos, mejor conocido en las cartas de navegación por Puerto México y calificado con razón por Eulalio Ferrer como el Puerto de la Esperanza. No fue nada fácil aprendernos el nombre de verdad.
Por esa razón, que es más que suficiente, el 10 de mayo tiene para mí un valor histórico totalmente diferente al de la cursilería rotunda del Día de las Madres. Este fecha hace pensar en si las madres deben ser recordadas sólo un día al año y no falta quien aproveche esa circunstancia –tal vez porque carece de madre, en el buen sentido del hablar popular de nuestro pueblo– para dar cumplimiento a un compromiso público y notorio al que lo conduce la publicidad desenfrenada, la determinación de esa fecha como día de descanso en múltiples contratos colectivos de trabajo y la suspensión de labores en casi todos los centros laborales.
No es casualidad, sin embargo, que en nuestro país la ofensa más grande que se ha podido inventar tiene como protagonista a la madre. Ya Octavio Paz hizo la reseña, genial, como todo lo de él, de la expresión rotunda de la injuria en México.
Por supuesto que recuerdo a mi madre, mujer ejemplar que vivió las contingencias de un exilio difícil y el fallecimiento muy temprano de mi padre. A ambos les rindo homenaje permanente. Y por supuesto que también a Nona, mi esposa, madre de siete hijos y abuela de 16 nietos. Pero no es mi homenaje el cumplimiento del supuesto deber que nos impone una costumbre perniciosa.
Es, simplemente, la combinación de la admiración y el profundo cariño, ganados a pulso. Y eso vale todos los días del año