■ Presentará el martes propuesta de recorte al gasto corriente; “sí hay salidas”, asegura
La reducción anunciada al diesel, “una tomadura de pelo”, afirma López Obrador
Tulum, Q. Roo, 27 de enero. El “presidente legítimo” de México, Andrés Manuel López Obrador, demandó al titular del Poder Ejecutivo, Felipe Calderón, asumir su responsabilidad ante la crisis económica, y consideró “una vacilada, una tomadura de pelo y un insulto” su medida de reducir en 75 por ciento el aumento mensual del diesel.
Ante perredistas y simpatizantes, anunció que el próximo martes presentará una propuesta para reducir el gasto corriente destinado a la alta burocracia panista. “Daré el remedio y el trapito”, dijo sobre el planteamiento, que incluye congelar salarios desde directores hasta el de Felipe Calderón.
Jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación también verían un recorte de sus salarios, pues en particular estos últimos no deben percibir más de 600 mil pesos mensuales en época de crisis, ni puede haber un gobierno rico y un pueblo pobre, dijo.
Tal reducción de privilegios permitiría un ahorro de 200 mil millones de pesos, para darlos al desarrollo del país y garantizar el bienestar social de los mexicanos, indicó López Obrador en la plaza principal del recién creado municipio quintanarroense.
Pronosticó que durante este año “no habrá crecimiento económico, sino un retroceso por debajo de cero, y Quintana Roo también sufrirá las consecuencias, porque la gente ya no viajará tanto y se estremecerá la captación de divisas. Por la mala actuación del gobierno espurio se avecina un huracán económico que amenaza deteriorar gravemente al turismo”, sostuvo.
Campesinos y pescadores, obreros y mujeres, hombres libres, comerciantes pequeños y medianos empresarios están conscientes de que el modelo económico que se ha venido imponiendo no sólo arruinó a México, sino ha traído la decadencia y no sólo más pobreza, desempleo y carestía, señaló.
El político tabasqueño también propuso la creación de comités para la defensa de la economía popular que celebren regularmente asambleas informativas y organicen a la gente.
Además demandó que la administración federal aplique programas sociales en los 2 mil 500 municipios del país, que incluyan becas a madres solteras y estudiantes de preparatoria, así como subsidios para los adultos mayores.
“Vamos a demostrar que hay salidas; que nadie se sienta acosado ni caiga en la frustración. Sacaremos adelante al país, porque hay de dónde echar mano. A pesar de que lo han saqueado, tenemos oro, plata, cobre, petróleo, gas, tierras productivas, agua, litorales y bosques, así como un pueblo extraordinario, bueno y trabajador”, exclamó.
Sobre la candidata local Euterpe Gutiérrez, el dirigente dijo que es una joven inteligente y decidida, cuyo triunfo en las elecciones del próximo primero de febrero es prioritario para el “gobierno legítimo”, a fin de crear en Tulum programas sociales en favor de los que menos tienen.
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- Estima BdeM que la economía decrecerá entre 0.8 y 1.8 por ciento en 2009
Agustín Carstens, secretario de Hacienda, y Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México, en el foro México ante la crisis: ¿qué hacer para crecer?, convocado por el Congreso de la Unión Foto José Antonio López
México ya está en recesión: Ortiz
- En 2008 se perdieron 37 mil 500 empleos en el sector formal
- El panorama, de ‘‘gran incertidumbre’’; hasta 340 mil personas perderán el empleo
- Notable contracción en exportaciones manufactureras, remesas y turismo
Roberto González Amador
Dólar a $14.37; el peso, en su valor más bajo
Nunca el peso mexicano tuvo tan bajo valor de cambio frente al dólar como ayer. La moneda mexicana acumuló una pérdida de una cuarta parte de su valor frente a la divisa estadunidense desde que comenzó el actual gobierno, mientras en los últimos tres meses y medio han salido de la reserva internacional de divisas 19 mil 340 millones de dólares para mantener la liquidez en el mercado cambiario y evitar así una mayor devaluación.
Este martes el tipo de cambio para operaciones de mayoreo, las más representativas del mercado de divisas, finalizaron en una marca sin precedente: 14.21 pesos por dólar, cuando un día antes la cotización era de 14.11 pesos. El primero de diciembre de 2006, cuando empezó el actual gobierno, el tipo de cambio era de 10.77 pesos por dólar, también para las transacciones de mayoreo. En ese lapso se acumula una devaluación de 24 por ciento.
En el mercado de menudeo el tipo de cambio finalizó en 13.92 pesos por dólar a la compra y 14.37 pesos a la venta, 20 centavos arriba del día previo, reportó Banamex.
Mayor volatilidad
El volumen de operaciones en el mercado cambiario es ahora una tercera parte de lo que era antes de septiembre”, declaró ayer Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México. “En esa condición de mercados menos activos hay una mayor volatilidad”, añadió el funcionario, quien destacó que aun con los montos de divisas que han sido subastados en el mercado cambiario, la reserva internacional de divisas es “alta”. La última semana se situó en 84 mil 45 millones de dólares.
Sin embargo, el nuevo disparo en la demanda de dólares por parte de los intermediarios financieros llevó a que ayer, por primera vez desde el 14 de enero, fueran asignados dólares a través del mecanismo de subasta puesto en marcha por el banco central en octubre pasado.
En una de tres subasta realizadas ayer, los intermediarios financieros –cuyos nombres no son hechos públicos– adquirieron 322 millones de dólares.
Hasta antes de la volatilidad registrada a partir de octubre, en promedio se negociaban unos mil millones de dólares diarios en el país.
Recesión: el PIB decrecerá entre 0.8 y 1.8%; 340 mil, al desempleo
■ A la contracción de exportaciones manufactureras se añadió la caída de remesas familiares y la baja de ingresos por turismo
■ En 2008 se perdieron 37 mil 500 empleos en el sector formal
Ampliar la imagen El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martinez, ayer, durante la presentación del informe sobre inflación octubre-diciembre de 2008 Foto: Carlos Ramos Mamahua
La economía mexicana está en recesión. En 2009 el producto interno bruto (PIB) decrecerá entre 0.8 y 1.8 por ciento y hasta 340 mil personas que hoy tienen un empleo formal se irán a la calle. “Esto corresponde a cualquier definición de recesión”, declaró el martes Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México (BdeM).
Hasta hace muy poco tiempo, el Ejecutivo federal jugaba con las palabras y aseguraba que la mayor crisis de la economía mundial en un siglo no provocaría a México más que un “catarrito”. El panorama dibujado ayer por el banco central, ente autónomo del Ejecutivo, es en cambio de “un alto grado de incertidumbre”, según comentó el gobernador Ortiz en una conferencia de prensa. A comienzos del año, Agustín Carstens, secretario de Hacienda, dijo que en 2009 la economía tendría un “crecimiento cero”.
Para el Banco de México, en cambio, el PIB registrará una tasa negativa en 2009. Ya en el cuarto trimestre de 2008, expuso Ortiz Martínez, ocurrió un decrecimiento de uno por ciento respecto al mismo periodo de 2007. Con ese resultado, en todo el año pasado se dio un crecimiento de 1.8 por ciento, menor al 2 por ciento anticipado hace tres meses.
La cosa irá a peor este año. El gobernador del banco central estimó que en 2009 el producto interno bruto, la medida más amplia sobre el desempeño de una economía, decrecerá entre 0.8 y 1.8 por ciento a tasa anual, un ajuste significativo si se considera que hace tres meses el organismo estimó que la economía crecería de 0.5 a 1.5 por ciento.
Aunque entre las autoridades mexicanas no existe, como sí ocurre en Estados Unidos, una definición oficial de recesión (en aquel país es cuando el PIB acumula dos trimestres consecutivos de decrecimiento) los pronósticos ofrecidos ayer por el banco central dejan poco lugar para la interpretación.
“Evidentemente, al estar esperando una contracción económica, esto corresponde a cualquier definición de recesión”, consideró Ortiz Martínez. “Esperamos que hacia fines del año ya veamos una variación de la actividad económica que nos vaya indicando que ya salimos de la parte más recesiva del ciclo”, confió.
El peor de los mundos
Los indicadores sobre el desempeño del mercado interno y de la actividad con el exterior de la economía empeoraron en los últimos meses en prácticamente todos los renglones. Es la fotografía que muestra el Informe trimestral sobre la inflación octubre-diciembre de 2008, presentado ayer por el gobernador Ortiz Martínez, en una conferencia en que estuvo acompañado por los tres subgobernadores del organismo.
El debilitamiento de la economía mexicana “estuvo determinada en gran medida por el desfavorable entorno externo que prevaleció” en los últimos meses de 2008, indica el reporte (www.banxico.org.mx). El menor ritmo de actividad en Estados Unidos y otras naciones industrializadas “propició una contracción de las exportaciones manufactureras de México, al igual que menores ingresos del exterior por remesas familiares” y por turismo. “De hecho, prácticamente toda la gama de indicadores mostraron un debilitamiento: demandas interna y externa, producción de los distintos sectores y los indicadores del mercado laboral. Además, se acentuó el deterioro de los indicadores de confianza y de clima de negocios”.
Una de las expresiones más inmediatas del decrecimiento de la economía es la pérdida de empleos en el sector formal. Ocurrió ya en 2008, especialmente en la industria y la construcción, y se agudizará en 2009, según el informe del banco central.
En 2008 se perdieron 37 mil 500 plazas laborales en el sector formal de la economía “y se estima que al cierre de 2009 este indicador podría presentar descensos anuales de entre 160 mil y 340 mil trabajadores”, según el reporte.
Caen remesas por primera vez en 13 años
En 2008 las remesas representaron para el país un ingreso de divisas por 25 mil 145 millones de dólares, cantidad inferior en 3.6 por ciento a las registradas en 2007, informó el Banco de México. Es la primera ocasión que ocurre una variación negativa en este indicador desde que en 1995 el organismo recoge estadísticas puntuales.
Durante el cuarto trimestre de 2008, el ingreso de remesas resultó de 6 mil 160 millones de dólares, una disminución de 2.1 por ciento respecto del mismo periodo de 2007. En el primero, segundo y tercer trimestres del año anterior se habían registrado disminuciones anuales de 2.6, 1.1 y 8.2 por ciento, respectivamente.
El pozolero · Helguera
Editorial
Ante el desastre económico, cambiar el rumbo
El titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, anunció ayer que a partir del mes entrante habrá una “reducción del incremento” mensual al precio del diesel en 75 por ciento, como medida para atender “la problemática que viven productores del campo, de la pesca y del sector transporte” ante las constantes alzas del combustible. Así, el costo de éste aumentará cinco centavos cada mes en lugar de cada semana, como venía ocurriendo. El político michoacano expuso que su gobierno determinó realizar el ajuste pese a que “el precio en México continúa casi un peso por debajo del precio internacional” y afirmó que la medida significará “una reducción en los ingresos tributarios (…) de prácticamente 10 mil millones de pesos”, que se compensará con “una política de eficiencia y austeridad en el gasto corriente, particularmente en servicios personales y en algunas asesorías, que aumentaron significativamente en el presupuesto de este año”.
En un momento en que el país se enfrenta a un panorama alarmante y desolador, especialmente en el ámbito económico, cabría esperar de las autoridades, como mínimo, franqueza y recato discursivo. Con el anuncio de ayer, en cambio, el gobierno calderonista expresa lo contrario, pues pretende promover una medida que no recoge las demandas de los sectores afectados –los cuales piden el cese de los aumentos al diesel, no una disminución del ritmo de sus incrementos– ni revierte, como se afirma, los efectos de la política de precios de combustibles seguida por la actual administración.
Por añadidura, el funcionario incurrió en un recurso retórico insostenible: el “precio internacional” de los combustibles, el cual no existe. Hay, cierto, precios de referencia internacional para el petróleo, pero los de los combustibles varían de país en país –pueden ser 50 por ciento mayores que los que rigen en México, o bien 90 por ciento más baratos– y, en el caso de nuestro país, ni siquiera están sujetos a las cotizaciones internacionales del crudo, sino que son controlados por el gobierno federal a instancias de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Es obligado preguntarse, en todo caso, por qué no se sigue este mismo criterio para ajustar a la baja el precio de las gasolinas en el momento actual, cuando ese combustible se ha depreciado en otros países a consecuencia de la caída en la cotización de los hidrocarburos.
Adicionalmente, el aserto de que el costo de la reducción se compensará con recortes en rubros que “aumentaron significativamente en el presupuesto de este año” implica una confesión del jefe del Ejecutivo con respecto a la existencia, en el ámbito de la administración pública, de abultados gastos frívolos e innecesarios. Tal situación es particularmente inaceptable si se toma en cuenta que para la mayor parte de la población la actual crisis económica no comenzó hace unas semanas, por más que el discurso presidencial así parezca sugerirlo, y que la pobreza, la marginación, la desigualdad y el atraso social son realidades de larga data que ya estaban presentes en el momento en que Calderón asumió el cargo y cuyo combate exigía, desde entonces, entre otras acciones, de “políticas de eficiencia y austeridad en el gasto corriente”.
Por lo demás, el gobierno federal hace un flaco favor a su imagen al aplicar medidas, como la comentada, que bien pudieron haber tenido sentido meses o incluso años atrás, pero que en el momento presente parecen meros actos de simulación o reacciones tardías, parciales y defensivas ante las manifestaciones de protesta que tienen lugar en diversos puntos del país por el creciente precio del diesel. Con ello se refuerza la postura de quienes sostienen que el gobierno federal no logra tomar la iniciativa, e incluso que no está a la altura de las circunstancias para enfrentar una crisis económica que comienza a manifestarse en toda su crudeza.
En efecto, son preocupantes las estimaciones del Banco de México de que la economía nacional decrecerá entre 0.8 y 1.8 por ciento en 2009; las proyecciones del mismo organismo en materia de desempleo, que anticipan una baja de entre 160 mil y 340 mil trabajadores en el sector formal de la economía para el presente año, y sus informes en torno a las caídas en las remesas en 3.6 por ciento; los reportes sobre la pérdida del poder adquisitivo de los salarios –que acusaron, en diciembre, una caída real de 1.74 por ciento, según estadísticas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social–, además de los cientos de miles de historias personales y familiares de sufrimiento, incertidumbre y zozobra que se hallan detrás de los indicadores macroeconómicos.
Es urgente que el gobierno comience a dar signos de comprensión de la gravedad de esta coyuntura, y que cobre conciencia de que lo que se necesita es una política económica viable, que introduzca elementos de redistribución de la riqueza y reduzca, en esa medida, la insultante desigualdad que recorre la nación; que reconozca la necesidad de reactivar la economía y el mercado internos; que sea sensible hacia las necesidades de la gente, y que se decida a buscar nuevos paradigmas, más allá de posturas económicas fundamentalistas que han fracasado en el planeta y que han arrastrado en su naufragio a la mayor parte de los países.
No que no · Hernández
La crisis del Sr. Calderón
La actual crisis económica y financiera en proceso se ha fusionado con una previa: la que se gestó en el México de finales de los años 70 para enseñorearse del aparato productivo a partir de los 80. Varias administraciones sucesivas de priístas la fomentaron. Otra de panistas naufragó en esta atonía del crecimiento y la justicia distributiva reforzó la alocada desarticulación de las cadenas productivas para finiquitar, al fin, toda red de protección para sostener lo propio. El Sr. Calderón es un digno sucesor de esa estirpe de mediocridad, insensibilidad social, complicidades y acendrado entreguismo. Como heredero del pensamiento colonizado, ha hechas suyas todas y cada una de las consignas del consenso de Washington. Ahora tiene, entre sus pequeñas manos, un emparedado doble que contiene la crisis propia, irresponsablemente labrada, sazonada con la que proviene del exterior. Un fenómeno del que aún se desconocen muchos de sus componentes y, sobre todo, su duración. Demasiado para su corta estatura y nula capacidad de acción.
A esta altura del proceso decadente, el Sr. Calderón continúa afirmando, sin pena o rubor alguno, que éste, como cualquier otro, algún día pasará. Cree haber descubierto la esencia misma de la destructiva materia negativa y espera, hasta con cierta emoción (según ha dicho), el reto que significa enfrentarla. Toda su administración parece seguir la misma ruta marcada con tan endeble visión y recurre a enfatizar la causalidad externa de la crisis como alivio a las propias culpas. Uno o dos trimestres adicionales de angustias y todo habrá quedado atrás. Su asentado liderazgo, alegan los convenencieros beneficiados, permitirá la movilización de las energías sociales para encontrar salidas adecuadas. Sus asesores entrevén que los mexicanos sólo padecerán unos cuantos rasguños y seguirán adelante, cobijados con el manto protector de su gobierno. Ni siquiera reconocen los calderonistas de bolsillo las ataduras que los sujetan a lo que haga o deje de hacer Barack Obama para entender primero, y superar después, la depresión en que ha caído la economía de Estados Unidos. Un personaje para ellos distante, de propósitos diversos y visión del desarrollo fincado en un mayor balance de la equidad, rasgos ignotos para el Sr. Calderón y el oficialismo que lo envuelve y sujeta.
La fortaleza de las instituciones, las políticas económicas y financieras seguidas resistirán –se empeñan en repetir los panistas– como en ningún otro país los embates de la desconfianza, la sequedad del crédito, el desempleo, la carestía desatada por los continuos incrementos de los productos y servicios públicos (energéticos). La versión oficial sostiene, con imprudencia, que todo camina bajo control de los hacendistas y Los Pinos. Se aparentan seguridades, pero en seguida titubean y lanzan pronósticos de alarmante simpleza y optimismo que hacen reír a los mercados y alientan mayor especulación.
Frente a tan soberbios desplantes se va dibujando un serio y complejo panorama que corre en sentido contrario a los deseos del oficialismo. Nada apunta a una crisis de corta duración. Al contrario, los datos se acumulan para mostrar un largo periodo de contracciones y penurias, pues las ayudas no parecen relacionadas con la magnitud de las necesidades y requerimientos que, se espera, mitigaran los perniciosos efectos recesivos. Pero lo más alarmante es que se apuntan remedios nebulosos ante una crisis desconocida en su real naturaleza y componentes. No se reconoce, incluso, que se navega sobre una estructura desintegrada, dependiente del exterior para poner al alcance del consumidor lo que éste solicita. Las importaciones son, por defecto intrínseco del modelo vigente, el cauce que satisface el consumo y, por esa vía, los descalabros serán adicionales.
Los monumentales déficit del comercio externo y de la balanza de pagos son los peores obstáculos para una continuidad sin sobresaltos que reponga los dispendiosos usos y costumbres anteriores. Tales déficit auguran, qué duda cabe, la imposibilidad de seguir la senda de un México subordinado al exterior según las reglas del TLC y la ausencia de un programa de desarrollo productivo, tecnológico, científico y educacional que soporte el crecimiento ansiado. Los compromisos de pagos para los semestres venideros de las empresas sobrendeudadas en dólares, junto con el servicio de la deuda externa pública, someterán al peso a presiones que impedirán la estabilidad cambiaria, ya afectada, de salida, por una devaluación del peso superior a 40 por ciento. Las reservas acumuladas en el periodo de auge petrolero tardarán pocos meses en irse por el ancho canal que tienen delante.
Pero el Sr. Calderón recae, a cada paso, en lanzar señales encontradas. Todo parece depender de lo que le escriben sus asesores discursivos pues, cuando lee, dice una cosa y, cuando se encarrila en la improvisación, deja fluir su real sentir, contrario en esencia e intenciones a lo pautado con anterioridad. Así, celebra con entusiasmo la reforma petrolera, negando toda privatización, sólo para añorar, en su alocución reciente (La Venta, Oax.), no haber seguido su consigna de ceder a los privados las refinerías. Similar fenómeno le ocurrió en su gira por Sudamérica y frente al grupo de Río. Ahí, Calderón se suma a la corriente que propone reformas (aunque sean todavía abstractas) a la desregulada industria bancaria, y en sus improvisaciones trata, por el contrario, de atajar el cambio y aconseja no entorpecer los libres flujos de capitales y el comercio. Ambos pilares bajo asedio e impuestos por una globalización tramposa y eficaz transmisora de la crisis. En estos días de desconcierto interno y retobos por doquier debido a los abusos de la hacienda pública (vía precios) y de los bancos con sus servicios, el Sr. Calderón va a Davos, Suiza, para alardear de su programa contracíclico que a nadie convence ni se ve avanzar por lado alguno.
El cumplidor · El Fisgón
Astillero
■ Presidente dísel (dice él)
■ Solá, a Campeche
■ Favoritismo en Sonora
■ Mexamigos de Clinton
Ampliar la imagen COLOQUIO EN CHAPULTEPEC. Legisladores escuchan a los participantes en la primera sesión del foro económico México ante la crisis: ¿qué hacer para crecer?, que organiza el Senado Foto: José Antonio López
Con las maletas listas para viajar a Davos, donde se reunirá con los gurús de las teorías desfondadas, el animador mexicano Felipe Calderón se permitió soltar ante una audiencia protestante un chistecillo aritmético cruel: ante el tamaño de la crisis económica que ahora sí acepta que no será un simple catarrillo pasajero, y ante una movilización nacional contra los progresivos aumentos a los combustibles, particularmente el dísel, el michoacano sonriente hizo saber que ese motivo de angustia popular será reducido en 75 por ciento... en cuanto a los aumentos venideros, pues viendo para atrás sólo se aplica la doctrina hacendaria de que lo caido, caido. Es decir, de ahora en adelante, el incremento semanal será mensual, y ¡todos contentos!
Esos malos trucos numéricos son, en realidad, inflacionarios, pues aumentan aceleradamente la percepción de que al frente de las instituciones mexicanas (haiga sido como haiga sido) y en uno de los peores momentos del país, lo que hay son funcionarios devaluados e insensibles que, sin embargo, gastan y dilapidan como si cumplieran siquiera la centésima parte de lo que deberían hacer. Eso sí, ayer, al deplorar que habrá disminución del dinero público por los malabarismos del descuento del tramposo 75 por ciento en “el ajuste actual del diesel”, Feli-Feli reveló al nervioso público que hará pejeahorrillos y se acogerá a la fórmula exótica de la austeridad, pues aún existen resquicios por los cuales se gastan algunos centavillos extras, ni más ni menos que unos... mmm, pues unos 10 mil millones de pesos que ¡siempre sí se pueden ahorrar!, sobre todo metiéndole tijera a “servicios personales y algunas asesorías que aumentaron significativamente en el presupuesto de este año”. ¡10 mil millones de pesos en chuchulucos cortesanos!
Por lo pronto, ¡feliz viaje a Suiza!, con las alburas doctrinales económicas que ya no sirven en el contexto mundial oscuro. ¡Ah, otro paisaje, otras palabras, otro mundo! Mientras en México las mechas sociales se multiplican. La insoportable levedad del no ser.
Astillas
El candidato de Carlos Mouriño Atanes a la gubernatura de Campeche, Mario Ávila Lizárraga (MAL), tendrá como asesor y entrenador en comunicación y estrategias políticas al publicista de origen español Antonio Solá, que en 2006 creó la frase de “López Obrador, un peligro para México” y desarrolló una campaña de división social que hoy persiste, agravada, en el país. Aun cuando falta realizarse la contienda interna por la candidatura blanquiazul, el envío de Solá a la entidad que quiere ser escriturada políticamente a la familia Mouriño es demostrativo del interés extremo de Los Pinos por rodar en aquellas locaciones sureñas la cinta gallega de aventuras empresariales denominada En el nombre del hijo…
Mientras, en Sonora, este lunes se dieron a conocer en el diario Expreso, que dirige Martín Holguín, detalles de la manera en que la favorita de Los Pinos para suceder a Eduardo Bours, la ex alcaldesa Dolores del Río, ha sabido favorecer a sus correligionarias y amigas desde el presupuesto que ejerció en el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA). Según una nota firmada por Antonio García, la funcionaria federal otorgó el 27 de marzo de 2008 un contrato de 2 millones de pesos a la hermosillense Olivia Mendoza Aguirre, que se afilió al PAN en 2005 de la mano de Mario Alberto Corona Urquijo, quien participó en la administración de la capital sonorense cuando Del Río era presidenta, actualmente es coordinador general de plazas comunitarias del INEA y fue novio de la beneficiaria del contrato “justificado” con la elaboración de “una plataforma de comunicación” para el citado instituto educativo. En noviembre de 2007, la misma Olivia había recibido por adjudicación directa otro contrato, éste por 310 mil pesos, para dar “seguimiento y apoyo operativo para la determinación de indicadores para la consolidación del proyecto Cero Rezago Educativo”. Por si fuera poco, “la escritora María Antonieta Mendívil, amiga de la ex alcaldesa, recibió también un contrato por 339 mil 250 pesos”…
Como parte del gabinete de Barack Obama, Hillary Clinton hubo de dar a conocer información financiera propia y de sus familiares, entre ellas la correspondiente al pizpireto Bill que, el año pasado, se embolsó 6 millones de dólares por dar conferencias en países como México, donde Value Grupo Financiero le pagó 300 mil dólares (Value es dirigida por Carlos Bremer Gutiérrez, empresario de Nuevo León que es uno de los principales donantes a la fundación Clinton, a la que ha entregado entre 250 mil y 500 mil dólares), 250 mil dólares más de la filial mexicana de los Amigos de Zaka (organización de voluntarios israelíes que recogen restos de terroristas suicidas para entregarlos a los familiares para que les den una sepultura digna; Zaka es la abreviatura en hebreo de Zihuy Korbanot Ason, que significa “identificación de víctimas de desastres”) y otro cuarto de millón de dólares del Consejo Nacional Empresarial Turístico (cuyo presidente es Ernesto Coppel Kelly, un empresario hotelero que con dinero texano comenzó vendiendo condominios y ahora tiene espectaculares propiedades, en una de las cuales, en Cabo San Lucas, luce el escritorio de Porfirio Díaz como “joya de la corona” de sus colecciones de historia y arte)...
Y, mientras Ebrard continúa tomándose con el calderonismo fotografías apenas veladas (ayer, el romántico clandestino habló de que las “diferencias políticas” no serán “obstáculo” para trabajar “de manera estrecha” con Felipe Conmemorativo, confesó que para efectos de festividades de calendario colaborará con Los Pinos “en lo que se le pida” (¡gulp!) y que se mantendrá fielmente en el ámbito de lo “conjunto” respecto a los seductores federales), ¡hasta mañana, con el IFE que ha autorizado con descaro el uso en elecciones de programas sociales por parte de gobernantes, lo que pretende legitimar el absurdo de que el PAN use lemas y temas del calderonismo para allegarse votos: de la discreta despensa al clientelismo institucionalizado!
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LA IZQUIERDA EN EL CAMPO DE LO POLÍTICO
La política es algo que nace cuando nos relacionamos con los otros hombres, mismos que tienen la potencialidad del razonamiento, pero también poseen la capacidad de asesinar, de robar y de inculpar al otro para apropiarse de sus bienes.
La política va más allá de buscar los medios para conseguir los fines, tampoco es sólo dominación del hombre por el hombre. La política es la relación que se genera entre todos aquellos interesados en transformar su medio social.
Haciendo una revisión histórica de la experiencia humana podemos concluir al menos dos cosas: una es que la política es aquello que consiste en tomar las decisiones que implican mover voluntades sobre todos los que habitan en un territorio determinado y la segunda que ésta puede ser colectiva, ya que los pocos que dominan se coaligan para defender el aparato de poder que les permite mantener sus privilegios.
En el siglo XIX las grandes ciudades implicaron un problema aún mayor por resolver para los intelectuales al servicio del estado: las grandes concentraciones de personas que las fábricas habían requerido, comenzaban a pugnar por derechos que antes no se habían diseñado en el derecho. Los movimientos sociales comenzaron a tener triunfos socialistas, ello implicó precisamente que el intelectual se cuestionara el poder y la violencia que radica en esos aparatos anticuados y al sistema explotador que defendía. Nadie tenía porque respetarlos si estos mismos sistemas eran los generadores de la explotación y la ignominia de los pueblos, así que se dio un nombre a toda una clase de hombres que recorrían a todo el planeta, para que tuvieran un rostro político, dotados de poder por la fuerza de la unión, este sujeto político se llamó: los proletarios.
Este nuevo sujeto colectivo llamaba a todos los proletarios a mirar a sus compañeros de clase como eso, como fraternos compañeros en contra del opresor. El marxismo interpelo a los hombres que no se decidían a hacer uso de la política. De ahí hasta nuestros días las largas y cruentas luchas se enarbolaron por los movimientos sociales que enfrentaron al estado y a los explotadores para fundar con autoridad el nuevo derecho de la soberanía popular, el poder del pueblo.
La autoridad que siempre se ha fundado en la violencia del estado en contra de todos sus súbditos ahora debía tenerla el pueblo y no una élite. Fue así que se "universalizó" el voto y los derechos sociales conquistados se declararon en actas mundiales de papel. Pero, ¿se ha acabado la explotación en el mundo? Basta con mirar cada país pobre del mundo, cada barrio proletario y pueblo marginado para mirar la desigualdad. Los derechos sociales siguen siendo de papel cuando los pueblos marginados no fundan su poder en firmes propuestas de hacer política.
Así pues, debemos comprender que la política sólo se convierte en poder, en hecho, en obligación, en autoridad, cuando ha logrado aglomerar grandes cantidades de fuerza, de voluntades, de militantes y trabajadores de la comunidad política a la que se pertenece. No basta con ser una fuerza social si no sabe colocar sus intereses en el campo de lo político para luego desarmarlo.
¿Qué implica pertenecer al campo de lo político en la actualidad?
Queremos referirnos a la idea de "campo de lo político" para decir que la política no sólo es el Estado (como gobierno) sino que el aparato político requiere de muchas otras fuerzas para subsistir, por ejemplo, una cuadrilla de periodistas y medios masivos de comunicación, instituciones escolares y universitarias que alimenten la ideología dominante, así como líderes de sindicatos y comunidades que manipulen la cultura, la educación, la organización social de acuerdo a los intereses del campo político, que son en primera instancia mantener el poder.
Por tanto para entrar en este campo primero hay que tener las condiciones sociales que se requieren para incorporarse a él y obedecer las reglas del juego de dicho campo político. Los políticos "profesionales" luchan contra sus adversarios por el monopolio de la manipulación legítima del poder sobre el Estado. Pero en su lucha requieren de una complicidad entre poderes políticos, mediáticos, encuestadores de opinión, la academia internacionalizada y los capitales del mercado, ajustando valores morales a una visión que genere una ideología, una creencia, (lo que ahora llamamos la cultura neoliberal) para mantener dicho poder. Por ejemplo, las mutaciones del derecho de rebelión donde primero se reconoce a los revolucionarios como héroes de la patria, pero cuando los agentes usurpadores del poder requieren de "orden" se les define ya no como rebeldes sino como delincuentes. Todos hemos visto como en la actualidad los revolucionarios pasaron a ser narco-guerrilleros y las comunidades organizadas son llamadas células terroristas, por una ideología avalada por todo el campo político mundial controlado por el imperio Yankee.
¿Pero es posible que los líderes de la "izquierda" participen en este campo? ¿o que la izquierda en general deba aparecer en este campo de lo político?
Cuando las condiciones sociales que otorgan el acceso a la política, se reducen al dinero, la educación y el sexo (por ser varones), la política deja afuera a las personas poco instruidas, a la gente pobre y a las mujeres que quedan en la posición más débil para defenderse en este campo de lucha. Para paliar esta contradicción se han generado otras condiciones donde la primera acumulación de capital político y el excedente económico puede ser obtenido mientras por una clase privilegiada que se da el lujo de distraerse de las actividades productivas. Por ejemplo, en las organizaciones sindicales debe dotarse al representante de un excedente económico para que éste pueda deslindarse de ciertas actividades y dedicarse a hacer política, pero debe ganar beneficios para todo el sindicato y demostrar que es capaz de retribuir con fuerza política y mediática. Todos los que son representados en un grupo de acción política delegan su autoridad (su capacidad violenta de hacer efectivos sus derechos), a un representante que sabrá moverse en el campo político de su institución o empresa y en el campo social. Sin embargo, cuando el campo de lo político lo absorbe este debe saber jugar el juego de la corrupción o perderá el reconocimiento de los políticos "profesionales" que avalan su prestigio. Otra forma de relaciones de fuerza es el Partido que requiere de una burocracia que trabaje para dar "legitimidad" a sus dirigentes, y la fuerza de un dirigente depende de la fuerza del partido en general.
Así pues desde estas condiciones para entrar en el campo de lo político y acumular capital político debe uno comenzar utilizando el lenguaje, los trucos, las relaciones de fuerza, aprender a tratar a los adversarios, toda un cultura que si no se domina no se juega. No se trata de hablar o decir la verdad, de socializar productos académicos, sino de saber-hacer fuerza dentro del campo.
Es por todo esto que un movimiento revolucionario o transformador debe cuestionar las fronteras, cambiar la cultura y las leyes del campo, pero sobre todo cambiar a los que detentan la ley del campo. Debe convencer, con la acción política y cultural, que la pobreza es en sí un fenómeno político, no natural ni resultado de la escasez sino de la violencia y de la usurpación. Debe cambiar los principios de pertenencia, a las personas, para rehacer una estructura de principios colectivos, socializarlo todo, legitimarlo con la fuerza del pueblo. Y es que un grupo de acción política revolucionaria es una "voz racional propia siempre colectiva" y sobrevive siempre fuera de las instituciones políticas. Sin embargo la pregunta que siempre llega es el ¿Cómo? ¿acaso, arrebatando los símbolos de legitimidad?
No podemos olvidar que el Estado trata de reproducir las formas en las que se expresa "la unidad" aunque no sea más que la unidad del pillaje a través de los símbolos "patrios": los presidentes, sus elegantes vestidos, la escenografía, los escudos y las banderas que los revisten de "poder". Su lenguaje, tonos y acentos, todo ello se afirma como práctica del saber profesional. Al pueblo se le da como limosna, el símbolo de poder en las elecciones.
Pero el sistema electoral no es una forma de acción política, sino que tiende a ser desmovilizador. Sirve para analizar tendencias pero no para transformar una situación nacional. Es por esto que las relaciones de diálogo y las acciones políticas deben ser superiores a la mediación del voto para contrarrestar procesos de decadencia social y política.
Así pues, para enfrentar esta complejidad social y cultural entramada en el campo político, un grupo de acción revolucionario debería por lo menos: a) Generar opinión colectiva y que esta sea el ámbito central de decisión; b) Rotar la autoridad; c) Mantener vivos los instrumentos de estrategia colectiva y de acción concertada; e) Mantener condiciones de responsabilidad compartida a través de estructuras condensadas y no filtros manipulables para ingresar o expulsar militantes y d) Rotar la administración de sus medios de comunicación, ya que la libre prensa adquiere también un capital político, por ello toda organización debería manifestarse en uno o varios periódicos.
De los caudillos y líderes revolucionarios
El representante que ha logrado autoridad, suele serlo porque tiene mucha capacidad de movilizar. Sin embargo, un representante es imposible que tenga la suficiencia de organizar si la organización entera a la que representa no tiene la aptitud de proponer mecanismos para la acción concertada. Aunque el representante, o movilizador manejen contenidos comunicativos esto no significa que las personas se comuniquen desde un grupo de acción política, mucho menos si no opinan diferente y lo plantean en los espacios de discusión. El trabajo colectivo, es un paso más importante que la búsqueda de nuevos lideres, ya que consiste en la búsqueda de la opinión común, donde el voto es superado por el intercambio de discusión y crítica. ¿Quién tiene la palabra más legítima, el que habla desde lo que nos incumbe a todos ó el que crea condiciones para que todos nos involucremos en la palabra?
Mientras se mantenga la lucha ideológica entre dirigentes solo podrá observarse en el campo de la "izquierda" una lucha de simbolismos que no tienen fuerza porque no hay estructura que haga florecer las ideas de verdad y justicia con fuerza política.
De los militantes
Como todo grupo de acción política revolucionaria que nace desde la exclusión del sistema, siempre debemos mantenernos en esa exterioridad que nos funda como pueblo, y ante la ideología de individualización (que sólo nos colectiviza a través del fútbol, los centros comerciales y los espectáculos), debemos ejercer el estudio y la praxis comunitaria como fundamentos de la comunidad política.
Hasta aquí algunas ideas relativas al olvidado y esquivado campo de lo político, esperando que generen nuevas respuestas y discusiones.