Mi querido FECAL, se respaldara como siempre lo
hacen:
Si la suprema corte exime a Mario Marin, quines
somos nosotros para que no respetemos a las INSTITUCIONES, que para eso las creamos, (para que nos ayuden a respaldar nuestros cochupos).
Columna de la Jornada de Oriente
CUITLATLÁN
Cuando Calderón sacó “tarjeta roja” contra Marín
Fermín Alejandro García
Ayer y anteayer, de un plumazo, la llamada “burbuja marinista” olvidó que el pasado 17 de febrero de este año el entonces candidato del PAN y ahora presidente electo le sacó la “tarjeta roja” al gobernador Mario Marín Torres, al señalar que el mandatario tenía que ser destituido, y por esa razón acompañó a los diputados locales de su partido a presentar una demanda de juicio político en contra del jefe del Poder Ejecutivo estatal. Ahora el marinismo está dispuesto a olvidar esa advertencia, y también los panistas están haciendo mutis.
Ese comportamiento sería un nuevo elemento para suponer que si existió, y tal vez sigue existiendo, un entendimiento entre ambas partes. Sobre todo por el comportamiento del PAN que fiel a su costumbre de utilizar los conflictos para chantajear, parece que se prepara a realizar nuevas concertacesiones utilizando el Lydiagate.
Para sustentar lo anterior hay que observar el siguiente comportamiento: luego de esa visita de Calderón los diputados locales del PAN cada semana exigían que se investigara el Lydiagate y apoyaron la propuesta del perredista Rodolfo Huerta Espinosa para que se creara una comisión legislativa que conociera de ese asunto. Era una prioridad de la fracción panista.
Pero desde hace varias semanas esa beligerancia de los diputados panistas ha amainado de manera considerable, de tal forma que en el Congreso el caso Lydiagate parece estar durmiendo el sueño de los justos, incluida la solicitud de juicio político contra Marín que se presentó el 17 de febrero, misma que nunca ha sido sometida a consideración de los integrantes de la Comisión de Gobernación.
¿A qué se debe que los diputados panistas parecen haber dejado el tema de Lydia Cacho? Todo hace suponer a que estarían esperando a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación emita su fallo sobre el Lydiagate, pero sobre todo Felipe Calderón dé línea sobre cuál debe ser el destino de dicho asunto.
Algunos creen que Calderón podría utilizar el escándalo del góber precioso para intentar legitimarse al darle la espalda a Marín. Pero también hay suficientes elementos para creer que lo más probable es que los panistas no harán nada contra el mandatario poblano, pero sí le pasarán “la factura”, es decir, le exigirán algo a cambio. Por eso la demanda de juicio político antes mencionada está, como dicen los tecnócratas, en stand by.
Mientras que los marinistas ya demostraron que “tragarán sapos” y se olvidarán que ese 17 de febrero en Huejotzingo, Calderón, utilizando una cartulina roja como si fuera una tarjeta de árbitro de futbol –ver foto– afirmó que Marín tenía que ser expulsado del gobierno, y añadió que era intolerable que por una orden del mandatario se desnudó, se intentó violar y se pisotearon los derechos de Lydia Cacho.
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