serde la Jornada de Oriente
OPINIÓN
Haciendo historia
David Méndez Márquez
Artículo 39 de la Constitución.
La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.
Nuestro país esta viviendo un momento histórico en el que está por definirse si en México se consolida la democracia o si una vez más un pequeño grupo logra anteponer sus intereses a los de toda la nación. La derecha de nuestro país ha visto por primera vez desde hace muchos años verdaderamente amenazados sus poderosos intereses y, espantada, ha decidido mejor quitarse la máscara democrática e imponer a como dé lugar a un gobierno espurio que nuevamente sólo se dedique a servirle. Sin el menor recato, ha ordenado a sus principales instrumentos, el PRI y el PAN, fusionarse para defender como uno solo a sus dueños de siempre, y con esto lograr consumar su pretendida imposición.
Ante esta situación tan evidente, los ciudadanos que anhelamos una verdadera democracia en México tenemos la responsabilidad histórica de cohesionarnos y organizarnos para impedir un retroceso democrático en nuestro país. Con la fuerza de la ley y la razón de nuestro lado invitamos a todos los poblanos a participar en la Convención Nacional Democrática, acto histórico que sin lugar a dudas será un parteaguas en la vida política de México, ya que seguramente recogerá y hará suyos los más grandes y legítimos anhelos de todo nuestro pueblo y marcará las rutas por las que los convertiremos más temprano que tarde en una realidad.
Recordemos que en nuestra historia pasada y reciente la derecha y sus poderosos intereses han sido derrotados muchas veces; la última fue hace tan sólo un año cuatro meses, cuando por la vía del desafuero pretendieron arrebatarle la esperanza de cambio a todo un pueblo. No les fue suficiente que se aliaran los más poderosos hombres del poder y del dinero de este país para lograr derrotar a millones de mexicanos que aprendimos que, unidos, la historia la escribimos nosotros.Llegó el momento de tomar nuevamente la historia en nuestras manos y asumir el compromiso con nosotros mismos de participar brazo con brazo junto con millones de compatriotas que desde todos los rincones de la patria aportan su grano de arena para que este país cambie y nuestro pueblo y nuestra patria ocupen en definitiva el lugar que se merecen en el concierto de las naciones libres y dignas del mundo