De que cantantes de protesta
y de los que protestan cantando
(¿Dónde está Serrat, Sabina, Ana Belén,
Chávez?)
Yo no canto por cantar,
Ni por tener buena voz.
Canto porque la guitarra
Tiene sentido y razón...
Leo la nota sobre Alejandro Filio y me da tristeza ver cómo algunos son, como diría mi padre, "más largos que una noche sin cenar". Es decir, que cuando realmente se les necesita, cuando las palabras ayudan a evitar las armas, prefieren hacer la "graciosa huida que no la apasionada entrega".
Llevamos más de dos meses de lucha, de resistencia civil pacífica, de estar aguantando la descalificación del gobierno, de los medios nacionales e internacionales y esos "audaces cantantes" que, año con año, venían a México a promover (previo jugoso pago) las canciones con "conciencia social, con mensaje, con compromiso" no han dicho "esta boca es mía". Terminaron siendo tan comerciales y tan mentirosos como aquéllos a quienes critican.
Hasta ahora, que yo sepa, no ha habido un sólo pronunciamiento respecto al fraude electoral en México de parte de ninguno de esos "conscientes demócratas españoles" a quienes procurábamos ver en cuanto llegaban a México a fin de alimentarnos de progresismo, solidaridad y espíritu crítico. Pero, como bien dice el ilustre filósofo mexicano, Juan Gabriel, "me despertó la realidad y fue la muerte"... De pronto me doy cuenta que Serrat no es tan comprometido como dice ser en sus canciones, tampoco Chávez y, qué decir de Ana Belen que incluso sirvió de musa para los spots del Partido Popular (el equivalente al PAN) o del oportunista de Joaquín Sabina que, en cuento dejó la droga, se olvidó de su irreverencia y ahora hace reverencias a los mismísimos reyes españoles en cuanto le dan un premio...
Tal vez estos cantantes de seudoprotesta no saben que quienes comprábamos sus discos, íbamos a sus conciertos y creíamos en sus palabras somos a los que ahora nos llaman "los renegados" porque apoyamos al loco mesíanico de Andrés Manuel López Obrador o, tal vez si lo sepan y, como Alejandro Filio, prefieren que no los identifiquen con nosotros.
Bueno, pues por mi parte, no volveré a comprar un disco de ellos, ni iré a sus conciertos, ni promoveré sus palabras, ni creeré en ellos.
Lo lamento por Serrat, pues para mi es el único que tenía algo más interesante que dar. No es el caso de Ana Belén que aprendió bien cómo vivir del cuento intelectual, robando cámara a su propio marido; o del exdrogadicto de Sabina que perdió la chispa cuando se volvió gente "normal".
Ojalá muchos de las redes se unan al boicot porque el engaño no es que no piensen como nosotros, sino haber venido sólo a cobrar inventando una imagen falsa. Ellos hablan de democracia pero sólo para su tierra... ¿seguiremos comprando espejitos?
CANTO QUE HA SIDO VALIENTE SIEMPRE SERÁ CANCIÓN NUEVA
Por el bien de todos primero los pobres