El gobierno federal se inventó una crisis en Pemex para abrir el camino a la IP: Etcheverry y Beltrán
Ernesto Aroche Aguilar
Para Armando Etcheverry y Beltrán, asesor del Comité de la Energía de la campaña de Andrés Manuel López Obrador, la “presunta” crisis que vive la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) es ficticia, pues por si sola, y gracias a los altos precios que el energético ha alcanzado en los últimos años, ingresa al erario público entre el 30 y el 35 por ciento de los recursos fiscales.
Lo que sucede, señaló al ser entrevistado, minutos antes de presentar su ponencia “Renta petrolera e ingresos fiscales” en el auditorio de la Facultad de Electrónica de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), es que Fox buscó pasar de “a muertito” durante su administración, “pues en lugar de reinvertir en la industria petrolera usó los recursos extraordinarios para pagar la deuda externa”, proceso el cual creció al mismo ritmo la deuda interna.
Dentro del marco de la “Agenda económica y social de México”, en la que especialistas e investigadores presentarán líneas de acción sobre las que tendrá que trabajarse en los próximos años, el especialista sostuvo que la falta de reinversión en la paraestatal energética, a pesar de que el Estado exige más del 60 por ciento de las utilidades netas anualmente, es parte de un proceso que se inició durante el sexenio de Salinas para debilitar a la compañía y permitir el ingreso de capital privado.
Y no se trata, sostuvo, de negar la participación de la iniciativa privada (IP) en el proceso productivo, “pues han estado presentes desde siempre, Pemex siempre ha utilizado contratistas para algunos trabajos”, sino de evitar que sólo algunos cuantos se beneficien con los recursos de la nación “que pertenecen a todos”.
“La Constitución prohíbe la explotación de los hidrocarburos en manos de particulares, aunque se han buscado mecanismos y esquemas que permitan a los particulares beneficiarse de los recursos, entre ellos los Contratos de Servicios Múltiples”, afirmó el analista.
De acuerdo con la Carta Magna en su artículo 27 “El dominio de la nación es inalienable e imprescriptible y la explotación, el uso o el aprovechamiento de los recursos de que se trata, por los particulares o por sociedades constituidas conforme a las leyes mexicanas, no podrá realizarse sino mediante concesiones otorgadas por el Ejecutivo Federal” aunque “tratándose del petróleo y de los carburos de hidrogeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgaran concesiones ni contratos, ni subsistirán los que, en su caso, se hayan otorgado y la nación llevara a cabo la explotación de esos productos”.
A pesar de lo anterior se pusieron en marcha esquemas como los Contratos de Servicios Múltiples, “que son violatorios a la Constitución”, en donde hacen participes a particulares de la producción y la explotación del energético; esquema irregular, de acuerdo con Etcheverry y Beltrán, por varias razones: son contratos que no están gravados, “lo que permite que los empresarios no paguen IVA, los contratistas tenga participación en las decisiones, con la posibilidad de establecer como prioridades sus propios intereses”.
Para el asesor la acumulación de reservas monetarias, que durante este sexenio alcanzó los 70 mil millones de dólares, si bien permitió la estabilidad económica lo hizo a costa del desarrollo de Pemex.
“Fue una política irracional, si se hubiera invertido parte de ese dinero en infraestructura se hubiera podido elevar la productividad no sólo de Pemex, sino de todo el país”, lo que se necesita, afirmó, es, por un lado, “desgravar a la paraestatal gravando a todas aquellas grandes empresas que en este momento obtienen beneficios y exenciones gratuitas” y por el otro lado invertir en exploración, “tenemos reservas probadas para 13 años, pero eso no nos va alcanzar para siempre”.
Ernesto Aroche Aguilar
Para Armando Etcheverry y Beltrán, asesor del Comité de la Energía de la campaña de Andrés Manuel López Obrador, la “presunta” crisis que vive la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) es ficticia, pues por si sola, y gracias a los altos precios que el energético ha alcanzado en los últimos años, ingresa al erario público entre el 30 y el 35 por ciento de los recursos fiscales.
Lo que sucede, señaló al ser entrevistado, minutos antes de presentar su ponencia “Renta petrolera e ingresos fiscales” en el auditorio de la Facultad de Electrónica de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), es que Fox buscó pasar de “a muertito” durante su administración, “pues en lugar de reinvertir en la industria petrolera usó los recursos extraordinarios para pagar la deuda externa”, proceso el cual creció al mismo ritmo la deuda interna.
Dentro del marco de la “Agenda económica y social de México”, en la que especialistas e investigadores presentarán líneas de acción sobre las que tendrá que trabajarse en los próximos años, el especialista sostuvo que la falta de reinversión en la paraestatal energética, a pesar de que el Estado exige más del 60 por ciento de las utilidades netas anualmente, es parte de un proceso que se inició durante el sexenio de Salinas para debilitar a la compañía y permitir el ingreso de capital privado.
Y no se trata, sostuvo, de negar la participación de la iniciativa privada (IP) en el proceso productivo, “pues han estado presentes desde siempre, Pemex siempre ha utilizado contratistas para algunos trabajos”, sino de evitar que sólo algunos cuantos se beneficien con los recursos de la nación “que pertenecen a todos”.
“La Constitución prohíbe la explotación de los hidrocarburos en manos de particulares, aunque se han buscado mecanismos y esquemas que permitan a los particulares beneficiarse de los recursos, entre ellos los Contratos de Servicios Múltiples”, afirmó el analista.
De acuerdo con la Carta Magna en su artículo 27 “El dominio de la nación es inalienable e imprescriptible y la explotación, el uso o el aprovechamiento de los recursos de que se trata, por los particulares o por sociedades constituidas conforme a las leyes mexicanas, no podrá realizarse sino mediante concesiones otorgadas por el Ejecutivo Federal” aunque “tratándose del petróleo y de los carburos de hidrogeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgaran concesiones ni contratos, ni subsistirán los que, en su caso, se hayan otorgado y la nación llevara a cabo la explotación de esos productos”.
A pesar de lo anterior se pusieron en marcha esquemas como los Contratos de Servicios Múltiples, “que son violatorios a la Constitución”, en donde hacen participes a particulares de la producción y la explotación del energético; esquema irregular, de acuerdo con Etcheverry y Beltrán, por varias razones: son contratos que no están gravados, “lo que permite que los empresarios no paguen IVA, los contratistas tenga participación en las decisiones, con la posibilidad de establecer como prioridades sus propios intereses”.
Para el asesor la acumulación de reservas monetarias, que durante este sexenio alcanzó los 70 mil millones de dólares, si bien permitió la estabilidad económica lo hizo a costa del desarrollo de Pemex.
“Fue una política irracional, si se hubiera invertido parte de ese dinero en infraestructura se hubiera podido elevar la productividad no sólo de Pemex, sino de todo el país”, lo que se necesita, afirmó, es, por un lado, “desgravar a la paraestatal gravando a todas aquellas grandes empresas que en este momento obtienen beneficios y exenciones gratuitas” y por el otro lado invertir en exploración, “tenemos reservas probadas para 13 años, pero eso no nos va alcanzar para siempre”.