La Jornada de Oriente
EDITORIAL
FASCISMO EN LA COPARMEX
Este martes se realizó la asamblea semestral de la Confederación Patronal de la República (Coparmex), y ahí el presidente nacional de esta organización, Ricardo González Sada, junto con otros oradores, calificó de “rijosos” a miembros del PRD, y exigió que la fuerza pública evite que los perredistas se manifiesten durante la toma de posesión de Felipe Calderón Hinojosa como presidente de México.
Lo ocurrido ayer en esa reunión pone de manifiesto que la Coparmex no es un organismo apartidista e independiente, sino que es una organización vinculada al PAN y que está a favor de la represión en contra de aquellos ciudadanos que no piensan igual que los dirigentes del Partido Acción Nacional.
El uso de la fuerza pública, tal como lo pide la Coparmex, es inaceptable. En primer lugar, porque un militar no puede impedir a un legislador del PRD que fue electo por el voto popular poder manifestarse en un acto público, como es el caso de la toma de posesión de Calderón. Y porque la inconformidad contra el presidente electo no proviene solamente de los partidos que formaron la Coalición por el Bien de Todos, sino de amplios sectores de la población que fueron testigos de las anomalías que ayudaron a fraguar el triunfo del político panista.
La actitud que ha asumido la Coparmex, le guste o no a los miembros de esta organización, y sin temor a que se esté mencionando una exageración, se puede calificar como propia del pensamiento fascista. Ya que en esa agrupación no acepta la diversidad social y que alguien puede pensar de manera diferente a la ideología de los patrones de derecha.
FASCISMO EN LA COPARMEX
Este martes se realizó la asamblea semestral de la Confederación Patronal de la República (Coparmex), y ahí el presidente nacional de esta organización, Ricardo González Sada, junto con otros oradores, calificó de “rijosos” a miembros del PRD, y exigió que la fuerza pública evite que los perredistas se manifiesten durante la toma de posesión de Felipe Calderón Hinojosa como presidente de México.
Lo ocurrido ayer en esa reunión pone de manifiesto que la Coparmex no es un organismo apartidista e independiente, sino que es una organización vinculada al PAN y que está a favor de la represión en contra de aquellos ciudadanos que no piensan igual que los dirigentes del Partido Acción Nacional.
El uso de la fuerza pública, tal como lo pide la Coparmex, es inaceptable. En primer lugar, porque un militar no puede impedir a un legislador del PRD que fue electo por el voto popular poder manifestarse en un acto público, como es el caso de la toma de posesión de Calderón. Y porque la inconformidad contra el presidente electo no proviene solamente de los partidos que formaron la Coalición por el Bien de Todos, sino de amplios sectores de la población que fueron testigos de las anomalías que ayudaron a fraguar el triunfo del político panista.
La actitud que ha asumido la Coparmex, le guste o no a los miembros de esta organización, y sin temor a que se esté mencionando una exageración, se puede calificar como propia del pensamiento fascista. Ya que en esa agrupación no acepta la diversidad social y que alguien puede pensar de manera diferente a la ideología de los patrones de derecha.