lunes, mayo 21, 2007

¿Y la Payan?


Coinciden encuestas en ventaja de Ortega; alud de denuncias por irregularidades

El PRI se perfila para quitarle al PAN la gubernatura y la capital

Participación de 66.8%, según cifras preliminares

Panistas, del festejo a las caras largas

FABIOLA MARTINEZ , LUIS BOFFIL

La candidata del PRI a la gubernatura de Yucatán, Ivonne Ortega, y el panista Xavier Abreu celebra ayer en Mérida su presunta victoria electoral
La candidata del PRI a la gubernatura de Yucatán, Ivonne Ortega, y el panista Xavier Abreu celebra ayer en Mérida su presunta victoria electoral Foto: José Antonio López
Abreu (acompañado del candidato a la alcaldía de Mérida, César Bojórquez, y del dirigente nacional del PAN, Manuel Espino) celebra ayer en Mérida sus presunta victoria electoral
Abreu (acompañado del candidato a la alcaldía de Mérida, César Bojórquez, y del dirigente nacional del PAN, Manuel Espino) celebra ayer en Mérida sus presunta victoria electoral Foto: José Antonio López

Mérida, Yuc., 20 de mayo. Con 16.11 por ciento de las casillas computadas (350 de 2 mil 197), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) acumulaba después de la medianoche 49.19 por ciento de los votos (57 mil 643) en la elección de gobernador, contra 42.49 por ciento (49 mil 690 sufragios) del Partido Acción Nacional (PAN).

Según cifras preliminares, la participación ciudadana fue de 66.8 por ciento, ligeramente inferior a la registrada en 2001.

La coalición Todos Somos Yucatán (Partido del Trabajo-Convergencia) tenía 4.32 por ciento de los sufragios, 5 mil 55 votos; el PRD llevaba 1.75 por ciento (2 mil 44 votos) y Alternativa Socialdemócrata y Campesina 0.18 por ciento (172 sufragios).

Aunque el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto de Procedimientos Electorales y Participación Ciudadana (Ipepac) avanzaba con lentitud sin precedente, cerca de las 10 de la noche dos encuestas de salida daban respectivamente ventajas de tres y cuatro puntos a la abanderada del tricolor a la gubernatura, Ivonne Ortega Pacheco.

Presencia Ciudadana -acreditada por el Ipepac y con financiamiento del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo- informó que, con 90.4 por ciento de casillas seleccionadas (de un total de 2 mil 197 mesas receptoras) los resultados mostraban una ''separación estadísticamente significativa de por lo menos tres puntos''. Esta empresa ''valora que la tendencia favorece a la candidata Ivonne Ortega Pacheco'', asienta en el informe respectivo.

En tanto, Consulta Mitofsky, de Roy Campos, difundió en un noticiario de televisión los siguientes resultados: PRI, 49 por ciento; PAN, 45 por ciento; coalición Todos Somos Yucatán (Convergencia-PT), 4 por ciento; PRD, 2 por ciento, y Alternativa Socialdemócrata y Campesina, menos de un punto porcentual. Campos precisó: ''Cuatro puntos de ventaja ya es suficiente, según nuestros conteos rápidos''.

En Mérida, con 39.1 por ciento de los votos computados, el candidato priísta a la alcaldía, Adolfo Peniche Pérez, sumaba 59 mil 173 votos contra 52 mil 676 del panista César Bojórquez Zapata. Si pierde, el PAN abandonará Mérida después de 17 años en el poder.

Respecto a la elección de diputados locales (15 de mayoría relativa), a la medianoche el PREP difundió resultados de 14 de los 15 distritos, que indicaban un empate: el PRI llevaba ventaja en los distritos 3, 5, 6 y 7 (con sede en Mérida), así como en el octavo (Progreso) y el 11, con sede en Valladolid y el 14 (Tecoh).

El PAN iba adelante en los distritos 1, 2, 4 (Mérida), noveno de Motul, 10 (Tizimín), 12 (Tekax) y en 13 (Ticul).

Los resultados correspondientes a los municipios fluían con mayor lentitud: minutos después de la medianoche sólo se habían computado datos de 16 de 106 municipios.

El PRI aventajaba en ocho (Baca, Dzilam González, Progreso, Quintana Roo, Telchac Puerto, Tizimin, Ucú y Valladolid), y el PAN en Bokobá, Mocochá, Motul, Muna, Ticul). En Valladolid, el PRD perdió su más importante bastión ante el PRI.

Sonrisas desdibujadas

Todavía había filas en las casillas cuando el PRI y el PAN se proclamaron triunfadores, primero en voz de sus dirigentes y después de los candidatos. Xavier Abreu Sierra echó mano de las encuestas de GEA-ISA y Arcop para asegurar que tenía una ventaja de tres puntos sobre su adversaria. Ante cámaras de televisión dijo a las 10 de la noche que Yucatán seguiría siendo panista. Sin embargo, apenas una hora después los rostros en el PAN fueron cambiando. El PREP no avanzaba y sus escasos datos le daban ventaja a Ivonne Ortega Pacheco.

Entonces Xavier Abreu apareció en la sala de prensa instalada por su partido para decir que los resultados electorales no le favorecían. La luz de triunfo fue perdiendo brillo. En el Fiesta Americana sólo había caras largas. Algunos miembros del equipo de campaña estaban a punto del llanto, mientras el abanderado hacía esfuerzos por mantener una leve sonrisa. Decía que aún confiaba en que la ventaja del PRI (a esa hora de poco más de ocho puntos, con menos de 10 por ciento de las casillas computadas) se reduciría conforme se computaran más casillas.

No le era fácil pronunciar esas palabras al candidato que tuvo toda la estructura del panismo y el poder de la administración estatal; a aquel que en los últimos días de campaña, en entrevista con este diario, dijo que aceptaría ''una hipotética, supuesta y poco probable'' derrota frente a la sobrina de Cervera Pacheco. Más tarde, en la sede panista, hubo más sonrisas endebles. El único momento en que Abreu alzó los brazos fue cuando los fotógrafos insistieron en que tomara esa posición para las gráficas.

Abreu atribuyó los resultados desfavorables al ''lento'' conteo de las casillas y al ''escamoteo'' de resultados de sus principales distritos y cabeceras municipales.

El panismo pasó de una postura a otra. A la medianoche se presentó en la sala de prensa el diputado federal Gerardo Priego para desconocer las declaraciones de Abreu y culpar al instituto electoral de ''lentitud'' en la difusión de cifras. Y, pese a los resultados de las encuestas de salida que favorecían al PRI, aseguró que obtendrían la victoria.

Mientras, seguía creciendo el alud de denuncias por hechos violentos y presuntas irregularidades, lo que deja abierta la posibilidad de que esta elección se dirima en los tribunales.

Fiesta priísta

En la denominada Casa del Pueblo, sede del PRI y símbolo del poderío tricolor en tiempos del finado gobernador Víctor Cervera Pacheco, ya había baile, música y cientos de priistas ataviados con playeras blancas estampadas con un corazón rojo, emblema de Ivonne Ortega, y una sola palabra ''¡Ganamos!'' Al reverso, la frase: ''¡Están por venir mejores tiempos!'', en referencia a la posibilidad de que el primero de agosto llegue al palacio de gobierno, en la región del Mayab, la primera gobernadora electa constitucionalmente, para un periodo de cinco años y dos meses.

Los dirigentes nacional y estatal del PRI, Beatriz Paredes y Nerio Torres, respectivamente, daban por hecha la victoria de su candidata, de 34 años de edad, ex alcaldesa del pequeño municipio de Dzemul y senadora con licencia.

Eufóricos, sudorosos, pero revitalizados, integrantes de la plana mayor del tricolor dijeron que esta tendencia es irreversible y que este lunes ''podremos colgar el retrato de la próxima gobernadora en el salón honorario de la Casa del Pueblo'', expresó Torres Arcila, miembro destacado de la nueva generación de priístas que en décadas pasadas controlaron los destinos de la entidad con base en la fuerza y las redes corporativas.

Tan seguro estaba el PRI de tener la gubernatura en la bolsa, que el coordinador de los diputados federales de ese partido, Emilio Gamboa Patrón, comentó que el presidente Felipe Calderón no metió las manos en el proceso y que no hay compromisos a cambio de ese triunfo; asimismo, ratificó la disposición de su partido a seguir en la negociación para sacar adelante las reformas que proponga el Ejecutivo.

A unos pasos de la sala de operaciones panista, Ana Rosa Payán, candidata de la coalición Todos Somos Yucatán, integrada por los partidos Convergencia y del Trabajo, ofrecía una conferencia de prensa.

Esta aspirante, a quien propios y extraños señalaron como el factor de una eventual derrota del PAN, al que renunció tras 23 años de militancia, declaró que la de ayer fue una elección de Estado en la que PRI y PAN utilizaron todos los recursos disponibles para ganar a como diera lugar.

Reconoció también que los resultados le son adversos, pero que los ciudadanos salieron a votar libremente y los sufragios que obtuvo la coalición (4.72 por ciento, hasta anoche) ''son de conciencia, no producto del dinero''.

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