¡Ajajá! Pero aquí ya lo habíamos hecho
Chequen la nueva campaña de Greenpeace, resulta que aquí en Puebla ya la habíamos iniciado con Julio Glockner, pero qué bueno que se está haciendo allá también, con el apoyo de actores, moneros, etc.
Por cierto que Greenpeace sigue buscando a Calderón (Click Aquí)
DF, México — El domingo 5 de agosto dará inicio la siembra de maíces nativos en la Ciudad de México, en el marco de la campaña nacional en defensa de la soberanía alimentaria y la reactivación del campo mexicano Sin maíz no hay país, ¡pon a México en tu boca!. Las zonas de cultivo serán el Zócalo, jardineras, glorietas y áreas verdes de los cuatro puntos cardinales de la capital del país, anunciaron las organizaciones sociales y campesinas agrupadas en esta campaña en defensa de la soberanía alimentaria y la reactivación del campo mexicano.
Los artistas Angélica Aragón, Cecilia Suárez, Miguel Rodarte y Juan Manuel Bernal informaron que el 5 de agosto sembrarán 80 metros cuadrados de distintos maíces nativos en el Zócalo y que se distribuirá semilla para que los ciudadanos participen en esta campaña haciendo sus propias siembras. Anunciaron que a la siembra del domingo se sumarán también Bruno Bichir, Julieta Egurrola, Vanessa Bauche, Héctor Bonilla, Luis Roberto Guzmán y Vanessa Ciangherotti.
“El objetivo de esta siembra es acercar a los mexicanos de las zonas urbanas al conocimiento, de los maíces nativos. Convocamos a los mexicanos a aprender cómo se siembra nuestro alimento fundamental y a verlo crecer en parques, jardines y azoteas. Es urgente que valoremos el esfuerzo de millones de campesinos e indígenas que siembran estos maíces en todo el territorio nacional y que están en una situación desesperada ante la apertura comercial de nuestras fronteras al maíz extranjero y ante la inminente aprobación de las siembras de maíz transgénico”, dijo Areli Carreón, vocera de “Sin maíz no hay país”.
“Si los mexicanos NO apoyamos a nuestros campesinos e indígenas cultivadores de maíz, estamos ante el grave riesgo de perder una tradición agrícola milenaria y un patrimonio genético único en el mundo. Es por esto que la comunidad artística se une a la campaña de Sin maíz no hay país e invita a todos los ciudadanos a hacerlo”, dijo Angélica Aragón.
“El patrimonio vivo de maíces mexicanos que hemos heredado de los pueblos indígenas está en peligro: puede desaparecer por el abandono de su cultivo por razones comerciales; puede perderse la diversidad por la erosión genética causada por la siembra de unos pocos tipos de maíz o puede contaminarse con transgénicos, si se permite su siembra experimental”, agregó Carreón.
“Además de participar en la siembra, invitamos a todos los ciudadanos a dar su firma a esta campaña para reunir un millón de firmas para esta campaña, con el objetivo de vigilar las importaciones y exportaciones de maíz y frijol, de prohibir la siembra de maíz transgénico en México, de aprobar el Derecho Constitucional a la Alimentación y la Ley de Planeación para la Soberanía y Seguridad Agroalimentaria y Nutricional por la Cámara de Senadores y de promover que el maíz mexicano y las expresiones culturales que involucra se inscriban en la Lista de Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, por la UNESCO.
“Invitamos a los mexicanos a sembrar maíces nativos en sus macetas, en las azoteas, en los jardines. Hay puntos de distribución de semillas e instrucciones de cómo hacerlo en las oficinas de diversas organizaciones. La mejor forma de proteger este patrimonio es sembrándolo, comiéndolo y compartiéndolo”, afirmó el actor Juan Manuel Bernal.
“De Baja California a Yucatán el maíz es el ingrediente principal de nuestra dieta. Tamales, tortillas, atoles, gorditas, garnachas, panuchos, pozoles, pinole, esquites, papadzules... son algunos de los platillos que comemos los mexicanos. La gastronomía de México, que tiene como base el maíz, es un patrimonio cultural. El maíz no es una mercancía, el maíz está vinculado a nuestra historia y en los pueblos de nuestro país también está vinculado las tradiciones, a las creencias y a la vida y a la muerte. Por eso es que tenemos que preservarlo”, agregó Angélica Aragón.
En estas siembras también participarán campesinos de la zona rural del Distrito Federal y las autoridades comunitarias del pueblo San Juan Ixtayopan. Asimismo, las organizaciones confirmaron el lanzamiento de esta campaña para la protección del maíz, el 3 de agosto en Michoacán y el 8 de agosto en Zacatecas.
Sobre la campaña Sin maíz no hay país, ¡pon a México en tu boca!
Con el “Sin maíz no hay país, ¡pon a México en tu boca!”, organizaciones campesinas, académicos, intelectuales, artistas y miembros de la sociedad iniciaron el pasado 25 de junio una campaña en defensa del maíz y de la soberanía alimentaria.
La campaña pretende movilizar a la población con acciones novedosas que defiendan al maíz frente a los dos serios riesgos que enfrenta: la apertura total de fronteras prevista para enero de 2008 en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN (y que amenaza también al frijol); y la siembra experimental y luego comercial de maíces transgénicos, como consecuencia de la presión que ejercen los monopolios trasnacionales de semillas encabezados por Monsanto. La ciencia debe resolver problemas reales y no poner en riesgo la biodiversidad y la salud. Con los maíces criollos y otras posibilidades tecnólogicas podemos hacer frente a la problemática del campo en México, que en lo que en verdad requiere es voluntad política para su atención integral.
La campaña busca generar conciencia entre los consumidores de la crítica situación mundial del cereal -con inventarios que cayeron a la mitad en el último año y con precios altos debido al uso del grano en Estados Unidos para etanol, lo que en México provocó el encarecimiento de las tortillas.
“El objetivo de esta siembra es acercar a los mexicanos de las zonas urbanas al conocimiento, de los maíces nativos. Convocamos a los mexicanos a aprender cómo se siembra nuestro alimento fundamental y a verlo crecer en parques, jardines y azoteas. Es urgente que valoremos el esfuerzo de millones de campesinos e indígenas que siembran estos maíces en todo el territorio nacional y que están en una situación desesperada ante la apertura comercial de nuestras fronteras al maíz extranjero y ante la inminente aprobación de las siembras de maíz transgénico”, dijo Areli Carreón, vocera de “Sin maíz no hay país”.
“Si los mexicanos NO apoyamos a nuestros campesinos e indígenas cultivadores de maíz, estamos ante el grave riesgo de perder una tradición agrícola milenaria y un patrimonio genético único en el mundo. Es por esto que la comunidad artística se une a la campaña de Sin maíz no hay país e invita a todos los ciudadanos a hacerlo”, dijo Angélica Aragón.
“El patrimonio vivo de maíces mexicanos que hemos heredado de los pueblos indígenas está en peligro: puede desaparecer por el abandono de su cultivo por razones comerciales; puede perderse la diversidad por la erosión genética causada por la siembra de unos pocos tipos de maíz o puede contaminarse con transgénicos, si se permite su siembra experimental”, agregó Carreón.
“Además de participar en la siembra, invitamos a todos los ciudadanos a dar su firma a esta campaña para reunir un millón de firmas para esta campaña, con el objetivo de vigilar las importaciones y exportaciones de maíz y frijol, de prohibir la siembra de maíz transgénico en México, de aprobar el Derecho Constitucional a la Alimentación y la Ley de Planeación para la Soberanía y Seguridad Agroalimentaria y Nutricional por la Cámara de Senadores y de promover que el maíz mexicano y las expresiones culturales que involucra se inscriban en la Lista de Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, por la UNESCO.
“Invitamos a los mexicanos a sembrar maíces nativos en sus macetas, en las azoteas, en los jardines. Hay puntos de distribución de semillas e instrucciones de cómo hacerlo en las oficinas de diversas organizaciones. La mejor forma de proteger este patrimonio es sembrándolo, comiéndolo y compartiéndolo”, afirmó el actor Juan Manuel Bernal.
“De Baja California a Yucatán el maíz es el ingrediente principal de nuestra dieta. Tamales, tortillas, atoles, gorditas, garnachas, panuchos, pozoles, pinole, esquites, papadzules... son algunos de los platillos que comemos los mexicanos. La gastronomía de México, que tiene como base el maíz, es un patrimonio cultural. El maíz no es una mercancía, el maíz está vinculado a nuestra historia y en los pueblos de nuestro país también está vinculado las tradiciones, a las creencias y a la vida y a la muerte. Por eso es que tenemos que preservarlo”, agregó Angélica Aragón.
En estas siembras también participarán campesinos de la zona rural del Distrito Federal y las autoridades comunitarias del pueblo San Juan Ixtayopan. Asimismo, las organizaciones confirmaron el lanzamiento de esta campaña para la protección del maíz, el 3 de agosto en Michoacán y el 8 de agosto en Zacatecas.
Sobre la campaña Sin maíz no hay país, ¡pon a México en tu boca!
Con el “Sin maíz no hay país, ¡pon a México en tu boca!”, organizaciones campesinas, académicos, intelectuales, artistas y miembros de la sociedad iniciaron el pasado 25 de junio una campaña en defensa del maíz y de la soberanía alimentaria.
La campaña pretende movilizar a la población con acciones novedosas que defiendan al maíz frente a los dos serios riesgos que enfrenta: la apertura total de fronteras prevista para enero de 2008 en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN (y que amenaza también al frijol); y la siembra experimental y luego comercial de maíces transgénicos, como consecuencia de la presión que ejercen los monopolios trasnacionales de semillas encabezados por Monsanto. La ciencia debe resolver problemas reales y no poner en riesgo la biodiversidad y la salud. Con los maíces criollos y otras posibilidades tecnólogicas podemos hacer frente a la problemática del campo en México, que en lo que en verdad requiere es voluntad política para su atención integral.
La campaña busca generar conciencia entre los consumidores de la crítica situación mundial del cereal -con inventarios que cayeron a la mitad en el último año y con precios altos debido al uso del grano en Estados Unidos para etanol, lo que en México provocó el encarecimiento de las tortillas.
