Amigas, amigos.
Compañeras, compañeros.
Me da mucho gusto estar con ustedes el día de hoy, acompañar a Alejandro en este acto de adhesión, de apoyo a su candidatura a la Presidencia Nacional del PRD.
Creo que estamos, como movimiento amplio, terminando bien este año. Pasamos momentos difíciles por el fraude electoral, porque el fraude generó mucha tristeza y mucho coraje e indignación, y teníamos que encontrarle un camino, una salida, al movimiento.
Había opciones, alternativas, podíamos presionar más fuerte después del fraude. Decidimos no hacerlo, actuamos con responsabilidad, porque no quisimos que se desbordara el movimiento y que hubiese violencia.
Se protestó, pero se condujo el movimiento de manera pacífica. Si hubiésemos caído en la trampa de la violencia, a lo mejor no hubiésemos sacado adelante el movimiento, nos hubiésemos quedado entrampados, también hubiese sido un error, más que eso, una traición el haber negociado después del fraude.
Hubiésemos aceptado que en este país sólo los potentados deciden quién sí o quién no debe ser presidente de la República. Por eso dijimos no al gobierno usurpador y para nosotros es y seguirá siendo Calderón un presidente espurio.
No hay posibilidades de arreglo, de acuerdo, con una autoridad surgida del fraude electoral, no puede haber. Es un asunto de principios.
También hubiese sido un error el dejar tirado todo el movimiento después del fraude electoral y reaparecer en una futura elección. Esto hubiese generado mucho desánimo; de modo que creo que fue correcto el camino que tomamos, el de crear la Convención Nacional Democrática, el Gobierno Legítimo, el Frente Amplio Progresista y trazar un camino hacia la construcción de una nueva República.
Nosotros tenemos como objetivo principal la transformación del país. Ustedes saben lo que significa una transformación, es algo parecido a lo que fue el movimiento de Independencia Nacional, lo que significó también el movimiento de Reforma y, desde luego, una transformación tiene la trascendencia que tuvo la Revolución Mexicana de 1910.
Queremos la cuarta transformación de la vida pública de México y lo vamos a lograr sin violencia, de manera pacífica, con mucha organización, con mucha participación ciudadana y con una revolución pero de las conciencias, con un cambio de mentalidad, que afortunadamente ya comenzó en todo el país.
¿Por qué queremos esta transformación? Porque ya el país no aguanta más simulación y cambios cosméticos, el país ya no está para maquillajes, se requiere un cambio de fondo, en todos los órdenes de la vida pública, sólo así vamos a poder enfrentar los graves y grandes problemas nacionales.
De ahí que tenemos tres objetivos: Defender la economía popular, defender a nuestro pueblo, frenar el empobrecimiento de la gente y en ese objetivo avanzamos este año.
Estuvimos siempre presentes en todas las acciones de protesta ante las medidas antipopulares que se han venido tomando desde el gobierno usurpador. Estamos terminando el año así, protestando por la entrada en vigor de medidas que van a afectar aún más la de por sí endeble economía popular.
Estamos terminando el año protestando porque quieren para principios de enero dar tres golpes al mismo tiempo: El aumento a la gasolina y al diesel, el aumento de impuestos, que va a afectar a trabajadores asalariados, a empresarios, medianos y pequeños, y a comerciantes. A todo el sector productivo.
Estamos también protestando porque en enero van a permitir la entrada de maíz, de fríjol y de azúcar del extranjero. Así estamos terminando el año, defendiendo la economía de nuestro pueblo, defendiendo la economía de millones de mexicanos que cada día que pasa están más angustiados por la crisis económica y por la crisis de bienestar social.
Vamos a seguir así, defendiendo la economía popular.
Otro objetivo es el de la defensa del patrimonio nacional. Ustedes saben bien que una de las características principales de este régimen ha sido la de entregar los bienes de los mexicanos a particulares y, de manera especial, a extranjeros.
Llevan 25 años entregando empresas públicas, los ferrocarriles, las minas, los bancos, han avanzado sigilosamente en la privatización de la industria eléctrica nacional.
Muchos no saben que ya la Comisión Federal de Electricidad está comprando a empresas extranjeras más del 30 por ciento de la energía eléctrica que consumimos en el país, violando flagrantemente la Constitución.
El artículo 27 establece que solo la Nación puede actuar, puede operar la generación y la distribución de la energía eléctrica; sin embargo, se han venido dando concesiones a empresas extranjeras para que instalen plantas de generación de energía en nuestro territorio.
Todo lo cual entre otras cosas significa una gran hipocresía para aquellos que siempre hablan del estado de Derecho y de la legalidad, cuando diariamente, cotidianamente están violando la Constitución y están violando las leyes.
Y, desde luego, como lo hemos venido planteando, lo que más ambiciona esta minoría rapaz es quedarse con el petróleo y eso, desde luego, que no lo vamos a permitir. Es una decisión que ya tomamos y nos estamos preparando.
Si hay una iniciativa de ley para reformar la Constitución o para reformar leyes secundarias y entregar el petróleo a particulares, a extranjeros, vamos a llamar a la movilización nacional, se va a intensificar la resistencia civil pacífica, pero no vamos a permitir que se entregue la riqueza de los mexicanos a particulares.
No vamos a permitir que sigan entregando bienes nacionales, bienes de todo el pueblo de México a extranjeros.
Es una decisión que ya tomamos, nos estamos organizando, se constituyó un comité para la defensa del petróleo. Vamos a reunirnos con este único propósito el día 18 de marzo, fecha en que se conmemora el 70 aniversario de la expropiación petrolera.
Es muy importante esta fecha, porque el general Cárdenas expropia el petrolero que estaba en manos de extranjeros, para beneficio de los mexicanos y ahora estos vende patrias lo que quieren es regresar el petróleo a los extranjeros. Quieren regresarnos al porfiriato, pero eso no lo vamos a permitir.
También tenemos como objetivo el consolidar nuestra organización. Son –repito—tres objetivos: La defensa de la economía popular, para que no se siga empobreciendo a nuestro pueblo, la defensa del patrimonio de la Nación y el trabajo de organización, para la transformación del país, para la construcción de la nueva República.
En eso, este año, avanzamos mucho. Terminé el domingo mi recorrido por municipios del país. Me he propuesto visitar los dos mil 500 municipios de México. Terminé el domingo en el municipio de Emiliano Zapata, Hidalgo, que significa el municipio mil 98 visitado.
Es decir, en este año realizamos mil 98 asambleas informativas en mil 98 plazas públicas de mil 98 cabeceras municipales.
La gente está muy participativa, muy conciente, no han podido destruirnos políticamente, porque somos millones y no sólo es un asunto de cantidad. Nunca en la historia de México había habido tanta gente, mujeres y hombres como ahora, conscientes y dispuestos a luchar por una transformación.
Están en todos los pueblos hasta en la comunidad más apartada del país, hay gente conciente, lúcida, bien informada, a pesar del bloqueo, y decidida a seguir hacia adelante.
Hemos ido construyendo una red de representantes del Gobierno Legítimo de México, ya tenemos un millón 900 mil ciudadanos que han aceptado ser representantes del Gobierno Legítimo de México.
Se ha ido avanzando mucho en la organización, no se puede enfrentar a una mafia que detenta el poder si el pueblo no está organizado. La palabra clave es la organización y a eso nos estamos dedicando, a organizarnos, para llevar a cabo la transformación del país, desde abajo y con la gente.
No esperemos nada bueno de los usurpadores, de los potentados, a ellos no les importa el destino del país ni mucho menos el sufrimiento de la mayoría de nuestro pueblo. Ahora más que nunca es válida la frase según la cual sólo el pueblo puede salvar al pueblo y sólo el pueblo puede salvar a la Nación y sólo con el pueblo vamos a llevar a cabo la renovación que necesita el país.
Se enojaron mucho cuando dije: ¡Al diablo con sus instituciones!, cuando dije que la llamada sociedad política está podrida y corrompida y que tenemos que pensar en la renovación de abajo hacia arriba.
Dije que las instituciones estaban tomadas y secuestradas al servicio de una minoría rapaz. Últimamente ha quedado más de manifiesto el que la Suprema Corte, el IFE, el Trife y todas estas instituciones son instrumento para el control, para la manipulación del grupo dominante, de esta minoría rapaz, que se creen amos y señores de México.
Por eso es muy importante terminar el año con mucha claridad en lo que se está haciendo, con mucha claridad en cuanto a los objetivos que tenemos, decirles que no pudieron destruirnos políticamente hablando, no van a poder.
La razón por la que no pueden es a lo cual ya me referí, mucha gente conciente, mucha gente comprometida de verdad con la transformación.
Entonces yo veo muy bien las cosas, desde el punto de vista de nuestro movimiento, tenemos la posibilidad de transformar al país, vamos a seguir haciendo historia.
Desde luego, coincido plenamente con Alejandro, el objetivo principal tiene que ser la transformación de México y el sacar adelante a nuestro pueblo. Nosotros no tenemos por qué tener otro propósito.
El propósito tiene que ser la gente, el propósito tiene que ser la transformación del país.
No podemos ser políticos tradicionales, no podemos aceptar la política tradicional, esa en donde todos los intereses cuentan, menos el interés del pueblo. No es para eso que estamos en esta lucha. No fue para eso que se construyó, que surgió el PRD.
Desde su fundación, el PRD se define como un instrumento de lucha al servicio de la sociedad, al servicio del pueblo. Ese es el gran propósito que tiene el PRD, que tiene nuestro partido.
Yo estoy aquí porque coincido plenamente con los propósitos que está enarbolando, con los propósitos que está postulando Alejandro Encinas. Yo estoy con él. Coincido plenamente que hay que imprimirle principios al partido, hay que imprimirle principios al partido.
Tienen que estar los ideales por delante, los principios y los ideales, que tienen que ser como la estrella polar que orienta a los marineros hacia donde ir. Principios e ideales, para no hundirnos, como le está sucediendo a otros partidos.
El PRI se hundió por la inmoralidad y lo mismo le está pasando al PAN, se están destruyendo porque olvidaron que la política es un imperativo ético y el que se aleja de eso, se pierde. Por eso estoy con Alejandro, porque hace falta imprimir principios a nuestro partido.
Yo voy a seguir mis recorridos por el país, a partir del día 3 de enero continúo mis recorridos. Les recuerdo que tengo una mecánica del trabajo, estoy en la Ciudad de México de lunes a miércoles y de jueves a domingo estoy recorriendo todos los municipios del país.
El día 3 vuelvo a los recorridos, no vamos a variar en cuanto a la línea del Gobierno Legítimo, es decir no vamos nosotros a cambiar nuestro posicionamiento, porque entre otras cosas, nos ha dado resultados.
No va a haber corrimientos, o sea vamos a mantener la misma línea. En circunstancias como esta es fundamental el anclaje, no conviene el zigzagueo, es fundamental el mantener los principios y los ideales, no estoy de acuerdo, en circunstancias como esta, en la moderación.
Yo soy partidario de lo que decía Ocampo: Los moderados no son más que conservadores más despiertos.
Creo que debemos tener una línea muy definida y, para no perdernos, el objetivo es la gente y la nación.
Yo les deseo a todas y a todos que la pasen muy bien este fin de año, una buena Navidad, que sea mejor el año próximo y estoy aquí –concluyo-- porque le tengo toda la confianza a Alejandro, no es un asunto personal o de amistad.
Es un asunto de identificación en el proyecto, que eso es lo que nos une y por eso apoyo a Alejandro Encinas.
Muchas gracias.
Compañeras, compañeros.
Me da mucho gusto estar con ustedes el día de hoy, acompañar a Alejandro en este acto de adhesión, de apoyo a su candidatura a la Presidencia Nacional del PRD.
Creo que estamos, como movimiento amplio, terminando bien este año. Pasamos momentos difíciles por el fraude electoral, porque el fraude generó mucha tristeza y mucho coraje e indignación, y teníamos que encontrarle un camino, una salida, al movimiento.
Había opciones, alternativas, podíamos presionar más fuerte después del fraude. Decidimos no hacerlo, actuamos con responsabilidad, porque no quisimos que se desbordara el movimiento y que hubiese violencia.
Se protestó, pero se condujo el movimiento de manera pacífica. Si hubiésemos caído en la trampa de la violencia, a lo mejor no hubiésemos sacado adelante el movimiento, nos hubiésemos quedado entrampados, también hubiese sido un error, más que eso, una traición el haber negociado después del fraude.
Hubiésemos aceptado que en este país sólo los potentados deciden quién sí o quién no debe ser presidente de la República. Por eso dijimos no al gobierno usurpador y para nosotros es y seguirá siendo Calderón un presidente espurio.
No hay posibilidades de arreglo, de acuerdo, con una autoridad surgida del fraude electoral, no puede haber. Es un asunto de principios.
También hubiese sido un error el dejar tirado todo el movimiento después del fraude electoral y reaparecer en una futura elección. Esto hubiese generado mucho desánimo; de modo que creo que fue correcto el camino que tomamos, el de crear la Convención Nacional Democrática, el Gobierno Legítimo, el Frente Amplio Progresista y trazar un camino hacia la construcción de una nueva República.
Nosotros tenemos como objetivo principal la transformación del país. Ustedes saben lo que significa una transformación, es algo parecido a lo que fue el movimiento de Independencia Nacional, lo que significó también el movimiento de Reforma y, desde luego, una transformación tiene la trascendencia que tuvo la Revolución Mexicana de 1910.
Queremos la cuarta transformación de la vida pública de México y lo vamos a lograr sin violencia, de manera pacífica, con mucha organización, con mucha participación ciudadana y con una revolución pero de las conciencias, con un cambio de mentalidad, que afortunadamente ya comenzó en todo el país.
¿Por qué queremos esta transformación? Porque ya el país no aguanta más simulación y cambios cosméticos, el país ya no está para maquillajes, se requiere un cambio de fondo, en todos los órdenes de la vida pública, sólo así vamos a poder enfrentar los graves y grandes problemas nacionales.
De ahí que tenemos tres objetivos: Defender la economía popular, defender a nuestro pueblo, frenar el empobrecimiento de la gente y en ese objetivo avanzamos este año.
Estuvimos siempre presentes en todas las acciones de protesta ante las medidas antipopulares que se han venido tomando desde el gobierno usurpador. Estamos terminando el año así, protestando por la entrada en vigor de medidas que van a afectar aún más la de por sí endeble economía popular.
Estamos terminando el año protestando porque quieren para principios de enero dar tres golpes al mismo tiempo: El aumento a la gasolina y al diesel, el aumento de impuestos, que va a afectar a trabajadores asalariados, a empresarios, medianos y pequeños, y a comerciantes. A todo el sector productivo.
Estamos también protestando porque en enero van a permitir la entrada de maíz, de fríjol y de azúcar del extranjero. Así estamos terminando el año, defendiendo la economía de nuestro pueblo, defendiendo la economía de millones de mexicanos que cada día que pasa están más angustiados por la crisis económica y por la crisis de bienestar social.
Vamos a seguir así, defendiendo la economía popular.
Otro objetivo es el de la defensa del patrimonio nacional. Ustedes saben bien que una de las características principales de este régimen ha sido la de entregar los bienes de los mexicanos a particulares y, de manera especial, a extranjeros.
Llevan 25 años entregando empresas públicas, los ferrocarriles, las minas, los bancos, han avanzado sigilosamente en la privatización de la industria eléctrica nacional.
Muchos no saben que ya la Comisión Federal de Electricidad está comprando a empresas extranjeras más del 30 por ciento de la energía eléctrica que consumimos en el país, violando flagrantemente la Constitución.
El artículo 27 establece que solo la Nación puede actuar, puede operar la generación y la distribución de la energía eléctrica; sin embargo, se han venido dando concesiones a empresas extranjeras para que instalen plantas de generación de energía en nuestro territorio.
Todo lo cual entre otras cosas significa una gran hipocresía para aquellos que siempre hablan del estado de Derecho y de la legalidad, cuando diariamente, cotidianamente están violando la Constitución y están violando las leyes.
Y, desde luego, como lo hemos venido planteando, lo que más ambiciona esta minoría rapaz es quedarse con el petróleo y eso, desde luego, que no lo vamos a permitir. Es una decisión que ya tomamos y nos estamos preparando.
Si hay una iniciativa de ley para reformar la Constitución o para reformar leyes secundarias y entregar el petróleo a particulares, a extranjeros, vamos a llamar a la movilización nacional, se va a intensificar la resistencia civil pacífica, pero no vamos a permitir que se entregue la riqueza de los mexicanos a particulares.
No vamos a permitir que sigan entregando bienes nacionales, bienes de todo el pueblo de México a extranjeros.
Es una decisión que ya tomamos, nos estamos organizando, se constituyó un comité para la defensa del petróleo. Vamos a reunirnos con este único propósito el día 18 de marzo, fecha en que se conmemora el 70 aniversario de la expropiación petrolera.
Es muy importante esta fecha, porque el general Cárdenas expropia el petrolero que estaba en manos de extranjeros, para beneficio de los mexicanos y ahora estos vende patrias lo que quieren es regresar el petróleo a los extranjeros. Quieren regresarnos al porfiriato, pero eso no lo vamos a permitir.
También tenemos como objetivo el consolidar nuestra organización. Son –repito—tres objetivos: La defensa de la economía popular, para que no se siga empobreciendo a nuestro pueblo, la defensa del patrimonio de la Nación y el trabajo de organización, para la transformación del país, para la construcción de la nueva República.
En eso, este año, avanzamos mucho. Terminé el domingo mi recorrido por municipios del país. Me he propuesto visitar los dos mil 500 municipios de México. Terminé el domingo en el municipio de Emiliano Zapata, Hidalgo, que significa el municipio mil 98 visitado.
Es decir, en este año realizamos mil 98 asambleas informativas en mil 98 plazas públicas de mil 98 cabeceras municipales.
La gente está muy participativa, muy conciente, no han podido destruirnos políticamente, porque somos millones y no sólo es un asunto de cantidad. Nunca en la historia de México había habido tanta gente, mujeres y hombres como ahora, conscientes y dispuestos a luchar por una transformación.
Están en todos los pueblos hasta en la comunidad más apartada del país, hay gente conciente, lúcida, bien informada, a pesar del bloqueo, y decidida a seguir hacia adelante.
Hemos ido construyendo una red de representantes del Gobierno Legítimo de México, ya tenemos un millón 900 mil ciudadanos que han aceptado ser representantes del Gobierno Legítimo de México.
Se ha ido avanzando mucho en la organización, no se puede enfrentar a una mafia que detenta el poder si el pueblo no está organizado. La palabra clave es la organización y a eso nos estamos dedicando, a organizarnos, para llevar a cabo la transformación del país, desde abajo y con la gente.
No esperemos nada bueno de los usurpadores, de los potentados, a ellos no les importa el destino del país ni mucho menos el sufrimiento de la mayoría de nuestro pueblo. Ahora más que nunca es válida la frase según la cual sólo el pueblo puede salvar al pueblo y sólo el pueblo puede salvar a la Nación y sólo con el pueblo vamos a llevar a cabo la renovación que necesita el país.
Se enojaron mucho cuando dije: ¡Al diablo con sus instituciones!, cuando dije que la llamada sociedad política está podrida y corrompida y que tenemos que pensar en la renovación de abajo hacia arriba.
Dije que las instituciones estaban tomadas y secuestradas al servicio de una minoría rapaz. Últimamente ha quedado más de manifiesto el que la Suprema Corte, el IFE, el Trife y todas estas instituciones son instrumento para el control, para la manipulación del grupo dominante, de esta minoría rapaz, que se creen amos y señores de México.
Por eso es muy importante terminar el año con mucha claridad en lo que se está haciendo, con mucha claridad en cuanto a los objetivos que tenemos, decirles que no pudieron destruirnos políticamente hablando, no van a poder.
La razón por la que no pueden es a lo cual ya me referí, mucha gente conciente, mucha gente comprometida de verdad con la transformación.
Entonces yo veo muy bien las cosas, desde el punto de vista de nuestro movimiento, tenemos la posibilidad de transformar al país, vamos a seguir haciendo historia.
Desde luego, coincido plenamente con Alejandro, el objetivo principal tiene que ser la transformación de México y el sacar adelante a nuestro pueblo. Nosotros no tenemos por qué tener otro propósito.
El propósito tiene que ser la gente, el propósito tiene que ser la transformación del país.
No podemos ser políticos tradicionales, no podemos aceptar la política tradicional, esa en donde todos los intereses cuentan, menos el interés del pueblo. No es para eso que estamos en esta lucha. No fue para eso que se construyó, que surgió el PRD.
Desde su fundación, el PRD se define como un instrumento de lucha al servicio de la sociedad, al servicio del pueblo. Ese es el gran propósito que tiene el PRD, que tiene nuestro partido.
Yo estoy aquí porque coincido plenamente con los propósitos que está enarbolando, con los propósitos que está postulando Alejandro Encinas. Yo estoy con él. Coincido plenamente que hay que imprimirle principios al partido, hay que imprimirle principios al partido.
Tienen que estar los ideales por delante, los principios y los ideales, que tienen que ser como la estrella polar que orienta a los marineros hacia donde ir. Principios e ideales, para no hundirnos, como le está sucediendo a otros partidos.
El PRI se hundió por la inmoralidad y lo mismo le está pasando al PAN, se están destruyendo porque olvidaron que la política es un imperativo ético y el que se aleja de eso, se pierde. Por eso estoy con Alejandro, porque hace falta imprimir principios a nuestro partido.
Yo voy a seguir mis recorridos por el país, a partir del día 3 de enero continúo mis recorridos. Les recuerdo que tengo una mecánica del trabajo, estoy en la Ciudad de México de lunes a miércoles y de jueves a domingo estoy recorriendo todos los municipios del país.
El día 3 vuelvo a los recorridos, no vamos a variar en cuanto a la línea del Gobierno Legítimo, es decir no vamos nosotros a cambiar nuestro posicionamiento, porque entre otras cosas, nos ha dado resultados.
No va a haber corrimientos, o sea vamos a mantener la misma línea. En circunstancias como esta es fundamental el anclaje, no conviene el zigzagueo, es fundamental el mantener los principios y los ideales, no estoy de acuerdo, en circunstancias como esta, en la moderación.
Yo soy partidario de lo que decía Ocampo: Los moderados no son más que conservadores más despiertos.
Creo que debemos tener una línea muy definida y, para no perdernos, el objetivo es la gente y la nación.
Yo les deseo a todas y a todos que la pasen muy bien este fin de año, una buena Navidad, que sea mejor el año próximo y estoy aquí –concluyo-- porque le tengo toda la confianza a Alejandro, no es un asunto personal o de amistad.
Es un asunto de identificación en el proyecto, que eso es lo que nos une y por eso apoyo a Alejandro Encinas.
Muchas gracias.