CUITLATLAN
¿Palabras prohibidas en la UAP?
Fermín Alejandro García
El lunes de la semana pasada, durante varias horas, desde el servidor de la UAP no se pudo entrar a páginas de internet cuya búsqueda se originaba con ciertas palabras. Este martes, por lo menos en una facultad de Ciudad Universitaria, volvió a ocurrir lo mismo. De nueva cuenta, por unas horas no se pudo entrar a sitios del ciberespacio utilizando expresiones como APPO, EZLN, EPR, AMLO, El sendero del Peje, plantón, guerrilla, etcétera.
¿Qué pasa?, ¿es un acto de censura o un problema técnico?, ¿es coincidencia que sea precisamente con palabras como APPO o AMLO como se produzca el bloqueo?
Cuando la semana pasada se detectó por primera vez esta situación, varios académicos mandaron correos electrónicos protestando. A las pocas horas acabó el bloqueo de las palabras en cuestión. Y un día después, el director del Sistema de Información Universitaria (SIU) de la UAP, Marco Antonio de los Santos Landa, en una entrevista que concedió a la colega Martha Garrido, aseguró que seguramente se había debido a un problema técnico y que los únicos temas que estaban bloqueados eran los relacionados con la pornografía, juegos y material bélico.
No existen motivos para no creer en la versión oficial, pero, al mismo tiempo, es necesario hacer un llamado para que esto no siga ocurriendo, ya que la repetición de situaciones parecidas constituiría un atentado contra el derecho a la información de los ciudadanos que utilizan el servidor de la UAP.
Ayer por la mañana, en la Facultad de Economía de la UAP, un profesor quiso entrar a páginas de internet utilizando el servidor de la universidad y empleando las palabras APPO y AMLO. No pudo entrar tras varios intentos.
Alrededor de las 16 horas, en la misma computadora se hizo un intento similar. Ahora se agregaron palabras como EZLN, EPR, plantón, guerrilla, El sendero del Peje, y los resultados fueron los mismos.
Este tecleador hizo el intento alrededor de las 17:30 horas desde una dependencia universitaria del Centro Histórico y sí pudo entrar. Se comunicó a Economía, y en la misma computadora, manejada por la misma persona, ahora sí pudo entrar a los contenidos en mención.
Lo curioso es que desde la semana pasada se quitó el filtro que bloqueaba la posibilidad de bajar videos y juegos, y con esos archivos ayer no hubo problemas.
Sería muy grave que la causa de poner un filtro a cierto vocabulario fuera por considerar que se trata de palabras “subversivas”.
Sobre todo porque esto ocurre en una universidad pública que es un espacio natural de discusión de todo tipo de ideas que privan en la sociedad mexicana y de otras latitudes del planeta; sus alumnos y académicos necesitan estar actualizados en una muy amplia diversidad de temas; por tanto, no hay motivos para evitar que algún contenido de internet pudiera ser limitado, además esa condición no debe ser exclusiva para los universitarios, sino para cualquier ciudadano.
Incluso es necesario cuestionar el filtro que se puso contra palabras como erotic, sex, pornografía infantil o de materiales bélicos.
Ya que tener acceso a los contenidos que se obtienen poniendo esas palabras en un servidor no necesariamente quiere decir que el usuario lo esté utilizando para un fin negativo; al contrario, en una universidad se tienen que analizar todos los fenómenos que se producen en una sociedad, sean éstos de cualquier naturaleza.
¿Cómo puede un investigador del área de psicología social o de criminología, de sociología o de psiquiatría estudiar el problema de la pornografía si no la conoce?, ¿si no sabe con qué tipo de mensajes llega a menores de edad o adultos?, ¿si no sabe con qué canales de comunicación se está haciendo llegar a los consumidores?, ¿si no sabe cómo y quiénes la generan?
Por eso suena incongruente que en una universidad se limite la entrada a ciertos contenidos.
Sobre todo cuando ahora se puede llegar a cualquier sitio desde un café internet sea grande o chico, solamente con que tenga un servidor.
Si se siguen limitando los contenidos, entonces se corre el riesgo de que algunas áreas de la UAP se pudieran manejar con criterios moralistas o con base en prejuicios. Y eso sería de graves consecuencias para la sociedad poblana y de todo el país.
Fermín Alejandro García
El lunes de la semana pasada, durante varias horas, desde el servidor de la UAP no se pudo entrar a páginas de internet cuya búsqueda se originaba con ciertas palabras. Este martes, por lo menos en una facultad de Ciudad Universitaria, volvió a ocurrir lo mismo. De nueva cuenta, por unas horas no se pudo entrar a sitios del ciberespacio utilizando expresiones como APPO, EZLN, EPR, AMLO, El sendero del Peje, plantón, guerrilla, etcétera.
¿Qué pasa?, ¿es un acto de censura o un problema técnico?, ¿es coincidencia que sea precisamente con palabras como APPO o AMLO como se produzca el bloqueo?
Cuando la semana pasada se detectó por primera vez esta situación, varios académicos mandaron correos electrónicos protestando. A las pocas horas acabó el bloqueo de las palabras en cuestión. Y un día después, el director del Sistema de Información Universitaria (SIU) de la UAP, Marco Antonio de los Santos Landa, en una entrevista que concedió a la colega Martha Garrido, aseguró que seguramente se había debido a un problema técnico y que los únicos temas que estaban bloqueados eran los relacionados con la pornografía, juegos y material bélico.
No existen motivos para no creer en la versión oficial, pero, al mismo tiempo, es necesario hacer un llamado para que esto no siga ocurriendo, ya que la repetición de situaciones parecidas constituiría un atentado contra el derecho a la información de los ciudadanos que utilizan el servidor de la UAP.
Ayer por la mañana, en la Facultad de Economía de la UAP, un profesor quiso entrar a páginas de internet utilizando el servidor de la universidad y empleando las palabras APPO y AMLO. No pudo entrar tras varios intentos.
Alrededor de las 16 horas, en la misma computadora se hizo un intento similar. Ahora se agregaron palabras como EZLN, EPR, plantón, guerrilla, El sendero del Peje, y los resultados fueron los mismos.
Este tecleador hizo el intento alrededor de las 17:30 horas desde una dependencia universitaria del Centro Histórico y sí pudo entrar. Se comunicó a Economía, y en la misma computadora, manejada por la misma persona, ahora sí pudo entrar a los contenidos en mención.
Lo curioso es que desde la semana pasada se quitó el filtro que bloqueaba la posibilidad de bajar videos y juegos, y con esos archivos ayer no hubo problemas.
Sería muy grave que la causa de poner un filtro a cierto vocabulario fuera por considerar que se trata de palabras “subversivas”.
Sobre todo porque esto ocurre en una universidad pública que es un espacio natural de discusión de todo tipo de ideas que privan en la sociedad mexicana y de otras latitudes del planeta; sus alumnos y académicos necesitan estar actualizados en una muy amplia diversidad de temas; por tanto, no hay motivos para evitar que algún contenido de internet pudiera ser limitado, además esa condición no debe ser exclusiva para los universitarios, sino para cualquier ciudadano.
Incluso es necesario cuestionar el filtro que se puso contra palabras como erotic, sex, pornografía infantil o de materiales bélicos.
Ya que tener acceso a los contenidos que se obtienen poniendo esas palabras en un servidor no necesariamente quiere decir que el usuario lo esté utilizando para un fin negativo; al contrario, en una universidad se tienen que analizar todos los fenómenos que se producen en una sociedad, sean éstos de cualquier naturaleza.
¿Cómo puede un investigador del área de psicología social o de criminología, de sociología o de psiquiatría estudiar el problema de la pornografía si no la conoce?, ¿si no sabe con qué tipo de mensajes llega a menores de edad o adultos?, ¿si no sabe con qué canales de comunicación se está haciendo llegar a los consumidores?, ¿si no sabe cómo y quiénes la generan?
Por eso suena incongruente que en una universidad se limite la entrada a ciertos contenidos.
Sobre todo cuando ahora se puede llegar a cualquier sitio desde un café internet sea grande o chico, solamente con que tenga un servidor.
Si se siguen limitando los contenidos, entonces se corre el riesgo de que algunas áreas de la UAP se pudieran manejar con criterios moralistas o con base en prejuicios. Y eso sería de graves consecuencias para la sociedad poblana y de todo el país.