Manual de acción del militante de la Resistencia Civil Pacífica
Antonio Avitia Hernández
La decepcionante visión del corrupto e ineficiente gobierno saliente de la derecha, la violación de los derechos políticos de los ciudadanos mexicanos, vía el fraude electoral del 2 de julio de 2006 transformado en golpe de Estado ex ante, así como las acciones de represión oficial institucionalizada realizadas por el gobierno de la derecha en contra de los ciudadanos que se manifiestan y protestan por el respeto de sus derechos humanos, en diversas entidades de la República especialmente en Oaxaca, el Estado de México, Querétaro y Puebla, entre otros, ha propiciado el surgimiento del Gobierno de la República Alterna, del Frente Amplio Progresista y de la pertinaz y eficiente Resistencia Civil Pacífica, que en múltiples poblaciones del país, aglutina a ciudadanos libres que luchan, de manera no violenta, por recuperar las libertades de los mexicanos, conculcadas por los ilegítimos gobiernos de la derecha.
De manera espontánea y responsable, la Resistencia Civil Pacífica ha conformado un patrón de conducta que manifiesta, sobre todo el carácter no violento de la lucha, misma que, si bien se ha inspirado en las formas de resistencia pacífica, de lucha no violenta, de desobediencia civil y de boicot, utilizadas en diferentes momentos y en diferentes países por líderes como: Mahatma Gandhi, Martin Luther King y César Chávez, en el caso de la Resistencia Civil Pacífica ha generado sus propias formas de protesta, desobediencia y denuncia, de acuerdo al momento histórico de nuestro país.
A continuación se hace un recuento de las diversas líneas de conducta que, de manera espontánea y disciplinada, ha seguido y sigue el militante libre de la Resistencia Civil Pacífica.
Realizar las protestas, actos de desobediencia civil y de denuncia sin arriesgar la propia seguridad. Nuestra vida nunca debe ponerse en peligro. Es demasiado valiosa como para sacarificarla, aunque no lo consideren así los miembros del gobierno usurpador.
La Resistencia Civil Pacífica siempre tiene metas fijas de acción: La caída de un tirano o de un usurpador, el cese de los actos de represión o el castigo no violento a quienes, por cualquier medio, violan los derechos humanos de los mexicanos. La meta principal de la Resistencia Civil Pacífica es, ante todo, la asunción y permanencia en el poder de la República alterna, por parte del presidente legítimo de México y la caída del gobierno usurpador y golpista.
No caer nunca en actos de provocación. Mantener la calma ante las agresiones y las descalificaciones. Optar siempre por la vía pacífica. Se ha dicho de la Resistencia Civil Pacífica, por parte de la derecha, que se trata de: terroristas, violentos, renegados y otros múltiples epítetos. Sin embargo, las agresiones contra los militantes de la Resistencia Civil Pacífica siempre han venido de los miembros fascistas del gobierno de la derecha.
Actuar siempre dentro del marco de la ley. La protesta pacífica nunca debe ser motivo para cometer ilícitos y nunca debe dar pie para ser consignados.
Las formas de protesta, resistencia y desobediencia civil deben alterar lo menos posible nuestra vida cotidiana, al tiempo que deben ser muy efectivas, masivas y constantes, como el boicot, los performances, las marchas y las manifestaciones, entre otras.
No tomar decisiones ni realizar acciones aisladas. Toda propuesta de acción de la Resistencia Civil Pacífica debe ser aprobada por los coordinadores de la misma, miembros del Frente Amplio Progresista.
Respetar la estructura orgánica nacional de la Resistencia Civil Pacífica, para que las acciones tengan mayor coherencia, concordancia, lógica, vinculación y efectividad en todo el país.
Acudir a los llamados y acciones de la Resistencia Civil Pacífica, aportando talento, inteligencia, energía y combatividad pacífica.
Actuar siempre sin discriminar, con un alto sentido democrático, incluyente y de respeto a los derechos, las creencias, la religión, el género, la edad, la nacionalidad, la ideología, la preferencia sexual, la raza, o la condición física y social de los propios militantes y de los demás ciudadanos.
En los límites de la no violencia y la resistencia pacífica, actuar de manera muy creativa con lo que se pueda, como se pueda y hasta donde se pueda hasta lograr las metas de la Resistencia Civil Pacífica.
Establecer constante contacto y mantenerse al tanto de la información y de las acciones, por las vías alternas: radio y blogs en la red, volanteo, correr la voz, periódicos y revistas libres, entre otros, que la misma Resistencia Civil Pacífica ha implementado, ante el cerco informativo generado por los medios masivos de comunicación controlados por el gobierno.
Denunciar los múltiples intentos del gobierno de la derecha, por criminalizar a los militantes de la Resistencia Civil Pacífica, al divulgar en los medios, la propaganda difamatoria, que presenta como actos criminales y terroristas a las acciones de resistencia civil no violenta.
Oponerse a las acciones globalizadoras y privatizadoras del patrimonio y de las instituciones nacionales parte del gobierno de la derecha.
Protestar, denunciar, evidenciar y castigar, en forma no violenta, las acciones discriminadoras, explotadoras y racistas de los miembros de la derecha.
Hacer uso, como factores de resistencia, de los poderes que tenemos, como ciudadanos, en la selección de artículos de consumo y en la desobediencia civil, sin alterar las normas constitucionales. Específicamente en el boicot. Recuerda, si no puedes participar abiertamente, lo puedes hacer sin exponerte, ejerciendo tus poderes ciudadanos como consumidor, como no consumidor, o como desobediente civil. Todo ello dentro de la lógica de la resistencia pacífica y la no violencia.
Actuar hasta donde sea posible, en las acciones que sean posibles, pero con una alta consciencia de pertenencia a la Resistencia Civil Pacífica, como ciudadano libre. Anteponiendo siempre los valores de la tolerancia y de respeto a los derechos de los demás ciudadanos.
Sin establecer un rígido cartabón y con opción a mejorar la propuesta. Se recomienda a los militantes de la Resistencia Civil Pacífica, el seguir estas normas para lograr las metas fijadas y construir un México más libre, pacífico, incluyente y democrático.
Antonio Avitia Hernández
La decepcionante visión del corrupto e ineficiente gobierno saliente de la derecha, la violación de los derechos políticos de los ciudadanos mexicanos, vía el fraude electoral del 2 de julio de 2006 transformado en golpe de Estado ex ante, así como las acciones de represión oficial institucionalizada realizadas por el gobierno de la derecha en contra de los ciudadanos que se manifiestan y protestan por el respeto de sus derechos humanos, en diversas entidades de la República especialmente en Oaxaca, el Estado de México, Querétaro y Puebla, entre otros, ha propiciado el surgimiento del Gobierno de la República Alterna, del Frente Amplio Progresista y de la pertinaz y eficiente Resistencia Civil Pacífica, que en múltiples poblaciones del país, aglutina a ciudadanos libres que luchan, de manera no violenta, por recuperar las libertades de los mexicanos, conculcadas por los ilegítimos gobiernos de la derecha.
De manera espontánea y responsable, la Resistencia Civil Pacífica ha conformado un patrón de conducta que manifiesta, sobre todo el carácter no violento de la lucha, misma que, si bien se ha inspirado en las formas de resistencia pacífica, de lucha no violenta, de desobediencia civil y de boicot, utilizadas en diferentes momentos y en diferentes países por líderes como: Mahatma Gandhi, Martin Luther King y César Chávez, en el caso de la Resistencia Civil Pacífica ha generado sus propias formas de protesta, desobediencia y denuncia, de acuerdo al momento histórico de nuestro país.
A continuación se hace un recuento de las diversas líneas de conducta que, de manera espontánea y disciplinada, ha seguido y sigue el militante libre de la Resistencia Civil Pacífica.
Realizar las protestas, actos de desobediencia civil y de denuncia sin arriesgar la propia seguridad. Nuestra vida nunca debe ponerse en peligro. Es demasiado valiosa como para sacarificarla, aunque no lo consideren así los miembros del gobierno usurpador.
La Resistencia Civil Pacífica siempre tiene metas fijas de acción: La caída de un tirano o de un usurpador, el cese de los actos de represión o el castigo no violento a quienes, por cualquier medio, violan los derechos humanos de los mexicanos. La meta principal de la Resistencia Civil Pacífica es, ante todo, la asunción y permanencia en el poder de la República alterna, por parte del presidente legítimo de México y la caída del gobierno usurpador y golpista.
No caer nunca en actos de provocación. Mantener la calma ante las agresiones y las descalificaciones. Optar siempre por la vía pacífica. Se ha dicho de la Resistencia Civil Pacífica, por parte de la derecha, que se trata de: terroristas, violentos, renegados y otros múltiples epítetos. Sin embargo, las agresiones contra los militantes de la Resistencia Civil Pacífica siempre han venido de los miembros fascistas del gobierno de la derecha.
Actuar siempre dentro del marco de la ley. La protesta pacífica nunca debe ser motivo para cometer ilícitos y nunca debe dar pie para ser consignados.
Las formas de protesta, resistencia y desobediencia civil deben alterar lo menos posible nuestra vida cotidiana, al tiempo que deben ser muy efectivas, masivas y constantes, como el boicot, los performances, las marchas y las manifestaciones, entre otras.
No tomar decisiones ni realizar acciones aisladas. Toda propuesta de acción de la Resistencia Civil Pacífica debe ser aprobada por los coordinadores de la misma, miembros del Frente Amplio Progresista.
Respetar la estructura orgánica nacional de la Resistencia Civil Pacífica, para que las acciones tengan mayor coherencia, concordancia, lógica, vinculación y efectividad en todo el país.
Acudir a los llamados y acciones de la Resistencia Civil Pacífica, aportando talento, inteligencia, energía y combatividad pacífica.
Actuar siempre sin discriminar, con un alto sentido democrático, incluyente y de respeto a los derechos, las creencias, la religión, el género, la edad, la nacionalidad, la ideología, la preferencia sexual, la raza, o la condición física y social de los propios militantes y de los demás ciudadanos.
En los límites de la no violencia y la resistencia pacífica, actuar de manera muy creativa con lo que se pueda, como se pueda y hasta donde se pueda hasta lograr las metas de la Resistencia Civil Pacífica.
Establecer constante contacto y mantenerse al tanto de la información y de las acciones, por las vías alternas: radio y blogs en la red, volanteo, correr la voz, periódicos y revistas libres, entre otros, que la misma Resistencia Civil Pacífica ha implementado, ante el cerco informativo generado por los medios masivos de comunicación controlados por el gobierno.
Denunciar los múltiples intentos del gobierno de la derecha, por criminalizar a los militantes de la Resistencia Civil Pacífica, al divulgar en los medios, la propaganda difamatoria, que presenta como actos criminales y terroristas a las acciones de resistencia civil no violenta.
Oponerse a las acciones globalizadoras y privatizadoras del patrimonio y de las instituciones nacionales parte del gobierno de la derecha.
Protestar, denunciar, evidenciar y castigar, en forma no violenta, las acciones discriminadoras, explotadoras y racistas de los miembros de la derecha.
Hacer uso, como factores de resistencia, de los poderes que tenemos, como ciudadanos, en la selección de artículos de consumo y en la desobediencia civil, sin alterar las normas constitucionales. Específicamente en el boicot. Recuerda, si no puedes participar abiertamente, lo puedes hacer sin exponerte, ejerciendo tus poderes ciudadanos como consumidor, como no consumidor, o como desobediente civil. Todo ello dentro de la lógica de la resistencia pacífica y la no violencia.
Actuar hasta donde sea posible, en las acciones que sean posibles, pero con una alta consciencia de pertenencia a la Resistencia Civil Pacífica, como ciudadano libre. Anteponiendo siempre los valores de la tolerancia y de respeto a los derechos de los demás ciudadanos.
Sin establecer un rígido cartabón y con opción a mejorar la propuesta. Se recomienda a los militantes de la Resistencia Civil Pacífica, el seguir estas normas para lograr las metas fijadas y construir un México más libre, pacífico, incluyente y democrático.