Dos muñecos
Golpes bajos
josé gil olmos México, D.F., 20 de junio (apro).- El gobierno panista ya aprendió a golpear políticamente. Los conflictos de Oaxaca y Puebla, en los que hubo claras violaciones a los derechos humanos, fueron administrados por el foxismo durante las elecciones presidenciales de 2006 para favorecer a su candidato Felipe Calderón.
Hoy, estos casos, que están a punto de resolverse en la Suprema Corte de Justicia, podrían volver a ser utilizados para ablandar al PRI, pero seguramente ahora que está la reforma hacendaria en puerta, habrá una negociación para que no haya castigo alguno contra Mario Marín y Ulises Ruiz.
Oaxaca y Puebla son dos estados que siempre han sido importantes para el PRI por la cantidad de votos que representan en las elecciones. Los gobernadores de Puebla y Oaxaca, Mario Marín y Ulises Ruiz, eran piezas claves en al estrategia de Roberto Madrazo para ganar la elección del 2 de julio de 2006. Pero ambos fueron anulados por los tremendos escándalos que reventaron precisamente en tiempos de campaña.
Curiosamente, en ambos conflictos tuvo que ver un personaje que operó a favor de Felipe Calderón. Se trata de la maestra Elba Esther Gordillo, quien de manera inteligente atizó ambos problemas en el momento preciso y golpeó a los priistas donde más le dolía.
En el caso del conflicto de Oaxaca, la maestra apoyó económicamente al entonces líder de la Sección 22 del SNTE, Enrique Rueda, para que mantuviera vivo el movimiento magisterial antes de que naciera la APPO. La idea era desactivar al principal operador de Roberto Madrazo, al gobernador Ulises Ruiz. Y lo logró.
En los primeros meses del conflicto, esto es, de mayo a julio de 2006, fue evidente que el movimiento oaxaqueño estaba basado principalmente en los maestros y que éstos tenían los recursos suficientes para mantener una movilización masiva.
Los lazos entre Rueda y Elba Esther se publicaron entonces y la explicación fue que la maestra quería mantener las protestas en contra de Ulises Ruiz, quien para entonces mantenía a su vez una parte de la nómina del PRI y le inyectaba dinero a la campaña de Madrazo.
La maestra se retiró cuando el movimiento magisterial fue rebasado por la APPO y tomó el cauce violento en manos de agrupaciones más radicales, incluso vinculada con la guerrilla.
Pero, entonces, el gobierno de Vicente Fox manipuló el movimiento al no intervenir, a pesar de las claras violaciones a los derechos humanos ocasionadas por los agentes de la AFI y del Ejército.
Maniatado electoralmente, Ulises Ruiz se mantuvo fuera del proceso electoral, pero no fue castigado, gracias a que precisamente fue utilizado como carta de intercambio entre el PAN y el PRI.
Al parecer, hoy podría darse una historia similar porque si bien es cierto que la Suprema Corte de Justicia ya determinó crear una comisión especial para investigar si hubo violación a los derechos y garantías constitucionales, es el Congreso de la Unión el único poder que podría realizar un juicio político para destituir al gobernador. Con elecciones en Baja California en puerta, lo mismo que la aprobación de la reforma hacendaria, el PAN podría aprovechar bien esta situación y doblegar al candidato a gobernador priista, Jorge Hank.
El otro caso es el de Puebla, el cual también sirvió de carta de negociación entre panistas y priistas.
Existe una versión de que las grabaciones en la que se escucha al gobernador Mario Marín y el “Rey de la Mezclilla” Kamel Nacif manipulando la justicia de la entidad para atentar en contra de la vida de Lydia Cacho, fueron filtradas por la maestra Gordillo.
Desde hace meses, entre los priistas circula una versión estenográfica de una supuesta conversación telefónica entre Gordillo y el expriista y ahora panista Rafael Moreno Valle, en la que la maestra acepta que se compren dichas grabaciones a un investigador privado para usarlas en la campaña que entonces desplegó en contra de Madrazo en todo el país.
Hasta el momento no se han hecho públicas estas grabaciones y tampoco se ha logrado verificar su autenticidad, pues supuestamente las grabaciones originales las tiene el gobierno federal. Sólo se tiene la transcripción de las conversaciones de la maestra y el priista --ahora diputado local del PAN--, en las que se explicita que serían reveladas por algún medio el 14 de febrero, como así ocurrió, pues se publicaron en La Jornada, como parte de esa estrategia de golpeteo en contra del excandidato presidencial del PRI.
Lo cierto es que, una vez que se filtraron a los medios ese 14 de febrero de 2006, la maestra Gordillo arremetió contra el PRI exigiendo la renuncia de Mario Marín y no la suya, aduciendo que el gobernador de Puebla si había cometido faltas graves para su expulsión y que ella sólo era objeto de venganza por parte de Madrazo y su equipo.
Es claro que los casos de Oaxaca y Puebla pudieron ser resueltos por el gobierno de Fox desde que iniciaron, pero que no se hizo nada para ser manipulados dentro de una estrategia de guerra sucia en contra de los enemigos del candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón.
También es evidente que ahora un acto de justicia de la Suprema Corte en contra de estos dos gobernadores priistas, podría ser usado nuevamente por el gobierno calderonista y por el PAN para golpear al PRI.