Esta cañon
Admite Villeda Martínez que puede terminar en la cárcel por el caso Cacho
Martín Hernández Alcántara
La titular de la Procuraduría General de de Justicia de Puebla, Blanca Laura Villeda Martínez, admitió por primera vez que podría ser encarcelada si la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determina que es responsable de las violaciones a las garantías individuales de la escritora y periodista Lydia Cacho Ribeiro.
La funcionaria envió este jueves a los medios de comunicación poblanos un documento de 26 cuartillas titulado “Para tomarse en cuenta”, en el cual nuevamente descalifica a la autora del libro Los demonios del Edén. El poder que protege a la pornografía infantil, diciendo que ha manipulado a la opinión pública haciéndose pasar por víctima de abusos que las autoridades poblanas no cometieron.
En dicho texto, la procuradora vuelve a afirmar que existe complicidad entre la titular de la Fiscalía para la Atención de Delitos contra la Mujer, Alicia Elena Pérez Duarte y Noroña, y Lydia Cacho, por lo que no puede haber imparcialidad en las indagatorias que efectúa esa instancia de la Procuraduría General de la República (PGR).
“No tengo ningún temor de ser investigada, porque jamás he cometido delito alguno; sin embargo, ante las evidencias del actuar de la señora Cacho Ribeiro y de su amiga Pérez Duarte y Noroña, las autoridades de Puebla corremos el riesgo de que se fabriquen pruebas en nuestra contra ante la marcada parcialidad con la que están actuando algunas autoridades federales y algunos medios de comunicación” (sic), dice Villeda en uno de los últimos párrafos del legajo.
Y en otra parte, asevera: “Estoy conciente que la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación me puede ser adversa y que provocaría en mi contra la actuación en cadena de las demás autoridades encargadas de investigar los hechos denunciados por la señora Lydia Cacho Ribeiro, lo que eventualmente provocaría que sea privada de mi libertad” (sic).
Al hacer un análisis de la segunda edición del libro Los demonios del Edén, la procuradora insinúa, además, que La Jornada y otros medios y periodistas han sido cómplices de Lydia Cacho:
En el capítulo “donde se transcribe la conversación de Emma con Succar Kuri (...), la autora refiere que los conductores Ricardo Rocha, Carlos Loret de Mola y Joaquín López Dóriga le dieron seguimiento puntual y serio a ese asunto, el único comentario que me permito hacer es que son los mismos periodistas que han estado pendientes del caso de la señora Cacho, y le han dado espacios considerables de tiempo en sus programas; el título de esta parte del libro me lleva a reflexionar precisamente sobre ‘la complicidad de los medios”, dice Villeda
Y añade: “Este pensamiento adquiere firmeza porque al revisar las fotografías, caricaturas y notas periodísticas que están entre las páginas 112 y 113 del libro, noto cierta manipulación o chantaje sentimental para los lectores, ante todo porque no existe la certeza de que las anotaciones al pie de las mismas sean ciertas y porque utiliza como única fuente de algunas de ellas el periódico La Jornada. Dato curioso, porque es el mismo medio de comunicación que con gran encono ha publicado reportajes y caricaturas en contra de las autoridades denunciadas por la señora Cacho (sic)”.
Más adelante, la procuradora menciona:
“En la parte siguiente de su libro, la periodista acusa a Miguel Ángel Yunes Linares y al ex gobernador de Veracruz de tener nexos con el narcotráfico y hace referencias a artículos de los diarios La Jornada y El Universal. Causa extrañeza que sean los mismos informativos que actualmente apoyan a la periodista y mantienen vigente su escándalo después de un año y cinco meses de su detención” (sic).
Dice respetar a
los periodistas
En otra parte, hace referencia a las grabaciones que sobre el caso Cacho han sido difundidas a partir del 14 de febrero de 2006:
“Respecto a las grabaciones ilícitas de conversaciones privadas de particulares, manifiesto mi indignación por el lenguaje soez que se utiliza en ellas, pero estoy convencida de que contienen simples baladronadas de personas que hicieron alarde de influencias y que a final de cuentas usaron su libertad de expresión al manifestar ideas que no llegaron a concretarse en hechos; además, ya se probó con opiniones expertas que la supuesta grabación de la plática entre el señor gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, y el señor Kamel Nacif fue editada, ya que contiene tres cortes; dictamen que obra en poder de diferentes medios de comunicación” (sic).
Incluso Villeda, quien ha tenido una ríspido trato con la prensa, ayer manifestó en su texto:
“Deseo dejar claro que respeto profundamente el derecho a la libertad de expresión que tienen los periodistas; admiro su trabajo profesional y yo estoy de acuerdo en que deben despenalizarse los delitos de difamación y calumnias, pero espero que se comprenda que en tanto no sean derogados, las autoridades de procuración e impartición de justicia tenemos la obligación de aplicar la ley tal como está, sin distingos y con imparcialidad, nos guste o no, porque es la única forma de preservar el Estado de Derecho. Por eso, la señora Cacho debe reflexionar sobre su proceder, porque a raíz de la publicación de su libro, y hasta la fecha, ha realizado diversas conductas ilícitas y no siempre va a estar protegida por personajes importantes ni por las organizaciones no gubernamentales, que tarde o temprano se darán cuenta que han sido manipuladas y usadas en su beneficio” (sic).
Y aunque siempre ha soslayado la actividad de las asociaciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos, la procuradora expresó:
“Admiro la labor de los organismos no gubernamentales por su lucha a favor de los derechos de las mujeres y de los menores de edad, pero lamento que personas sin ética y con intereses mezquinos desprestigien su labor”.
Villeda termina diciendo: “Me siento indignada al advertir el manejo que se ha dado a este asunto, pero con firmeza reitero que tengo la conciencia tranquila y que puedo ver con la frente en alto a todo el mundo. Las personas que me conocen tienen la certeza de que nunca protegería a ningún delincuente, y mucho menos si éstos agreden a menores de edad.
“No tengo ningún temor de ser investigada, porque jamás he cometido delito alguno; sin embargo, ante las evidencias del actuar de la señora Cacho y de su amiga Pérez Duarte, las autoridades de Puebla corremos el riesgo de que se fabriquen pruebas en nuestra contra ante la marcada parcialidad con la que están actuando algunas autoridades federales y algunos medios de comunicación” (sic).
El documento está firmado por Villeda, pero no en su calidad de procuradora, sino de abogada, y fue remitido desde el correo electrónico personal de la procuradora y el del titular de la Subdirección de Prensa y Difusión, Juan Carlos López Rojas.