Le va a dar gastritis a Ulises
Soberanes presenta informe sobre abusos policiacos y de autoridades estatales
CNDH: "responsabilidad directa" de Ulises Ruiz por la represión en Oaxaca
conferencia de prensa que ofreció ayer Foto: Cristina Rodríguez
El gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, "tiene responsabilidad directa en las violaciones a derechos humanos cometidas por policías ministeriales, la ex procuradora y servidores públicos estatales durante el conflicto magisterial y de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), porque de él dependen la procuraduría estatal y la Secretaría de Seguridad Pública" de la entidad, aseveró ayer el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes Fernández.
El ombudsman subrayó que deben ser el Congreso local, el Congreso de la Unión o la Suprema Corte de Justicia de la Nación los que investiguen la responsabilidad del gobernador en el conflicto.
El titular de la CNDH presentó ayer de manera pública la recomendación 15/2007, relativa a las violaciones de derechos humanos en contra de maestros de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Oaxaca e integrantes de la APPO por policías ministeriales, elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP), militares, agentes del Ministerio Público, la ex procuradora, directores de penales y otros funcionarios estatales.
La recomendación se turnó al presidente de la mesa directiva del Senado, a los secretarios de Gobernación, Defensa, Marina, Educación Pública y Seguridad Pública, así como al gobernador del estado y a 19 presidentes municipales de esa entidad. Las graves violaciones de derechos humanos incluyen tortura, homicidio, irregular integración de averiguaciones previas, dilación en la procuración de justicia, ataques a la propiedad privada, afectación a la integridad física, detenciones arbitrarias, retenciones ilegales, incomunicación y ataques a la libertad de reunión, entre otras.
Soberanes Fernández destacó que como los hechos ocurrieron en el gobierno de Vicente Fox, la administración del presidente Felipe Calderón "no tiene por qué cargar con ellos. Más le vale al gobierno actual, en ese sentido, entrar en limpieza, aceptar la recomendación y proceder jurídicamente en contra de los responsables, porque yo no le vería caso a tratar de solapar a las autoridades del anterior régimen".
El ombudsman puntualizó que durante varios meses del año pasado la población de Oaxaca sufrió serios atentados contra sus derechos humanos: "primero, la pasividad gubernamental y después las acciones desproporcionadas de algunas autoridades generaron un ambiente en el que la ciudadanía se vio atrapada por la violencia política, sin que se le otorgara la seguridad que es el deber primario de cualquier Estado proporcionar".
Y acusó: en el desalojo del 14 de junio de 2006 se transgredió el derecho de reunión en agravio de integrantes sección 22 del SNTE por el ejercicio indebido de autoridad del director de Seguridad Pública del estado. "El desalojo se efectuó a las cuatro de la mañana, mientras los maestros dormían".
Dio cuenta de que 162 personas fueron detenidas arbitrariamente por policías ministeriales de Oaxaca y elementos de la PFP; 157 fueron retenidas de manera ilegal por agentes preventivos y elementos de la corporación federal.
Los agentes del Ministerio Público que intervinieron en la integración de las averiguaciones previas incurrieron en violaciones en los casos de 152 personas; 141 estuvieron incomunicadas por elementos de la PFP y autoridades de los penales de Tlacolula y Miahuatlán.
Denunció que 50 personas fueron detenidas el 29 de octubre, el primero y el 2 de noviembre de 2006 por elementos de la PFP y fueron retenidas en las instalaciones de la Base Aérea Militar número 15, en San Juan Bautista la Raya, Xoxocotlán, Oaxaca.
Noventa y ocho más presentaron lesiones "que no correspondían a mecanismos de disuasión, sujeción o sometimiento; los responsables fueron elementos de la PFP, policías ministeriales y preventivos de Oaxaca; 13 personas fueron torturadas por elementos de la primera corporación y agentes de los otros dos cuerpos.
Soberanes resumió: la sociedad, en general, vio trasgredidos sus derechos a la información y la libertad de expresión por acción u omisión, debido a un ejercicio indebido de la función pública imputable a agentes policiacos.
Además, subrayó, la ex procuradora de Oaxaca trasgredió los derechos a la legalidad y seguridad jurídica de las poblaciones de los municipios de Oaxaca y áreas conurbadas. En el caso del homicidio del periodista Bradley Roland hubo irregular integración de la averiguación previa, se observaron anomalías en interrogatorios superficiales o no realizados, diligencias inoportunas o erradas y una consignación endeble.
El presidente de la CNDH solicitó que se giren instrucciones para que las instalaciones militares no sean utilizadas para retener a civiles señalados como probables responsables de cometer actos ilícitos que no corresponden al fuero militar. A los titulares de Defensa y Marina les solicitó que proporcionen, cuando les sea solicitada, información veraz y oportuna.
Al gobernador se le recomendó "iniciar procedimientos administrativos contra funcionarios de la Secretaría de Protección Ciudadana y de la Procuraduría General de Justicia del Estado; iniciar averiguaciones penales contra servidores de la procuraduría estatal y de la Secretaría de Protección Ciudadana.
"Iniciar procedimiento administrativo contra Lino Celaya, porque cuando fue secretario de Protección Ciudadana violentó los derechos humanos de 141 personas, al enviarlos al penal de Nayarit, y contra la ex procuradora Lizbeth Caña, por dilación en la procuración de justicia, y si hay delito, iniciarle averiguación previa".