martes, diciembre 04, 2007

Noroña en Queretaro

Gerardo Fernández Noroña en Querétaro, el día 15 de noviembre del 2007

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Cuarta Parte



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Noroña en Queretaro

Gerardo Fernández Noroña en Querétaro, el día 15 de noviembre del 2007

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Alejandro Encinas en Queretaro

Disculpen la tardanza, pues no se subir los videos al youtube..., pero más vale tarde que nunca...

Saludos, Susana





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La Corte: “ni picha, ni cacha, ni deja batear”

La Corte: “ni picha, ni cacha, ni deja batear”

René Sánchez Galindo
4 de diciembre de 2007

No nos confundamos: todes sabemos que los temas valientemente investigados por la periodista Lydia Cacho son graves.

No nos hagamos bolas: no se pueden ejercer acciones penales hoy por hoy por el simple hecho de publicar, tal y como dijeron los 4 ministros y las dos ministras –sí las únicas dos ministras de la Suprema Corte-; y hacer esto en contra de una periodista y defensora de los derechos humanos es grave. ¿O qué? ¿esta mayoría de 6 ministros desconoce los tratados internacionales que protegen a los defensores de derechos humanos y a los periodistas?

No nos equivoquemos: la Suprema Corte de la Nación no estaba utilizando facultades para decidir si se violaron derechos fundamentales, o no; lo que la corte estaba obligada por la Constitución era a averiguar, a investigar. Por lo tanto su actuación puede y debe ser reprobada por la ciudadanía en general. Cualquier ciudadano cabal, con una décima parte de lo que gana cualquier ministro, podría resolver mejor sobre está investigación.

No perdamos de vista que se trataba de una facultad extraordinaria de la Suprema Corte, que a este alto tribunal lo que le corresponde es dictar sentencias, no investigar; y sin embargo, la Constitución contempla como una posibilidad ante una descomposición generalizada de las instituciones, como el caso de la pederastia y la corrupción de las autoridades en contra de una periodista y defensora de derechos humanos, la posibilidad de que la Corte investigue.

Así, la Corte, (i) al negar que se trataban de violaciones graves, sencilla y coloquialmente, no “pichó”; (ii) al no asumir su papel de investigadora no “cachó”; y (iii) al no asumirse como una institución de última instancia en ejercicio de importantísimas facultades extraordinarias, “no nos dejó batear” (lo).

No se equivoquen: la ciudadanía reprueba este hecho, reprueba a la Corte.

No perdamos el rumbo: el pueblo, la ciudadanía, la sociedad tiene en todo momento el derecho de modificar la forma de su gobierno, cambiar a la Corte y constituir la IV República.

René Sánchez Galindo
ranazapatera@gmail.com

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