martes, diciembre 29, 2009

El Renacimiento de México



Debemos insistir en modificar radicalmente la actual política petrolera

Desde que tomaron el poder los neoliberales, México pese a contar en abundancia con dos recursos fundamentales (el petróleo y la tierra) que asegurarían su estabilidad económica y social, ha caído en la dependencia energética y alimentaria debido a la falta de apoyo oficial a la investigación, subsidios a los agricultores, al cierre de refinerías, la subcontratación de servicios por parte de PEMEX y claro por la corrupción de la élite en el poder.

Por esto, el Presidente Legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, establece dos puntos a considerarse en el Nuevo Proyecto Alternativo de Nación: Fortalecer al sector energético y Alcanzar la soberanía alimentaria.

En cuanto al primero de ellos, se está proponiendo dejar de lado la exportación de petróleo crudo como prácticamente la única actividad que realiza PEMEX actualmente, y avocarnos a construir 3 refinerías con lo cual se lograría evitar la importación de combustibles, se crearían empleos calificados, y se avanzaría en la generación de tecnología propia.

Asimismo, es necesario invertir en exploración para descubrir nuevos yacimientos, ya que actualmente la producción de Cantarell y Chicontepec, se está desplomando de forma acelerada.

Pese a que se requieren inversiones fuertes al principio para lograr lo anterior, es necesario hacer notar que los beneficios obtenidos serían muy superiores a la inversión, ya que la transformación del petróleo crudo en productos petroquímicos al tener valor agregado se cotiza a un valor más alto en el mercado, además de que la refinación estimularía la formación de una plantilla de investigadores nacionales que podrían generar otra fuente de ingresos para el país con la generación de patentes. Actualmente, con la política neoliberal del PRI y el PAN, en México el petróleo genera en su mayoría empleos para obreros y personal administrativo, mientras que la investigación científica y tecnológica se desarrolla en nuestro principal comprador de petróleo crudo: los EE.UU.

Por otra parte, está el tema de la soberanía alimentaria, al igual que sucede con el petróleo, los oligarcas han devastado el campo como una horda de bárbaros, pese a que México es el onceavo país en extensión territorial, a poseer una gran variedad de climas, uno de los litorales más extensos, y una tradición agrícola que data desde hace 3000 años, con la actual política económica, se han retirado los subsidios para los agricultores y ganaderos, la flota pesquera y la marina mercante se hallan en el abandono a causa de los altos precios de las gasolinas y el diesel, la planta de amoniaco que nos hacía autónomos en la producción de fertilizantes fue desmontada, y ahora se ha permitido la entrada a empresas transnacionales como MONSANTO, y DUPONT para el cultivo de maíz transgénico en el norte de nuestro país, y la producción de agrocombustibles en Estados del Sureste como es ya el caso de Chiapas, donde cada vez más se ataca a las comunidades indígenas. A esto hay que agregar que desde la década de los 80 del siglo pasado, México ha tenido que importar cada vez más sus alimentos, incluyendo los de la canasta básica como el maíz y el frijol.

Lo anterior ha tenido una alto costo social para los habitantes de las zonas rurales, donde la gente ha tenido que emigrar hacia las zonas urbanas de México o hacia el extranjero, convirtiéndose en exiliados económicos, aunque también los hay políticos, como es el caso de varios centenares de familias mexicanas, indígenas en su mayoría, que se encuentran en calidad de refugiados en Guatemala, a consecuencia de la creciente hostilidad contra sus comunidades por parte de los gobiernos Federal y Estatal.

Por lo tanto, el Presidente Legítimo de México, propone que se incluya el rescate del sector agropecuario en el Nuevo Proyecto Alternativo de Nación, y aunque no da un lineamiento general sobre qué estrategia se aplicaría para el rescate del campo, es de suponerse que se hará necesaria una política de subsidios para los productores, la reapertura de FERTIMEX, y la prohibición tajante de cultivos transgénicos, en este último aspecto, es expreso el rechazo de Andrés Manuel López Obrador a este tipo de cultivos.

L.D. Jesús A. Palma M.

Ciudad de México, Sede del Gobierno Legítimo de México a 28 de diciembre de 2009.


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