Jaime Avilés
En cuanto Andrés Manuel López Obrador inició la lectura de su breve y mesurado discurso en la Alameda, sincrónicamente, allá, al final de la calle Madero, el cielo del Zócalo se incendió con un espectáculo de fuegos artificiales, pese a que eran apenas las 22:30 horas. La tradición recuerda que los cohetes luminosos arden cada 15 de septiembre en la plaza mayor después de la ceremonia del Grito, pasadas las 23 horas. Alguien, a lo lejos, tal vez quería robar la atención del público a las palabras del presidente legítimo
. Pero no lo logró.
Aglomerada bajo las conchas de tortuga de incontables paraguas, hombro con hombro desde el hemiciclo a Juárez hasta el Eje Central, soportando la lluvia invariable que caía desde las siete de la noche, la gente escuchó el mensaje del máximo dirigente opositor, esperando instrucciones para actuar en la nueva coyuntura política, y gritando a coro, ¡ya estamos listos, señor presidente!
, cada vez que el tabasqueño señalaba que el movimiento popular necesita –porque además es su deber
– seguir en la lucha por la transformación del país.
Sin embargo, López Obrador no soltó prenda acerca de qué acciones de resistencia civil pacífica propondrá, el próximo lunes a las cinco de la tarde, frente al Palacio Legislativo de San Lázaro, cuando haga pública su propuesta alternativa de Ley de Ingresos y de Presupuesto de Egresos para el simbólico 2010. En su exposición de motivos, para convocar al mitin, se limitó a resumir:
“Las medidas dadas a conocer la semana pasada para supuestamente enfrentar la crisis de las finanzas públicas no son más que otra vuelta de tuerca para seguir exprimiendo al pueblo. Esta oligarquía, representada por [Carlos] Salinas de Gortari, que es el que gobierna de facto en México (porque a [Felipe] Calderón lo tienen sólo de monigote), pretende aumentar todos los impuestos, inclusive crear impuestos nuevos y seguir subiendo el precio del gas, la gasolina, el diesel y la energía eléctrica”.
Las serpentinas de fuego blanco, rojo y amarillo continuaban tejiendo grecas efímeras sobre el Zócalo, cuando López Obrador añadió: Desde aquí les invito a que el próximo lunes nos congreguemos en San Lázaro a las cinco de la tarde, para tratar este tema en profundidad (y) tomar decisiones
. Y de nuevo, el gentío empapado volvió a corear. ¡Ya estamos listos, señor presidente!
, una y otra vez.
En la primera línea del templete, a espaldas del ex jefe del Gobierno del Distrito Federal, estaban dos ancianitas que apenas alcanzaban un metro de estatura: Anastasia, de 97 años, vestida de china poblana, y peinada con unas plateadas coletas de adolescente, y Dolores, de 89, con un traje típico más sencillo pero no menos humilde. Ambas habían llegado desde muy temprano con el único propósito de escoltar a Andrés Manuel durante la ceremonia. Los organizadores del acto comentaban el trabajo que costó ayudarlas a subir al templete
.
Estrellas doradas, chispas luminosas, jeroglíficos de lumbre continuaban subiendo al cielo del Zócalo, mientras ahora López Obrador decía: cada vez es más claro que los males que atormentan a la nación no podrán remediarse si no llevamos a cabo una transformación de la vida pública, como la que lograron los movimientos de Independencia y de Reforma (...) y la Revolución Mexicana
.
De algún modo, el contraste entre el grave discurso que atendía la muchedumbre en la Alameda y la frivolidad de los fuegos artificiales que estallaban a destiempo en el Zócalo era una elocuente alegoría de la confrontación política que divide al país. Pero tanto en la Plaza de la Constitución como en el antiguo parque construido durante el virreinato lo que abundaba era gente pobre, que a diferencia de años previos ahora no podía darse el lujo de comprar cornetas, pestañas, sombreros, bigotes, huevos de harina o de confeti, o rehiletes y banderitas tricolores.
¿Usted viene con su familia para apoyar a Calderón?
, preguntó un reportero italiano a una sexagenaria, a la que rodeaban sus hijos y algunos nietos. La mujer, debajo de su paraguas que goteaba por todas las puntas, contestó, mirando al periodista con un dejo de lástima: ¿A Calderón? No, nosotros estamos aquí para olvidarnos un ratito de los problemas, para disfrutar la fiesta
.
Otras, por supuesto, eran las razones que habían conjuntado a los pobres y a los militantes de la clase media en la Alameda, donde tampoco eran visibles los disfraces y juguetes septembrinos de otros años. Nadie parecía haber comprado nada, excepto capas de plástico. En su discurso, Claudia Sheinbaum, secretaria del patrimonio nacional del gobierno legítimo
, había explicado por qué:
“El pueblo de México sufre un gobierno usurpador que apuesta a la violencia para supuestamente resolver el problema del narcotráfico, mientras reduce los recursos para cultura, educación y salud pública. Un gobierno de facto que minimiza cada día la crisis económica; que subejerce recursos públicos destinados a infraestructura y atención a la pobreza, que dilapida los ingresos petroleros para el gasto corriente de altos funcionarios y el rescate de algunas empresas mientras sigue endeudando al país. Un gobierno de facto que en estos tres años ha producido más pobres y más violencia, menos empleo, menos educación, menos salud, menos bienestar”.
Finalizada la intervención de Sheinbaum, la maestra de ceremonias, Jesusa Rodríguez, presentó a Alejandra Robles, de Puerto Escondido, Oaxaca, una morenita muy joven y en apariencia muy tímida, pero con un vozarrón que cimbró a la Alameda en cuanto empezó a cantar al estilo ranchero los versos de Como se pueda
, la nueva creación de la propia Jesusa y Liliana Felipe, basada en las históricas palabras que Benito Juárez pronunció mientras combatía contra los invasores franceses y que Andrés Manuel ha convertido en estribillo y remate de muchos de sus discursos: Vamos a rescatar a México como se pueda, con lo que se pueda y hasta donde se pueda
.
Fue toda una sorpresa aquella voz, a la que no se mostraron indiferentes Porfirio Muñoz Ledo y su esposa; Dante Delgado y Alberto Anaya, líderes de Convergencia y del PT; Octavio Romero Oropeza, Laura Itzel Castillo, Asa Cristina Laurel y Luis Linares Zapata, secretarios del gobierno legítimo
; Martí Batres, titular de Desarrollo Social en el gabinete de Marcelo Ebrard y muchas personas más, entre las cuales esta crónica no vio a Alejandro Encinas ni a nadie de la dirección del PRD, así como tampoco a doña Rosario Ibarra de Piedra, que en estos momentos libra en el Senado una batalla para conducir, como le corresponde, la sucesión en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que quieren manipular ilegalmente las bancadas del PRI y del PAN.
La ceremonia culminó cuando, a las 22:45, Clara Brugada, líder del movimiento en Iztapalapa, dio el grito de los libres
, invocando a Hidalgo, Allende, Aldama, la Corregidora, Morelos y Guerrero, antes de exaltar la lucha de las mujeres en el mundo y desear que muera el mal gobierno
, para en seguida proclamar tres veces ¡viva México!
y tocar la campana colgada sobre el templete, mientras miles de gargantas coreaban, furiosas: ¡Clara sí, Juanito no; Clara sí, Juanito no!
, anunciando quizá la inminente rebelión que le aguarda a quien pretende usurpar la jefatura de la populosa delegación donde, como dijo una sabia reportera, crucifican
.
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Fallas de origen
Hernández

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Publicado por Arturo Guerrero Guevara ______________________________________________________________________________________________
El PRI ganó las pasadas elecciones mediante un río de dinero que superó la cartera y las maniobras igualmente fraudulentas del PAN-gobierno federal. Una parte importante de esos recursos económicos provinieron de las arcas de gobernadores que están haciendo equipo con Arturo Enrique Peña Montiel para llevarlo a Los Pinos, pero aún es desconocido el origen del grueso de los billetes con los que se movió esa impresionante estructura electoral defraudadora. Con el nuevo poder adquirido, el PRI parece estar en condiciones de presionar para que se replanteen
los términos de la lucha contra el narcotráfico. Ayer, en Ciudad Juárez, el punto más rojo del mapa nacional de la materia, con un cuadro delictivo aun peor que cuando grandes contingentes del Ejército llegaron a la entidad, comenzó el verdadero desfile militar mediante un proceso de sustitución de soldados por cadetes municipales recién egresados de lo que pomposamente son llamadas academias
. Luego de recibir adiestramiento militar
, mil 182 policías noveles se harán cargo de tareas de seguridad pública que hasta ahora realizaban las fuerzas castrenses, mientras en la ciudad se ha producido otro asesinato múltiple (diez muertos) en un centro, sin registro oficial, de rehabilitación de adictos y, en las afueras de la delegación de la PGR, asesinaban a un agente federal y su acompañante.
De continuar esa paulatina reducción de la presencia militar en las plazas fuertes del narcotráfico se dará pie a preguntar si está en marcha un nuevo pacto entre cárteles y el nuevo poder priísta, que ahora condiciona y determina las acciones del damnificado de Los Pinos, y si acaso el muchísimo dinero que corrió por las tuberías electorales para dar un triunfo exagerado al PRI fue una inversión de grandes empresarios subterráneos para restituir viejas formas de tolerancia y entendimiento para que el negocio siga funcionando sin tanta sangre ni ruido.
Un ejemplo de los ¿nuevos? tiempos ha llegado del norte. Un juez federal de Estados Unidos dejó a Zhenli Ye Gon en capacidad de disponer libremente de fondos que le habían sido retenidos en función de un juicio en su contra que ahora va quedando en simple papeleo allá, aunque en espera de que se resuelva un turbio pedido de extradición que colocaría al empresario de origen oriental en tribunales mexicanos. El magistrado Emmet Sullivan desechó la posibilidad de que Los Pinos pudiera quedarse con los bienes y dinero ahora restituidos a Ye Gon pues, dijo, no compartió pruebas de lo que se acusaba a Zhenli: México desairó a Estados Unidos
. Sospechosos desaires, al estilo de los expedientes de la PGR que llevan sembrados los errores procesales que luego los abogados de los narcotraficantes encontrarán
y explotarán con éxito.
Paraísos judiciales que contrastan con lo sufrido por Jacinta Francisco Marcial, que ayer salió de la cárcel luego de tres años de estar acusada de secuestrar a agentes federales. La PGR rápidamente vistió las sucias prendas del oportunismo para tratar de demostrar su bondad y sentido de justicia al abstenerse de presentar pruebas acusatorias contra la otomí. Tal vez el perdón
trate de suavizar socialmente el camino hacia el nombramiento de un comisionado del bufete del Jefe Diego (un abogado de apellidos Chávez Chávez) para que se encargue de la PGR, pues los panistas, un priísta y los mercenarios del Verde Ecologista han acordado sumar en el Senado los votos necesarios para su designación.
Por cierto, en Ciudad Juárez la delegación del PGR ha abierto averiguación previa contra familiares de mujeres asesinadas y activistas sociales que en días pasados pintaron cruces negras sobre fondo rosa en paredes de esa dependencia, como rechazo a la pretensión de nombrar al antedicho ChaCha como procurador federal. Ángel Torres Valadez, vocero de la citada delegación, a cargo de Héctor García Rodríguez, reconoció que los daños
ocasionados por las pintas no fueron significativos
, pero se decidió abrir un proceso judicial para dejar un precedente y ya no se vuelvan a presentar esos disturbios
.
Y, ¿los Gritos? Bueno, todo fue felicidad en el interior de Palacio Nacional, y tanto la noche del 15, como la mañana del 16, el lic. Calderón estuvo perfectamente resguardado por el instrumental militar siempre sabido y, en la noche de fiesta, por miles de agentes y soldados vestidos de civil que así, con aire de público común y corriente, constituyeron una primera muralla de prevención en el Zócalo. López Obrador, por su parte, hizo un discurso reiterativo en el Hemiciclo a Juárez, con una presencia popular importante y un llamado a una voluntarista campaña nacional de concien- tización
que contrarreste los engaños hechos por la mayoría de los medios de comunicación. Gómez Mont estuvo en Dolores Hidalgo y, hasta eso, no lanzó vivas al Jefe Diego ni al tráfico de influencias que les ha dado lana, y al siguiente día, al pie del Ángel de la Independencia continuó en la demagogia simplona. El precandidato Peña Montiel, por su parte, lució a la Gaviota Televisa en los actos patrios, mientras el veracruzano Fidel Herrera se hizo acompañar de Laura Bozzo, la peruana conductora de telebasura que ahora será apoyada
por ese gobierno para que haga 12 programas de crímenes, infidelidades y escándalos sucios y promueva
los logros del DIF de esa entidad.
Y, mientras siguen las detonaciones menores, que parecen indicativas de tentaciones desestabilizadoras desde sótanos de poder, ¡hasta mañana, con Amalia peleando contra la palabra atentado!
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