jueves, diciembre 13, 2012


LA CASA DEL MOVIMIENTO
"POR EL BIEN DE TODOS"

Enviamos este artículo que escribe y comparte el compañero Daniel Flores Meza

"El Decálogo para la Soberanía Alimentaria en México" Una propuesta ante la brutal importación de alimentos de dudosa calidad y el desplazamiento de la agricultura nacional.
La importación de alimentos se ha incrementado en un 43%, sumada a la práctica del dumping en los productos agropecuarios provenientes de los EUA principalmente , provocando el desplazamiento de los productos nacionales, la falta de rentabilidad de las unidades productivas, y finalmente el abandono de la actividad agrícola, situación que pone en riesgo la soberanía alimentaria y; por lo tanto, el colapso del campo mexicano.
Actualmente la importación de alimentos es: maíz 33%, frijol 35%, soya 95%, trigo 57%, arróz 83% , carne 50% , leche en polvo 50%.
Por lo anterior, me he permitido escribir el documento antes referido, esperando sea de su interés para su difusión.


El Decálogo para la Soberanía Alimentaria en México

Una propuesta ante la brutal importación de alimentos de dudosa calidad y el desplazamiento de la agricultura nacional


1   1    La Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos, comunidades y países a definir sus propias políticas agrícolas, pastoriles, laborales, de pesca, alimentarias y agrarias que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas a sus circunstancias exclusivas; por lo que,  en México es prioritario construirla como política pública.

22.   La democracia, la paz y soberanía de un pueblo o nación empieza por el derecho a la comida; por lo que,  los alimentos no deben verse solo como una mercancía, sino como un derecho por la vida.

33.     La soberanía alimentaria es capaz de construirse con la riqueza disponible de  recursos naturales en nuestro país, con la  abundante riqueza cultural y ancestral de nuestros campesinos e indígenas. Las regiones indígenas son territorios de origen tanto de la biodiversidad como del reservorio fitogenético “cultural” único en el mundo, naturaleza que exige su preservación.

4.    La soberanía alimentaria sostiene que la alimentación de un pueblo es un tema de seguridad nacional, de soberanía nacional.  Si para alimentar a su población, una nación debe depender de los caprichos del mercado internacional, o de la voluntad de una súper-potencia  al utilizar los alimentos como instrumentos de presión internacional, o de la imprevisibilidad y los altos costos de larga distancia, ese país no está seguro, ya sea con respecto a la seguridad nacional o a la seguridad alimentaria (Rosset, 2004); por lo que, es fundamental reactivar la estructura productiva y  contar con reservas estratégicas alimentarias.

55.    Privilegiar a los sistemas agrícolas tradicionales que se han desarrollado en función de los principios de cooperación, integración y diálogo con la naturaleza, principios que han dado lugar a sistemas agroecológicos muy complejos que deben conservarse, replicarse y adoptarse como política pública.

6.    La soberanía alimentaria no niega el comercio internacional, más bien defiende la opción de formular aquellas políticas y prácticas comerciales que mejor sirvan a los derechos de la población, a disponer de métodos y productos alimentarios inocuos, nutritivos y ecológicamente sustentables (Vía Campesina, 2002).

7.    La liberalización descontrolada del comercio se constituye como la principal fuerza que conduce a los agricultores a abandonar sus tierras, y como un principal obstáculo al desarrollo económico local y la soberanía alimentaria; por lo tanto, los alimentos y la agricultura deben de excluirse o en su caso revisar su posición con respecto a los acuerdos comerciales con la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y otros acuerdos regionales y bilaterales.

88.    Privilegiar el modelo de soberanía alimentaria como un derecho de los pueblos rurales y como la base de las economías locales y del desarrollo económico nacional, versus el modelo dominante que ve a la agricultura familiar como anacrónica e ineficiente y que debe ser remplazada por métodos modernos, misma que se basa en agroexportaciones,  políticas neoliberales, libre comercio y en grandes extensiones de monocultivos mecanizados de agricultura industrial, intoxicada con grandes cantidades de agroquímicos y semillas transgénicas que afectan  la biodiversidad,  los mantos acuíferos y la fertilidad natural.

99.    El campo mexicano es un sector estratégico para el desarrollo y  de interés público, la agricultura representa la administración de los recursos naturales productivos asociados a toda una cultura y derecho por la vida; por lo que,  a los campesinos e indígenas,  se les debe  reconocer como sujetos de derechos y no sujetos productivos.

110.  La soberanía alimentaria hará que los campesinos se ganen la vida con sus tierras; por lo que, la certeza jurídica en la tenencia de la tierra es el fundamento, ellos son los guardianes de la biodiversidad y administradores de los recursos naturales productivos y del conocimiento ancestral, son la base para un desarrollo local,  y que hará  que los habitantes del campo y las ciudades puedan tener alimentos sanos y nutritivos  a precios asequibles.


Daniel Flores Meza
Ing. Agrónomo
Agua en la Tierra, S.C.
Puebla, Pue.
Puebla, Pue. a 7 de diciembre de 2012

Mensaje de sta semana