LA CASA DEL MOVIMIENTO
"POR EL BIEN DE TODOS"
Enviamos este artículo que escribe y comparte el compañero Daniel Flores Meza
"El Decálogo para la Soberanía Alimentaria en México" Una propuesta ante la brutal importación de alimentos de dudosa calidad y el desplazamiento de la agricultura nacional.
La importación de alimentos se ha incrementado en un 43%, sumada a la práctica del dumping en los productos agropecuarios provenientes de los EUA principalmente , provocando el desplazamiento de los productos nacionales, la falta de rentabilidad de las unidades productivas, y finalmente el abandono de la actividad agrícola, situación que pone en riesgo la soberanía alimentaria y; por lo tanto, el colapso del campo mexicano.
Actualmente la importación de alimentos es: maíz 33%, frijol 35%, soya 95%, trigo 57%, arróz 83% , carne 50% , leche en polvo 50%.
Por lo anterior, me he permitido escribir el documento antes referido, esperando sea de su interés para su difusión.
El Decálogo para la
Soberanía Alimentaria en México
Una propuesta ante la
brutal importación de alimentos de dudosa calidad y el desplazamiento de la
agricultura nacional
1 1 La
Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos, comunidades y países a
definir sus propias políticas agrícolas, pastoriles, laborales, de pesca,
alimentarias y agrarias que sean ecológica, social, económica y culturalmente
apropiadas a sus circunstancias exclusivas; por lo que, en México es prioritario construirla como
política pública.
22. La
democracia, la paz y soberanía de un pueblo o nación empieza por el derecho a
la comida; por lo que, los alimentos no
deben verse solo como una mercancía, sino como un derecho por la vida.
33.
La soberanía alimentaria es capaz de construirse
con la riqueza disponible de recursos
naturales en nuestro país, con la abundante
riqueza cultural y ancestral de nuestros campesinos e indígenas. Las regiones
indígenas son territorios de origen tanto de la biodiversidad como del
reservorio fitogenético “cultural” único en el mundo, naturaleza que exige su
preservación.
4.
La
soberanía alimentaria sostiene que la alimentación de un pueblo es un tema de
seguridad nacional, de soberanía nacional.
Si para alimentar a su población, una nación debe depender de los
caprichos del mercado internacional, o de la voluntad de una
súper-potencia al utilizar los alimentos
como instrumentos de presión internacional, o de la imprevisibilidad y los
altos costos de larga distancia, ese país no está seguro, ya sea con respecto a
la seguridad nacional o a la seguridad alimentaria (Rosset, 2004); por lo que, es
fundamental reactivar la estructura productiva y contar con reservas estratégicas alimentarias.
55.
Privilegiar
a los sistemas agrícolas tradicionales que se han desarrollado en función de
los principios de cooperación, integración y diálogo con la naturaleza,
principios que han dado lugar a sistemas agroecológicos muy complejos que deben
conservarse, replicarse y adoptarse como política pública.
6.
La
soberanía alimentaria no niega el comercio internacional, más bien defiende la
opción de formular aquellas políticas y prácticas comerciales que mejor sirvan
a los derechos de la población, a disponer de métodos y productos alimentarios
inocuos, nutritivos y ecológicamente sustentables (Vía Campesina, 2002).
7.
La
liberalización descontrolada del comercio se constituye como la principal
fuerza que conduce a los agricultores a abandonar sus tierras, y como un
principal obstáculo al desarrollo económico local y la soberanía alimentaria;
por lo tanto, los alimentos y la agricultura deben de excluirse o en su caso
revisar su posición con respecto a los acuerdos comerciales con la Organización
Mundial de Comercio (OMC), el Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN), el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y otros acuerdos
regionales y bilaterales.
88.
Privilegiar
el modelo de soberanía alimentaria como un derecho de los pueblos rurales y como
la base de las economías locales y del desarrollo económico nacional, versus el
modelo dominante que ve a la agricultura familiar como anacrónica e ineficiente
y que debe ser remplazada por métodos modernos, misma que se basa en agroexportaciones,
políticas neoliberales, libre comercio y
en grandes extensiones de monocultivos mecanizados de agricultura industrial,
intoxicada con grandes cantidades de agroquímicos y semillas transgénicas que
afectan la biodiversidad, los mantos acuíferos y la fertilidad natural.
99.
El
campo mexicano es un sector estratégico para el desarrollo y de interés público, la agricultura representa la
administración de los recursos naturales productivos asociados a toda una
cultura y derecho por la vida; por lo que, a los campesinos e indígenas, se les debe reconocer como sujetos de derechos y no sujetos
productivos.
110.
La soberanía alimentaria hará que los
campesinos se ganen la vida con sus tierras; por lo que, la certeza jurídica en
la tenencia de la tierra es el fundamento, ellos son los guardianes de la
biodiversidad y administradores de los recursos naturales productivos y del
conocimiento ancestral, son la base para un desarrollo local, y que hará que los habitantes del campo y las ciudades puedan
tener alimentos sanos y nutritivos a
precios asequibles.
Daniel Flores Meza
Ing. Agrónomo
Agua en la Tierra, S.C.
Puebla, Pue.
Puebla, Pue. a 7 de
diciembre de 2012