viernes, octubre 20, 2006

TENDAJÓN MIXTO


Pesará más el FMI en México
Jaime Ornelas Delgado
1. Las cosas no pintan bien, Oaxaca requiere la mayor solidaridad posible ante la amenaza de ser reprimido el movimiento popular que demanda la salida del gobierno de Ulises Ruiz; las cosas en Tabasco han sido de pesadilla y muestran que el PRIAN está dispuesto a todo, incluido al uso de la violencia, para mantenerse en el poder y derrotar a la insurgencia ciudadana que empezó por demandar limpiar las elecciones y ahora sabe que la democracia es un mito sin la participación de los ciudadanos en los asuntos que le competen y no sólo en los procesos electorales; en Chiapas se conjuran para revertir un triunfo legal y legítimo; la vida sindical se enturbia con la descarada intromisión de autoridades en asuntos que sólo competen a los sindicalizados; ahora sabemos que el repudio a la represión en Atenco no tuvo la magnitud que merecía la bárbara agresión que sufrieron los habitantes de esa población. Las conclusiones de la CNDH son estremecedoras, y se dice que aún falta saber lo peor de esa sanguinaria represión que presagia tiempos de violencia contra el movimiento popular, represión que alientan los medios de comunicación, en poder de la oligarquía, que siguen con su campaña de linchamiento en contra de quienes se mantienen tercos en democratizar el país; de su parte, la Secretaría de Gobernación, copada por el Yunque, impidió la difusión de programas de radio y televisión que el PRD tiene derecho transmitir como parte de las prerrogativas que le otorga la ley y que Abascal cree son graciosa concesión burocrática; Fox quiere hacer su museo del horror, con la señora a la entrada, y para colmo primero nos enteramos de que el FMI le recomienda a Calderón “reformas estructurales ambiciosas” (hombre privatizar los energéticos) y luego, al grito de fuera máscaras, se trae a un funcionario del Fondo a dirigir la economía del país, lo cual significa que el crecimiento, la generación de empleo bien pagado y la distribución del ingreso serán nuevamente sacrificados a la administración del equilibrio. Con esto, el FMI no sólo “recomendará” políticas y estrategias, no necesitará guardar más las formas, tiene ya su propio operador directo, su empleado, que habrá de pesar mucho en la economía, mientras millones de mexicanos seguirán viviendo en medio de una desesperanzadora pobreza.
2. El presidente electo por la Suprema Corte de Justicia anunció un Proyecto 2030 que continúa en la misma línea cómica de Vicente Fox. Imagínese, Calderón “El Ilegítimo”, anunció que dentro de 24 años México estará entre las 10 economías más poderosas del mundo, cada mexicano obtendrá 30 mil dólares anuales de ingreso y la pobreza extrema será totalmente erradicada (aunque ya entrado en gastos, hubiera sido preferible desear que México fuera la primera economía del mundo, que todos los mexicanos tuvieran cuando menos 30 mil dólares de ingreso... mensual y que no sólo se erradicara la pobreza extrema sino toda forma de pobreza.) En el mismo tono de chiste de 2030, el auditorio ante el que se presentó el mentado proyecto fue selecto, ahí estaban quienes lo llevarán a cabo: Soraya Jiménez, la levantadora de pesas que alguna vez trató de participar en la Universiada presentado papeles falsos para demostrar que estaba inscrita en la UNAM; estaban también Diego Shoening, ex integrante del grupo Timbiriche y el “conocido cantante” David Filio. La reunión transcurrió entre llamados a construir el Plan sin exclusiones, pero se programaron cuatro foros, para que ahí se diga lo que “todos los ciudadanos queremos”, en Monterrey, Guadalajara, Toluca y Mérida, todas ciudades gobernadas por panistas de esos incluyentes y muy progresistas. Por cierto, al inicio de su gobierno, Fox presentó un plan similar para el lapso 2000-2025, que no dio el menor resultado, porque tenía el mismo tono que el de Calderón: ser un mero listado de deseos.
3. La educación, ofreció Vicente Fox, sería prioritaria en su proyecto social. Sin embargo, ahora entendemos que no se refirió a la educación pública, sometida a las peores miserias en estos últimos seis años. En efecto, los recursos destinados a la educación pública en el lapso mencionado, disminuyeron sin pausa. Por ejemplo, en este año de pesadilla el gasto educativo de la Federación representará el 4.1 por ciento del PIB, cuando la Unesco recomienda el 8 por ciento. Lo mismo ocurrió con el desarrollo científico y tecnológico, actividades a las que la ley establece se deberá destinar, como mínimo, el 1 por ciento del PIB y el gobierno foxista apenas si dedicó el 0.4 ciento. De ahí que mientras en países como Islandia hay 6 mil 592 investigadores por cada millón de habitantes; en Finlandia, 7 mil 110; en Singapur, 4 mil 52 y 323 en Brasil; en México sólo hay 225. Con este manifiesto desprecio por la educación pública, tanto como por la ciencia y la tecnología, el país está condenado al subdesarrollo eterno. Aunque, para ser justos debemos reconocer que si el propósito de Fox fue deteriorar la educación pública lo consiguió con creces y si su objetivo fue hacer al país más dependiente en materia científica y tecnológica, su política tuvo un éxito indiscutible.

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