sábado, julio 28, 2007

Más de la intención de privatizar PEMEX

Contratos de Servicios Integrados, modalidad de privatización en Pemex

Aarón Hernández

Frente de Trabajadores de la Energía

aaronsoledad@gmail.com

El gobierno de México acaba de abrir una nueva modalidad para continuar con el saqueo de los recursos naturales energéticos a la nación y su entrega a las transnacionales. Los denominados Contratos de Servicios Integrados (CSI) [1] “para la extracción del crudo en aguas profundas” tienen las mismas características que los Contratos de Servicios Múltiples (CSM) utilizados para la exploración y explotación del gas seco.

Durante el foro Internacional del petróleo que se llevó acabo en Veracruz, Carlos Morales Gil, Director de Pemex Exploración y Producción señalo que la paraestatal puso en marcha el primer contrato para la extracción de petróleo con empresas privadas mediante un nuevo esquema de contratación denominado Contratos de Servicios Integrados. Con lo cual buscan aumentar la producción de campos maduros en 200 mil barriles diarios.

Este es el primer contrato asignado de este tipo y fue para el complejo Evano-Pánuco, la empresa que se le otorgo dicho contrato es el consorcio encabezado por el grupo Divaz. Es de los primeros contratos que asigna PEMEX para la extracción de crudo.

Los agentes e instituciones del imperialismo[2] venían haciendo todo un trabajo logístico, junto con sus principales socios y cómplices, el gobierno mexicano y los legisladores de todos los partidos “que están a favor de que entre el capital financiero internacional y nacional a PEMEX”. En otras palabras, los mencionados sectores, están a favor de desmantelar y privatizar a la empresa más rentable del mundo. PEMEX.

Pero, ¿cuál es el afán de los gobiernos neoliberales por deshacerse de esta paraestatal, qué es lo que los mueve a actuar en contra de los intereses de la nación y, por ende, en contra del pueblo de México? Evidentemente, trabajan a favor de los Estados Unidos y de sus intereses. Veamos:

Los sucesivos gobiernos de las últimas tres décadas, se apresuraron en venderles el petróleo hasta que agotaron las reservas probadas disponibles sobreexplotando los pozos productores. Ahora, están muy preocupados porque la tasa de producción y, consecuentemente, la exportación bajó y se apresuran en perforar más pozos en las aguas profundas del Golfo de México con la finalidad de seguir enviando crudo a Norteamérica. Otorgar los CSI a trasnacionales es un proceder fuera de la ley.

Aún no empieza la discusión de los legisladores sobre la reforma fiscal, ni se ha decidido si en dicha reforma incluirán a la paraestatal pero, Calderón, mediante una decisión unilateral y fuera del marco constitucional ya aprobó que las trasnacionales intervengan en la producción del petróleo. Este hecho es un verdadero delito ya que, constitucionalmente, está expresamente prohibido.

El artículo 27 constitucional es muy claro en su párrafo sexto en materia de hidrocarburos. La perforación de pozos petroleros y la extracción del petróleo crudo y gas, son actividades propias del proceso de trabajo petrolero, mismo que corresponde realizar, de manera exclusiva, al Estado. En esta materia, dice la Constitución, No se otorgarán concesiones ni contratos.

Los CSI tienen las mismas características que los CSM: Son ilegales por inconstitucionales. El gobierno está entregando la riqueza natural, propiedad de la nación, a los intereses de Estados Unidos. Se trata de producir más crudo para incrementar la cuota de exportación al país del norte. Con está acción se le entrega el crudo barato para que, posteriormente, nos lo regresan pero ahora procesado, es decir, con valor agregado y, por supuesto, más caro.

Está es la lógica con que se han conducido todos los gobiernos neoliberales a partir de Miguel de la Madrid. Llevan 25 años con una política desastrosa sin querer comprender que, al invertir el la industria petrolera dándole valor agregado al crudo se obtendrían más recursos económicos y se dependería menos de USA. Por el contrario, le han estado pegando duro a PEMEX que, a pesar de todo, les sigue proporcionando cuantiosos recursos económicos.

A finales de 2006 las “ganancias” de PEMEX alcanzaron 1 billón 160 mil millones de pesos, de los cuales, 79 mil millones de dólares fueron a parar a la Secretaría de Hacienda por concepto de impuestos. En el sexenio pasado, esta carga represento en promedio el 5.6 del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, casi el 40% de los ingresos fiscales del gobierno federal [3]. ¿Acaso, estás cifras, no significan nada para los políticos encumbrados de este país?

El estudio realizado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco), en torno a la refinación, debería de tomarlo en cuenta el gobierno para que el Estado sea el que lleve acabo la inversión. En ese estudio se indican que PEMEX alcanza utilidades del 144%. Según el Imco, “Las inversiones que se pueden desatar con la participación de recursos privados, complementarios a los provenientes del sector público en refinación impulsarían nueva inversión del Estado en petróleo y gas natural asociado, con tasas internas de retorno de entre 300 y 500 por ciento. Las inversiones en refinación tendrían un gran impacto en otras actividades como son el empleo, el abasto, la seguridad energética, las exploraciones, los precios competitivos, sinergias en la industria de la transformación y mayor calidad de combustibles e infraestructura de servicio” [4]. Se agrega en el estudio que, con mayores ingresos, el Estado podría incrementar la exploración y la producción de petróleo.

Esta es la clave y no las lamentables declaraciones hechas por Jesús Reyes Heroles, director de PEMEX, quién señaló que “el mayor reto que enfrenta la empresa es mantener la plataforma de producción y administrar la declinación de Cantarell, lo que demanda un gran esfuerzo y mayores inversiones.” Reyes Heroles dijo “que a pesar del efecto benéfico del nuevo régimen fiscal, los recursos propios que le quedan a PEMEX después de pagar impuestos y derechos son insuficientes, por lo que, para sustentar las inversiones que le permitan cumplir sus metas, recurre al financiamiento vía los Proyectos de Inversión Financiada con Impacto Diferido en el Gasto Público, conocidos como Pidiregas. [5]

Como se podrá apreciar, las declaraciones de Reyes no aportan nada nuevo, pues sigue manejando lo mismo de hace muchos años, cuya finalidad no es otra que la de destruir a PEMEX.

Calderón y su equipo, al igual que sus antecesores neoliberales están trabajando para el país vecino y no para México. Los intereses del país y de la nación los están poniendo en riesgo y al servicio de USA. Está situación debe de cambiar, de lo contrario, en poco tiempo estaremos dependiendo totalmente de los “energéticos de Estados Unidos”.

La pérdida de la soberanía energética hoy más que nunca está en juego. Si el gobierno continúa con su actitud de privatizar la empresa más rentable del mundo, ¿que nos va ha pasar como nación? Estamos viendo la propuesta oficial de reforma fiscal que pretenden hacer. Según sus autores, recaudarían un total de 300 mil millones de pesos anuales, si se autoriza tal cual. Que nos expliquen ¿de qué forma obtendrían los 79 mil millones de dólares anuales que está dejando PEMEX libres de impuestos? Definitivamente, no tendrían forma.

Entonces, ¿qué está pasando? ¿Por que tan severos ataques contra la empresa más rentable del mundo?. Hay que señalar que los gastos de operación de la empresa no rebasan el 10%. El pago de sueldos a todos los trabajadores (sindicalizados y de confianza), incluyendo el pago de pensiones y jubilaciones, no es más del 4% del total de las ventas de la paraestatal.

Hay que recordarle al gobierno que el tema de los Contratos de Servicios Integrales relacionados con el petróleo crudo no ha sido discutido. Calderón se toma atribuciones que no le corresponden, ya que, la industria energética es propiedad de la nación no del gobierno.

En vez de invertir los excedentes petroleros para que el crudo tenga valor agregado y se obtengan más ganancias, Calderón ha decidido irse por donde le indican sus socios: producir más crudo para incrementar la plataforma de exportación. Esta es una actitud irresponsable. El petróleo debe de servir para el beneficio del pueblo de México y no para el beneficio de las trasnacionales.

El gobierno federal prepara ya 10 CSI para la extracción de crudo, de los cuales, cuatro se licitaran en este año. La duración de dichos contratos es por 10 años. Los CSI serían en Poza Rica, San Andrés, Tamaulipas-Construcciones, Ogario Magallanes, Cinco Presidentes, San Ramón, Costa Rica, Santuario y Mecuacan.



[1] Periódico invertía (Santiago de Chile) 2 julio 2007.

[2] Alan Greespan, CEPAL, BM, FMI, etc.

[3] Notimex 20 de junio de 2007.

[4] Milenio 9 de julio de 2007.

[5] La Jornada 9 de julio 2007.

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