ACTIVIDADES DE ESTE DOMINGO DE NUESTRO PRESIDENTE LEGITIMO:
Trascendental la lucha contra la privatización del petróleo: López Obrador
México, Distrito Federal
Domingo 06 de abril de 2008
* Carta de Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, a las brigadistas para la Defensa del Petróleo, en el Monumento a la Revolución
Estimadas y entrañables amigas brigadistas:
Hoy más que nunca quiero hablarles con el corazón, hoy que estamos decididos a defender el derecho del pueblo a la esperanza, hoy que se acerca el momento de resistir ante esa gran tentación de privatizar el petróleo, hoy que estamos a punto de enfrentar el más grande de los desafíos que nos haya tocado vivir… Hoy como nunca quiero hablarles con el corazón.
Hace unos días, en el Zócalo, sostuve que la resistencia civil pacífica no sólo es protesta, es también una vía hacia la transformación del país, un proceso para la construcción de una nueva República, más humana, más digna y más igualitaria, donde realmente quepamos todos y todas y haya justicia para el pobre y para el humillado.
Dije también que en el camino hacia la construcción de esa nueva República teníamos que ir creando, y eso es lo que estimo más importante, una nueva corriente de pensamiento que se arraigue y permanezca en la conciencia del pueblo.
Una nueva corriente de pensamiento que reconozca y exalte la cultura y la inmensa bondad que hay en nuestro pueblo; una nueva corriente de pensamiento que haga surgir una voluntad colectiva para impedir que en la política y en la vida pública predominen el engaño, la corrupción y el afán de lucro, en vez de la verdad, los valores morales y el amor al prójimo; una nueva corriente de pensamiento para evitar que el dinero triunfe sobre la dignidad, y el ser humano valga por su trabajo, su rectitud y su generosidad.
Para crear esta nueva corriente de pensamiento no basta con predicar, es indispensable enseñar con el ejemplo. No podemos exigir moralidad si no somos los primeros en demostrarla en todos nuestros actos. No podemos pedir a otros que actúen de manera congruente si nosotros no tenemos el arrojo de vivir anteponiendo a nuestros intereses personales, el amor al bien, a la inteligencia y al trabajo.
Y quién mejor que ustedes, con la sensibilidad que poseen, para enseñarnos las grandes verdades sobre el amor, la justicia, la libertad y el patriotismo.
Luchar por los demás es amar. Y para ser justos es necesario ser libres. Los sentimientos de justicia son hijos de la libertad, pues nunca siendo esclavos podremos ser justos.
La libertad es la mejor herencia que nos han dejado los héroes fundadores de nuestra patria. Si no actuáramos, por ejemplo, en defensa del petróleo y del destino de nuestro pueblo ¿Cómo podríamos decir a nuestros hijos que somos herederos de las enseñanzas de Hidalgo, de Morelos, de Juárez, de Madero, de Villa, de Zapata y del General Lázaro Cárdenas?
¿Qué sentido tendría homenajearlos si no correspondemos a los más altos ideales de quienes abandonaron familia, tranquilidad y dieron la vida misma para dejarnos una nación libre y una verdadera patria?
¿Qué sentido tendría éste y todos los monumentos, si actuamos con cobardía?
Si no luchamos hoy, vayamos pensando en la vergüenza que sería para nosotros si dentro de algunos años, tal vez pocos, ya esclavos de los potentados, viniésemos a este mismo lugar o a cualquier otro altar de la patria a celebrar a nuestros héroes que se sacrificaron para hacer de nosotros un pueblo libre. ¿Con qué ánimo vendríamos aquí a recordarles? Todas y todos podemos hacer algo por salvar a la nación. Que nadie sea indiferente al porvenir de nuestra patria.
Compañeras brigadistas: Por eso es trascendente el ejemplo que están dando ustedes con su participación en la lucha contra la privatización del petróleo. La misión de ustedes es la más envidiable, por desinteresada y noble. Es un timbre de orgullo ejercer la libertad en pos de causas justas.
La vida es demasiado corta para que la ensuciemos dejándonos dominar por lo superfluo. Que todo lo noble y bueno que en nosotros hay, nos domine a nosotros mismos.
La mayor alegría es hacer el bien; ninguna otra puede compararse. Y nuestra misión es hacer el bien por todas partes: cada quien en su esfera y todas y todos en la acción común.
Nada impedirá que mañana seamos más felices que hoy, porque la verdadera alegría es fruto de la libertad.
Es un honor contar con el apoyo de mujeres valerosas y concientes como ustedes. Muchas gracias.