lunes, junio 29, 2009

Pidió a la gente quedarse con lo que le ofrezcan, pero votar según su conciencia

El 5 de julio la mafia nos van a querer aplastar: López Obrador en Iztapalapa

Confía Agustín Guerrero en que el TEDF revoque el registro de Silvia Oliva

Raúl Llanos y Laura Gómez

En la recta final de las campañas electorales, Andrés Manuel López Obrador regresó a Iztapalapa para alertar que en los comicios del próximo 5 de julio nos van a querer aplastar, van a meter muchísimo dinero, van a querer comprar conciencias y lealtades, y regalar despensas y materiales de construcción a cambio del voto.

En gira de más de 10 horas por ocho colonias, el ex candidato presidencial dijo que la estrategia de Nueva Izquierda y de la mafia, en alusión a los 30 hombres de enorme poder económico y político que controlan el país, le están apostando al fracaso del movimiento que impulsa, para decir que ya no tiene fuerza, que no sirve para nada, que no representamos nada, por eso llamó a los iztapalapenses a no quedarse callados y no aceptar el golpe.

En el primer punto al que llegó, en la unidad habitacional Ermita Zaragoza, López Obrador le recomendó a la población que diga una mentira piadosa a esos que pretenden comprar su voto, y que acepten todo lo que les den, les digan que sí van a votar por ellos, pero que al final sufraguen de manera libre y como les dicte su conciencia.

En las colonias que recorrió, el tabasqueño dejó una tarea: que cada quien convenza al menos a cinco personas y apoyen este 5 de julio a Rafael Acosta, abanderado del PT a la delegación Iztapalapa, quien se comprometió a renunciar si gana en esos comicios para que Clara Brugada pueda aspirar a llegar a la jefatura delegacional.

Bajo un cielo nublado y en ocasiones con lluvia que caracterizó los mítines de Andrés Manuel López Obrador, quedó claro que no será fácil la batalla que se tiene que librar en contra del atropello a Clara Brugada, a los vecinos de esta demarcación y a la democracia, señaló.

En la colonia Santa Martha Acatitla, en unas canchas atestadas de simpatizantes, el ex candidato presidencial remarcó: “Esta lucha nos va a costar demasiado trabajo, va a ser de mucha fatiga, pero hay que hacerlo a pesar de las chicanadas de la mafia. Va a haber mucha guerra sucia y van a recurrir a las prácticas inmorales de comprar voluntades. Esta lucha es cuesta arriba, pero no se puede dejar pasar este agravio”.

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Andrés Manuel López Obrador, presente de diversas formas en IztapalapaFoto Jesús Villaseca

En su oportunidad, Clara Brugada denunció que la corriente Nueva Izquierda está distribuyendo ahora en varios distritos electorales de la demarcación cartas con la foto y la supuesta firma de Andrés Manuel López Obrador en las que estaría llamando a votar por Silvia Oliva.

Este comentario generó una fuerte rechifla de los asistentes a los diversos actos, mientras repetían insistentemente el nombre de Clara y las siglas PT.

La intención es confundir todavía más a la gente, aseguró la ex procuradora social quien, en los primeros actos por esa demarcación, recibió el apoyo del senador Pablo Gómez, quien la acompañó en esas actividades.

Sobre esta carta, López Obrador dijo que los de NI son unos cínicos, que van engaño tras engaño, e insistió en el llamado de votar en favor del petista.

Finalmente, Brugada fustigó ante vecinos de las colonias Jacarandas, Valle de Luces y Picos VI, que la gente de NI haya pretendido expulsar a López Obrador y ahora se estén colgando de su popularidad, la misma que les permitió a varios de sus dirigentes ganar las diputaciones, senadurías y delegaciones que tienen en su poder.

El vicecoordinador de la bancada del PRD en la Asamblea Legislativa, Agustín Guerrero, confió en que el Tribunal Electoral del Distrito Federal revocará este miércoles el acuerdo del Instituto Electoral del Distrito Federal mediante el cual le concedió el registro a Silvia Oliva. Agregó que la candidata de Nueva Izquierda no cumple con los requisitos y rebasó por 12 mil pesos el tope de campaña de la elección interna perredista. Mientras, dijo, se continúa con el proceso para suspenderle sus derechos y expulsarla del partido, lo cual podría concretarse en agosto próximo, comentó.

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REPORTE DE CAMPAÑA:

CON LA PARTICIPACION DE LOS COMITES MUNICIPALES DEL GOBIERNO LEGITIMO DE MEXICO EN SAN MIGUEL XOXTLA, DEL PARTIDO DEL TRABAJO Y DE CONVERGENCIA SE HACE CIERRE DE CAMPAÑA DE LOS CANDIDATOS DE LA COALICION "SALVEMOS A MEXICO", EN ESTE MUNICIPIO:






EL EVENTO CONTO CON LA COMBATIVA PARTICIPACION DE LA BANDA DE ROCK "ALTERNATIVOX", JOVENES OBRADORISTAS EN INTENSA LUCHA:


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Golpe de Estado en Honduras
Zelaya, secuestrado por comando militar y expulsado a Costa Rica

Detrás de la asonada se encuentra una elite corrupta, acusa el mandatario constitucional

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Soldados rodean la residencia presidencial horas después del secuestro y la expulsión del mandatario constitucionalFoto Ap
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Partidarios de Manuel Zelaya se manifiestan en favor de éste frente a la casa presidencial, en TegucigalpaFoto Ap
Dpa, Reuters y Afp

Tegucigalpa, 28 de junio. El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, fue secuestrado al filo de las cinco de la mañana por un comando militar que, tras enfrentarse durante unos 20 minutos con su guardia personal, le apuntó con fusiles al pecho y la cabeza, para después, aún con ropa de dormir, expulsarlo vía aérea a Costa Rica, donde hizo un llamado a la sociedad hondureña a resistir pacíficamente el crimen de Estado, pidió a la Iglesia católica clarificar su posición y demandó a Estados Unidos definir si apoya a los golpistas.

Estamos en un momento de prueba para los gobiernos de América. Soy el presidente de Honduras. Sólo el pueblo me puede poner o quitar. He sido secuestrado a la fuerza. Es una bofetada a la democracia y un retroceso de 40 o 50 años, a la doctrina de la seguridad nacional (característica de las dictaduras militares de la guerra fría), aseveró Zelaya en conferencia de prensa, realizada cerca del mediodía en el aeropuerto Juan Santamaría de San José, Costa Rica, acompañado por el presidente de ese país, Óscar Arias.

Si Estados Unidos no está detrás de este golpe, estos golpistas no podrán mantenerse ni 48 horas en el poder, afirmó Zelaya minutos antes en entrevista con la cadena Telesur.

Las primeras versiones sobre el plagio de Zelaya circularon en Honduras poco después de las seis de la mañana, a través de radiodifusoras y tres televisoras oficiales, que antes de ser bloqueadas por los golpistas difundieron declaraciones del secretario particular del mandatario, Enrique Reina, y miembros de su gabinete, quienes trataron inútilmente de impedir las acciones militares.

Unos 200 soldados agrupados en cuatro comandos y transportados en tres vehículos llegaron en la madrugada a la colonia Tres Caminos y rodearon la residencia particular de Zelaya, según el testimonio de un vecino, quien dijo haber escuchado disparos de armas de fuego.

Vestido con camiseta blanca, Zelaya narró que entre ocho y 10 soldados irrumpieron en su casa, tras una refriega con sus custodios. El presidente fue obligado a salir de inmediato, sin cambiar de ropa ni recibir explicaciones.

El mandatario fue subido al avión presidencial –un modelo ejecutivo de pocas plazas, conducido siempre por personal militar– y estuvo en todo momento bajo custodia de uniformados armados, que no le notificaron adonde irían.

Se ocultan familiares

La nave hizo escala en la base militar de Comayagüela, en el centro de Honduras, y luego se dirigió a San José, donde recibió una expedita autorización para aterrizar por tratarse del transporte oficial del mandatario hondureño. Arias aseguró no haber sido notificado del ingreso sorpresivo de Zelaya hasta que su par se encontraba en la base 2 del aeropuerto costarricense, administrada por el Ministerio de Seguridad Pública.

La esposa de Zelaya, Xiomara Castro, y sus cuatro hijos no estaban en la residencia familiar en el momento del asalto militar; todos están a salvo, pero escondidos por el temor de ser detenidos.

Al menos ocho ministros del gabinete, incluida la canciller Patricia Rodas, fueron arrestados por militares.

Zelaya, nacido el 20 de septiembre de 1952, asumió la presidencia en enero de 2006 para un periodo de cuatro años, tras ganar las elecciones presidenciales de noviembre de 2005 con la promesa de ampliar la participación popular en las decisiones del gobierno.

Esa práctica, denominada poder ciudadano, fue promovida por Zelaya durante el periodo en que dirigió el Fondo de Inversiones de Honduras, bajo la presidencia de Carlos Flores (1998-2002) y trasladada a su administración presidencial hace tres años y medio.

Empresario maderero y agricultor en el departamento norteño de Olancho, Zelaya llegó a la presidencia con el apoyo del derechista Partido Liberal, pero ya en el poder giró hacia la izquierda, impulsando políticas sociales –incluido un reciente aumento de 20 por ciento al salario mínimo– que apoyaron organizaciones sindicales, campesinas, indígenas y estudiantiles, tradicionalmente enfrentadas a los gobiernos civiles establecidos en 1982 y coludidos en esa década con la guerra antisandinista de Nicaragua.

En política exterior, Zelaya decidió sumar a Honduras a la Alianza Bolivariana para las Américas, creada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Las decisiones de Zelaya al frente del gobierno provocaron choques con sus correligionarios del Partido Liberal.

Este año, Zelaya emprendió una campaña para realizar una encuesta no vinculante que determinara si el 29 de noviembre, en las elecciones generales (presidencial, legislativa y local), se agregaría una cuarta urna, a fin de convocar de inmediato a una asamblea constituyente, que debatiría la posibilidad de introducir la figura jurídica de la relección presidencial.

El rechazo de las fuerzas políticas tradicionales derivó el miércoles pasado en una crisis política, un enfrentamiento con los poderes judicial y legislativo y con la cúpula castrense.

Lo que estoy deduciendo es que esto no es un golpe militar, sino una conspiración política apoyada por el golpe militar y por una pequeña elite política y económica, corrupta, que tiene miedo a las manifestaciones públicas, señaló Zelaya después de enterarse en San José de que el Congreso había divulgado una supuesta renuncia, presentada en una carta que calificó de falsa.

Zelaya expresó que su canciller, Patricia Rodas, se encuentra en un destacamento militar y que él mismo gestiona que sea trasladada a México.

Al cierre de esta edición, Telesur afirmó que la canciller se comunicó con sus familiares, a quienes dijo que está bien, pero aún de desconocía su paradero.

Asimismo, se anunció que el presidente de México, Felipe Calderón, llegará el lunes a Managua como parte de las gestiones de la comunidad latinoamericana para la reinstalación en el poder de Manuel Zelaya.

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ANTE EL GOLPE DE ESTADO MASAS EN LA CALLE Y VIOLENCIA ARMADA




Pedro Echeverría V.

Tegucijalpa. Grupos de personas que apoyan el regreso del presidente destituido de Honduras, Manuel Zelaya, se manifiestan frente al palacio presidencial que permanece bajo resguardo del Ejército. Ap



1. Los golpes de Estado –como hoy el de Honduras- son medidas militares de fuerza que los gobiernos yanquis han dado centenares de veces en el mundo. Dado que siempre controlan a los grandes empresarios, a los medios de información y hasta el clero de casi todos los países, les ha bastado con levantar un dedo y dar una orden, para que todas las fuerzas del capital asociados a él lo obedezcan. EEUU no puede vivir, porque forma parte de su naturaleza como país imperialista, sin crear conflictos porque éstos ponen en actividad su enorme industria armamentista y, al mismo tiempo, estas manifestaciones armadas de fuerza le permiten saquear riquezas naturales de los países que invade y somete. Todo el enorme poderío yanqui, que fue levantado sobre la opresión de los pueblos del mundo, es producto de la belicosidad histórica de sus gobiernos.

2. Obama se ha anotado su primer golpe de Estado, muy parecido al que Bush organizó contra el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela, de abril de 2002. Al parecer 12 horas antes se había llegado al acuerdo de la consulta para un cambio de la Constitución, pero fue solamente una trampa engañosa porque el golpe de Estado desde días antes estaba ya preparado y organizado. Esperamos que Zelaya sea reinstalado por su pueblo en unas cuantas horas o días, pero no sabemos si el pueblo hondureño esté al nivel ideológico de los venezolanos. Pero también hay que esperar que la opinión mundial, la ONU y demás organismos condenen el golpe militar para exigir el regreso de Zelaya –electo por su pueblo- a la Presidencia. Yo nunca he creído en legalidades porque quienes siempre la han definido son la fuerza del pueblo o de las opiniones en el mundo.

3. ¿Se puede olvidar acaso aquel golpe de Estado en Venezuela instrumentado el 12 de abril por Bush, por los grandes empresarios y los medios de información con el pretexto de que Hugo Chávez estaba llevando a su país al comunismo? El pueblo salió indignado e inmediatamente a las calles y en la madrugada del 14 de abril, Chávez retomó el gobierno y echó abajo a aquellos empresarios venezolanos (encabezados por Pedro Carmona de Fedecámaras) que en pocas horas habían lanzado decretos para favorecer a los inversionistas de los EEUU y de otros países. El pueblo rodeó a los medios de información y todas las instituciones empresariales aterrorizadas porque el pueblo estaba dispuesto a quemarlas. Los venezolanos dieron muestras de mucha conciencia, gran combatividad y mucho respeto, a pesar de las agresiones empresariales.

4. ¿Quién ha olvidado en terrible golpe militar, de Estado, contra el presidente chileno Allende aquel año de 1973, golpe brutal en el que el propio presidente fue asesinado dentro de Palacio? Las instrucciones del presidente yanqui Nixon fueron determinantes: acabar con el foco izquierdista que se estaba extendiendo en América. Lo bárbaro fue que en aquel golpe de Estado fueron encarcelados y asesinados decenas de miles de militantes de izquierda, obligó a otros tantos a exiliarse y, lo peor, que hasta estos días lo gobiernos civiles no han tenido el valor para castigar a los asesinos pinochetistas. Como en Argentina donde los militares asesinos que mediante un golpe de Estado en 1976 se hicieron cargo del gobierno, en Chile tampoco han sido sancionados.

5. Recuerdo que en aquellos años del sacrificio de Allende lo primero que recordamos los mexicanos que andábamos en mítines en escuelas y facultades de la UNAM, fue el golpe de Estado que sufrimos en México en 1913; éste se fraguó en la embajada yanqui por jefes del ejército y el mismo embajador contra el gobierno constitucional de Madero y que concluyó con el asesinato de éste y el vicepresidente Pino Suárez.. La respuesta a aquel golpe de Estado fue que el pueblo se levantó nuevamente en armas y llevó adelante la segunda parte de una revolución que el mismo Madero inició en 1910. Este tipo de asonadas no volvió a repetirse en México, aunque en los últimos meses estemos viviendo algo así como en un Estado de sitio con un ejército al servicio del presidente ilegítimo Calderón.

6. Las clases dominantes en Centro y Sur América sólo han estado al servicio de los diferentes gobiernos de los EEUU; pero a partir del presente siglo algunos gobiernos latinoamericanos han comenzado a sacudirse de los yugos y las dependencias con el objetivo de encontrar su propio camino; una senda en la que los pueblos construyan de manera autónoma y libre sus historias. Es la causa por la que gobiernos como el de Kennedy contra Cuba, Nixon contra Chile, Ford en Argentina, Bush (padre) en Panamá, Bush (babe) en Venezuela u Obama en Honduras, han dado golpes de Estado para cortar de raíz los avances de las luchas de los pueblos. Pero seguramente más pronto que tarde estos pueblos unificarán sus fuerzas para barrer la podredumbre que los oprime.
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Golpe de Estado en Honduras

No reconozcan más opción que a Zelaya, clama a los mexicanos otro miembro del gabinete

El mundo debe impedir que los años de sangre vuelvan a CA, afirma ministra hondureña

Desde antes del mediodía, apagón informativo total en el país, según relatos de habitantes

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Pobladores hondureños bloquean las calles de la capital, Tegucigalpa, para impedir el paso de transportes militaresFoto Ap
Blanche Petrich

Poco antes del mediodía, cuando ya la población hondureña estaba enterada del golpe de Estado castrense y del secuestro y expulsión del presidente constitucional Manuel Zelaya, se cortó el suministro eléctrico y las telecomunicaciones en todo el país; justo cuando se anunciaba la transmisión de una entrevista de prensa del mandatario depuesto desde Costa Rica.

Para colmo, caía tremendo aguacero en una localidad –no identificada– desde donde la ministra del trabajo, Mayra Mejía, hablaba para La Jornada desde un teléfono celular con la pila agonizante. Los integrantes del gabinete estamos resguardados como podemos, inermes ante las armas del ejército, pero firmes al lado de nuestro presidente y nuestro pueblo.

Funcionaria de larga carrera y buena memoria sobre los años en los que el ejército hondureño ponía y quitaba presidentes, desaparecía ciudadanos –80 detenidos-desaparecidos en la década de los ochenta– y prestaba el territorio para que el Pentágono lo usara como base de operaciones contrainsurgentes en El Salvador y trampolín de la contrarrevolución en Nicaragua, Mejía reconoce: Nunca me imaginé volver a vivir un golpe de Estado. Hago un llamado al mundo, que reflexione, que no permita que los años de sangre vuelvan a Centroamérica.

¡Ayúdenos, hermanos!

A su lado estaba otro miembro del gabinete, el ministro de la Juventud Gustavo Cáceres. Informa que ya a esa hora, desde los departamentos donde las organizaciones sociales son más fuertes –Itibucá, Lempira, Olancho, Santa Bárbara, Colón, Atlántida– han arrancado caravanas y peregrinaciones de obreros y campesinos, de lencas, misquitos y garífunas en bus, en bici, a pie, en burro, como se pueda, hacia la capital en respuesta a la convocatoria que circulaba por los escasos celulares activos para iniciar la resistencia civil.

“Y quiero clamar al pueblo mexicano y a su gobierno –agregó– que no reconozcan ninguna opción que no sea nuestro presidente Zelaya. ¡Ayúdenos, hermanos!, oigan el llamado de este hijo de una mujer lenca.”

Los dos ministros saben que ya a esa hora circulan órdenes de aprehensión contra todo el gabinete. Estamos absolutamente desarmados, inermes, solos, esperando. La gente nos está pidiendo que no dejemos desarticulado el pueblo, dice Mayra Mejía.

Cuatro de la tarde. Desde otro lugar, Beatriz Isabel Cáceres, del consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas en Intibucá, se muestra sorprendida, pues a pesar de que desde hace más de 12 horas está en marcha el golpe de Estado, la gente no dejó de acudir a las urnas. “No hubo desmovilización, al contrario, el pueblo hondureño se está movilizando de manera impresionante. A esta gente no la van a detener ni el presidente espurio Roberto Michelett ni las bayonetas. La consigna es profundizar la movilización en aldeas, barrios, caseríos, municipios. Estamos esperando que regrese nuestro presidente. Y que no se preocupe de que las fuerzas oligárquicas no estén con él. Sabemos que Mel (el apodo con el que se conoce a Zelaya) no va a dejar desamparado al pueblo.”

Emisoras sólo difunden mentiras

El apagón informativo es total. Solo transmiten las emisoras del duopolio Radio América-HRN y Corporación Televicentro. Lo que informan, dicen los hondureños que logran hablar por teléfono a México, son cosas baladíes y mentiras. Cuando Zelaya o algún dirigente opuesto a los golpistas habla por la cadena CNN, la señal es interrumpida en todo el país; por lo tanto, los hondureños se mantienen con el oído pegado a sus aparatos de radio que, aun sin onda corta, logran captar las estaciones de las radioemisoras salvadoreñas, que en esta hora juegan un papel central.

Beatriz Cáceres a esa hora no lo sabe, pero contra ella ya circula una orden de aprehensión. Nos explica que ella y otros líderes del Copin se están moviendo porque sus locales son asediados por soldados. Queremos decirles a las bases de las fuerzas armadas y policías que desobedezcan las órdenes de los golpistas, que se incorporen a la lucha del pueblo.

Desde otro lugar del país, La Jornada habla con Suyapa Alemán, dirigente departamental de Partido de Unificación Democrática. Hace pocos minutos concluyó en la capital la sesión del Congreso donde el poder legislativo asumió con aplausos y gritos el golpe e invistió a Micheletti como presidente. Dice que la bancada de su partido no asistió para desmarcarse de la actitud sumisa de los demás legisladores. A otros diputados opuestos al derrocamiento de Zelaya no se les permitió el ingreso al recinto parlamentario.

A esa hora algunos miembros del PUD y de organizaciones populares han viajado al exterior para hacer llegar la denuncia de lo que está pasando en Honduras. Y es que también cerraron la vía diplomática. Al arrestar a la canciller Patricia Rodas y a los embajadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua que fueron a su casa a protegerla, están impidiendo que nosotros, los que resistimos aquí, nos podamos mover por la vía diplomática.

De regreso a los 80

Seis de la tarde. También por teléfono, habla con este diario Rafael Alegría. Junto con otros líderes populares encabeza una congregación masiva y espontánea en la plaza frente al Palacio Presidencial. Informa que son cerca de 20 mil personas y esperan muchas más, aunque los retenes en las carreteras impiden el paso de numerosas marchas. En ese momento la cadena CNN en Español, único medio que informa constantemente sobre el desarrollo del golpe, dice que los manifestantes son apenas un puñado.

Alegría, dirigente histórico del movimiento campesino, recientemente amenazado de muerte, expresa su temor de que el gobierno golpista quiera imponer toque de queda. Y anuncia que convocarán a un paro en todas las oficinas pública este lunes.

Opina que el Congreso hondureño se prestó al golpe de Estado en una sesión vergonzosa porque estos legisladores son los mozos de los banqueros, de los terratenientes, de los empresarios. Ellos son los que han utilizado a las fuerzas armadas, a los medios de comunicación, al ministerio público y a los congresistas. Ellos nunca han sido los legítimos representantes del pueblo.

Siete de la tarde. Desde algún lugar en el oriente del país, hondureños que piden el anonimato hacen un pequeño corte informativo telefónico con los escasos datos que logran reunir, pues a esas horas se mantiene fuera del aire a todas las radios comunitarias (cerca de 300 en todo el territorio): se sabe que han sido arrestados César Ham, dirigente del Partido Unificación Democrática, Andrés Pavón, ex dirigente de la no gubernamental Comisión de Derechos Humanos Hondureña. En el caso de Ham incluso corrió el rumor, afortunadamente desmentido, de que había sido asesinado.

Hay órdenes de aprehensión contra Bertha Isabel Cáceres, Cruz Alfaro y Salvador Zúñiga, del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (Copin). Entre sus temores más acentuados está la seguridad de más de 2 mil médicos cubanos destacados en misiones sanitarias en los lugares más remotos del país. Se sabe que algunas de sus clínicas han sido hostigadas.

Nueve de la noche. Se instaura el toque de queda. Honduras ha regresado a la década de los ochenta.

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Astillero

Golpe de estado

Debilidad de lo civil

¿Elecciones en guerra?

Julio Hernández López
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RESPALDO AL PRESIDENTE ZELAYA. Eloísa Aragonell, encargada de negocios de Venezuela, y los embajadores Jorge Mansilla, de Bolivia; Manuel Aguilera, de Cuba; Galo Galarza, de Ecuador, y Horacio Brenes, de Nicaragua, ayer, a su llegada a la conferencia de prensa en la que se manifestaron contra el golpe de Estado en HondurasFoto Foto María Meléndrez Parada

El médico forense de alcance internacional Felipe Calderón (cuya última hazaña de dictaminaciones póstumas ha sido revelar que Michael Jackson murió de una gastritis crónica estupefaciente que fue provocada por falta de medicina divina) sacó a los militares de sus cuarteles, los repartió por el país y, al demeritar crecientemente la funcionalidad de lo civil y la eficacia de lo político, peligrosamente les ha ido entregando parcelas del poder. Calderón es rehén de muchos factores e intereses (Elba Esther, empresarios financistas, teledictadura, por citar algunos) pero, a fin de cuentas, su único sostén institucional sigue siendo el mismo que le abrió paso en San Lázaro para rendir una protesta de opereta. Con el agravante de que, entre más se entrega y depende de los cuerpos armados de elite, más inconformidad genera entre los segmentos medios de mando del Ejército que se ven empujados a guerras perdidas, inexplicables y selectivas contra el narcotráfico, y a tareas de contención brutal de la inconformidad social (una nueva edición de la guerra sucia de déca- das pasadas) que dañan en estos momentos el prestigio y respetabilidad de esas fuerzas armadas y que también les encaminan al futuro banquillo de los acusados históricos.

México A.C. y México D.C.: Antes de Calderón, incluso durante la pesadilla folclórica de la alta rapiña foxista, México parecía aún distante de tocar fondo. Después de Calderón, hoy, se vive una aproximación a la barbarie institucionalizada, con una estructura gubernamental repartida entre cárteles a cuyos planes responde y una sociedad abandonada a la nueva ley de la selva en la que grupos delictivos diversos sustituyen funciones estatales como el cobro de impuestos y el otorgamiento de protección. El presunto poder civil (una camarilla de inexpertos y ambiciosos, dedicados más al avizoramiento de franjas de oportunidad para negocios personales, unidos por el pegamento de las complicidades y las debilidades) ha llevado al país a una situación de extremo riesgo, con una economía debilitada como nunca y agravios sociales acumulados en riesgo de explosión. Lo único que sostiene a ese PPC (presunto poder civil) es la fuerza militar, no la política ni el carisma o el proyecto. Por ello es que desde el propio calderonismo se impulsa la opción simple e improductiva del voto útil. Por ello es que se promueven las tesis desmovilizadoras del fracaso absoluto de las opciones partidistas, electorales y políticas.

Claro que es difícil aventurar por cuál de sus decisiones trágicas habrá de pasar a la páginas negras de la historia el actual ocupante oficial de Los Pinos. Sólo por recordar lo más reciente habría que mencionar la magnificación que hizo de un problema sanitario que acabó de hundir a México (sobre todo, en el ámbito turístico) y dio a Calderón el tragicómico sustento para declararse salvador de la humanidad. Pero en cualquier valoración histórica que se haga del paso de Felipe I por el falso trono mexicano se incluirá el baño de sangre que con más de 10 mil muertos ha impuesto al país y la militarización nacional, todo a título de una guerra contra el narcotráfico que él personalmente decidió y que diversas instancias internacionales conocedoras del asunto consideran mal llevada y advertidamente fallida.

Esa guerra ha producido bajas civiles inocentes o sin comprobación de culpabilidad y la instauración de un estado de excepción que obviamente ha generado violaciones constantes de los derechos humanos y las garantías constitucionales. La caravana verde olivo, que produce temor social y amenaza al ejercicio crítico, ha llegado ya al Distrito Federal, sede no sólo de los poderes nacionales sino de un espíritu libertario y combativo que se ha expresado electoralmente en los últimos años en favor de los candidatos de la izquierda, que sigue siendo un reducto de oposición activa a la ilegítima presencia de Calderón en el cargo presidencial. Esa caravana tiene, históricamente, mientras se le mantenga vigente y mientras se le siga concediendo poder, un paso obligado por la revisión de sus funciones, compromisos y alternativas. Ya se han producido, desde finales del gobierno de Fox, discursos y señalamientos de altos jefes castrenses que expresan preocupación por las circunstancias políticas, y distintas versiones escuchadas en los corrillos del poder hablan de la insatisfacción de los cuadros militares por la manera en que se maneja al país.

Honduras, con todas las diferencias del caso, es un espejo al que obligadamente México debe asomarse. Un país intencionalmente dividido (gracias a las perversas habilidades del nefasto Antonio Solá y a las necesidades políticas del foxismo y el calderonismo), inducida y genuinamente harto de los políticos y la política, es terreno fértil para las tentaciones autoritarias.

Astillas

¿Tendrán validez unas elecciones realizadas en estado de excepción? es la pregunta que se planteará este miércoles primero de julio, a las 17 horas, en el Club de Periodistas, como una manera de fijar a tiempo una postura ante lo que se vive en México, con unos comicios en puerta cuyo contexto es la descompo- sición institucional acelera- da. La iniciativa, impulsada por Josefina Mena-Abraham (que en 2006 promovió la reunión de los llamados matemáticos universitarios que hablaron del fraude electoral cibernético en el mismo Club), tiene contemplada la participación de John Ackerman, Gabriela Vargas Gómez, Julio Boltvinik y, como moderador y también como ponente, el redactor de estas líneas astilladas... En medio de todo (lo oscuro, lo funesto), qué gusto ver a un notable mexicano, como José Emilio Pacheco, recibiendo justos reconocimientos a su trabajo. A pesar de todo (lo de aquí, lo de afuera), es posible sonreír en su sonrisa, reivindicar en él la grandeza de México... Y, mientras sigue la campaña de confusión en Iztapalapa, tratando de cerrar el paso al forzado acto de defensa política de la opción lopezobradorista, ¡hasta mañana, a sabiendas de que lo importante está después del 5 de julio!

Mensaje de sta semana