Con ello, en 2010 se espera recaudar hasta 25 por ciento más de lo que ahora se obtiene por esos servicios. El gobierno federal plantea además elevar entre uno y 3 por ciento el impuesto empresarial a tasa única (IETU) y el impuesto a depósitos en efectivo (IDE), gravámenes que los propios empresarios rechazan.
El legislador del PT dijo que le parece contradictorio que el secretario de Desarrollo Social (Sedeso) reconozca que hay peligro de estallido social en el país y al mismo tiempo Calderón tenga listo un proyecto fiscal que implica más impuestos y servicios públicos más caros y será la puntilla
a la economía familiar y popular.
“Con miles de empresas cerradas o en quiebra y más de 2 millones de mexicanos sin empleo, el gobierno no se tienta el corazón para tratar de sacar dinero hasta por debajo de las piedras.
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Mugrero sindical
Arturo Alcalde Justiniani

Así calificó Mauricio Rodríguez Aguilera, abogado y especialista en temas laborales, la red de complicidades que agobia a la mayor parte de los trabajadores del país (La Jornada, 11/8/09). Esta definición se confirma en la medida que se conocen datos precisos sobre la realidad del modelo laboral mexicano. El resultado es caótico; de cada cien trabajadores, sólo uno es miembro de un sindicato legítimo. Nuestro país ostenta con vergüenza el sistema gremial y de contratación colectiva más atrasado y corrupto del mundo, producto de una sofisticada complicidad entre líderes, empresarios, abogados, gobiernos y autoridades laborales, que han construido un régimen de perversión que coloca a los hombres y mujeres que viven de su trabajo en estado de indefensión, lesionando, a su vez, al sector productivo, especialmente de la pequeña y mediana empresa.
En días pasados fue presentado el texto Evaluación de la contratación colectiva en el Distrito Federal, coordinado por José Alfonso Bouzas Ortiz, investigación apoyada en información extraída de los archivos de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal, publicado por la UNAM y la Fundación Friedrich Ebert Stiftung. Los resultados obtenidos exhiben el submundo que viven los trabajadores de esta ciudad, impedidos de organizarse sindicalmente, obligados a renunciar a derechos fundamentales sujetos a las acciones de crecientes bandas de golpeadores, y atrapados en el llamado contratismo de protección patronal. Mediante estas prácticas, los patrones y sus abogados deciden la organización sindical que debe operar en un centro de trabajo, escogiendo para ello a los líderes que cumplen con sus expectativas de control. Estos siniestros personajes operan como clientes de los despachos patronales y suelen compartir con ellos las gratificaciones que reciben, generándose un circuito de complicidad-corrupción difícil de eliminar. Por esta razón, cuando los trabajadores pretenden cambiar de sindicato deben superar una amplia gama de intereses creados. El resultado final es que se cancela toda posibilidad de defensa y representación legítima. Estas prácticas imposibilitan cualquier esquema de modernización laboral, de concertación legítima y de respeto al estado de derecho, ya que para mantenerlo se requiere de organismos de presión y violencia contra los trabajadores sin los cuales este se derrumba fácilmente.
Uno de los aspectos de ese estudio exhibe la deprimente condición de los trabajadores de la construcción, espacio privilegiado para la extorsión, cuya expresión más conocida es la venta de placas a todo aquel que pretenda realizar una obra, por pequeña que sea, aun cuando la lleve a cabo por sí mismo. En este ramo operan 67 sindicatos, que dicen pertenecer a las centrales CTM, CROC y CROM, aunque se sabe que en su mayoría actúan por su cuenta, sin participar orgánicamente en las organizaciones cuyas siglas usufructúan. El hecho es que no se conoce un solo sindicato auténtico en esta rama; se trata de vulgares delincuentes. Este escenario es extensivo al resto de las actividades productivas y de servicios de la ciudad. Basta ver las condiciones de los trabajadores de limpieza, comercios, restaurantes, hoteles, etcétera.
Nadie se hace responsable del denominado mugrero sindical. Los empresarios y el ciudadano común culpan a los líderes sindicales en abstracto, incrementando el desprestigio de esta forma organizativa; estos individuos ni ven ni escuchan y tratan de pasar inadvertidos, sobre todo ante sus mismos afiliados; las autoridades nadan de a muertito, como si se tratase de un asunto ajeno, señalando que corresponde a los trabajadores su propia defensa, e irónicamente afirman que para eso tienen su sindicato
. El hecho es que el monstruo de la degradación crece, haciendo cada vez más sofisticadas y diversificadas sus prácticas delictivas.
El dilema es continuar con este modelo laboral hasta que el destino nos alcance o avanzar a partir de un diagnóstico multidisciplinario con una nueva visión y una agenda mínima de transformaciones. A escala local, se pueden implementar medidas sin necesidad de una reforma legal, por ejemplo, dar vida a la inspección del trabajo, actualmente inexistente a decir del propio secretario del Trabajo y Fomento al Empleo de esta ciudad; combatir la delincuencia organizada que extorsiona empresas y trabajadores tanto en los centros laborales como en el ámbito de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje; favorecer esquemas de concertación por rama de industria para mejorar la seguridad e higiene y otras medidas de protección en las áreas más vulnerables; promover la mejora salarial y los procesos de formación técnica y profesional; reformar el sistema de justicia hoy en día lento, costoso e ineficaz; y en general, recuperar el tema laboral dentro de la agenda fundamental de la ciudad. Para ser congruentes, los trabajadores al servicio del gobierno de esta ciudad deben ser incluidos en esta protección.
La información derivada del estudio nos demuestra que es necesaria una cirugía mayor en el campo de los derechos humanos laborales en nuestra ciudad. Los datos duros que exhibe no dejan lugar a dudas. Los trabajadores se ahogan en una realidad que es necesario transparentar para recuperar condiciones mínimas de dignidad en su actividad laboral y un elemental respeto al estado de derecho.
¿qué obtenemos de revolver mierda con cagada?: FECAL

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SINDICATOS?
¿Por qué traicionan los líderes sindicales?
Antes de que existieran los Sindicatos, los patrones pagaban salarios miserables a los trabajadores. Las jornadas de trabajo eran de 14 a 16 horas diarias, los despedían cuando querían, no les daban ninguna prestación, si se accidentaban los desechaban como algo podrido y explotaban lo mismo a los niños a las mujeres y a los ancianos. Por eso, los trabajadores se unieron y formaron los primeros Sindicatos, a los que llamaron Uniones (unión en ingles) para acabar con esta cruel explotación de los burgueses.
Los trabajadores que organizaban Sindicatos fueron perseguidos, encarcelados o muertos por las guardias blancas, que son grupos armados al servicio de los patrones.
Durante años, los trabajadores conscientes, clasistas, organizados en Sindicatos, han luchado por mejores salarios y prestaciones. Nuestros abuelos dejaron en los campos de batalla de la revolución mexicana más de un millón de muertos y lograron imponer en la Constitución los artículos 3º (educación laica, científica y gratuita), 27 (restitución de tierras a las comunidades indígenas y reparto de tierras creando ejidos) y 123 (derechos mínimos de los trabajadores). Es por eso, que hoy, tenemos todavía algunas buenas prestaciones como aguinaldo, horas extras, jornada máxima, vacaciones, y la seguridad social (IMSS, ISSSTE, Infonavit, Fonacot, etc.), se reglamentó el trabajo de los adolescentes (14 a 16 años) y se prohibió el trabajo de los niños (menores de 14 años).
Pero los patrones no son tontos y aprehendieron que los Sindicatos son un arma de lucha de los trabajadores y por eso tratan de quitarnos esa arma.
Cuando la gente afirma: los sindicatos no sirven, tiene razón relativa. Los Sindicatos, en donde los trabajadores NO participamos, no sirven. Pero en donde SI participamos y pedimos cuentas a los dirigentes, esos si sirven. Los patrones lo saben, pero muchos trabajadores no. Por eso hay que convencerlos de que participen en el Sindicato. Unirnos no es fácil, pero es la única manera de conseguir mejorar los salarios y las prestaciones.
Los patrones para evitar que los Sindicatos protejan a los trabajadores usan muchos trucos y trampas, no vacilan en violar la ley, corrompiendo a las autoridades, o a los policías.
Fomentan entre los trabajadores el individualismo y la división; Por eso los trabajadores tenemos que darnos cuenta que el individualismo no nos lleva más que a pedir favores, que después nos los cobran más caro. Y la división sólo favorece a los patrones.
Los patrones han comprado a los líderes sindicales, por eso les llamamos charros, y hacen propaganda para convencernos de que los sindicatos no sirven. Contratan a trabajadores débiles de voluntad, que por unas migajas, por unas monedas son capaces de traicionar a sus propios compañeros y hermanos. Usan a estos traidores como orejas que vigilan a sus compañeros obreros, y forman grupos de golpeadores, que como perros agreden de manera cobarde a los trabajadores que se organizan para defender sus derechos. Hoy el gobierno del PAN, impulsa una campaña para sustituir poco a poco los sindicatos “charros” por sindicatos “blancos-ejecutivos”, que son todavía más perjudiciales.
La palabra charro sindical la inventaron los ferrocarrileros en 1949; cuando un trabajador presumido y boca floja Jesús Díaz de León, que era muy faramayoso o farolón, que siempre andaba vestido de charro, por unas monedas traicionó a sus compañeros vendiéndose al entonces presidente Miguel Alemán Valdez, quien uso al ejercito, para apoderarse del edificio del Sindicato y lo nombró Secretario General del Sindicato sin apoyo de los trabajadores, mandando encarcelar a los verdaderos líderes de los ferrocarrileros Valentín Campa Salazar y a Demetrio Vallejo, dirigentes honestos que si defendían a sus compañeros.
El PAN actualmente en el gobierno, tolera a los “charros”, pero prefiere a los sindicatos “blancos”, que son peores. Los políticos neoliberales en el poder (PRI-PAN) impulsan a los sindicatos “ejecutivos”, que como en las caricaturas, transforman a los líderes en “ejecutivos”. Los líderes, sean de sindicatos charros, blancos o “democráticos”, hoy son incorporados como ejecutivos en los órganos de dirección de las empresas o juntas de administración. Garantizándoles, como ejecutivos, salarios de por vida de 150 mil pesos mensuales, (el salario mensual de más de 90 trabajadores), más lo que se acumule con la cuotas sindicales que manejan a su antojo y la administración de los Contratos Colectivos (CCT), o las Condiciones Generales de Trabajo (CGT). Ejemplos de estos “ejecutivos sindicales” son los líderes de los Sindicatos del ISSSTE, STUNAM, FSTSE, SNTE, etc., hoy miembros de las comisiones ejecutivas del pensión-ISSSTE y del fondo de vivienda (antes FovISSSTE). O los líderes sindicales del IMSS y de Pemex en las juntas de administración. Esto explica fácilmente por qué Valdemar Gutiérrez, “charro” del IMSS, es hoy candidato a diputado federal del PAN, despreciando públicamente al PRI y al PRD.
Hoy los sindicatos ejecutivos a través de sus líderes son la garantía para aprobar las próximas reformas al artículo 3° Constitucional, la reforma laboral e imponer nuevos y mayores impuestos después las elecciones federales del 5 de julio.
Los patrones, prostituyen “ejecutivamente” a los líderes sindicales, apoyan a partidos políticos y candidatos que defiendan sus intereses (PAN, PRI, PVEM, PANAL, PSD y los chuchos del PRD). Compran a las autoridades del trabajo, a las juntas o tribunales de conciliación y arbitraje para que nieguen el registro a Sindicatos que no sean de líderes traidores, “charros” o “blancos”.
Por eso los trabajadores no debemos dejarnos convencer por la propaganda patronal y de los charros y blancos, de que los sindicatos no sirven. Debemos organizarnos y defender nuestros derechos, ya que sólo así podremos conseguir mejores prestaciones y evitar los malos tratos
Debemos tener muy claro que en la sociedad actual, existen dos grandes formas de ver el mundo. 1.- La de los patrones, que siempre buscan la forma de pagar menos salario, quitar prestaciones y hacernos trabajar más sin pago extra. 2.- La de los trabajadores, que necesitamos cubrir las necesidades de nuestras familias y para ello necesitamos salarios dignos y mejores prestaciones. Esto es a lo que llamamos, la contradicción principal. De acuerdo a como se proponga resolver esta contradicción, la propuesta y quien lo haga será a favor de los patrones o a favor de los trabajadores, es decir tendrá un punto de vista de clase. De clase patronal o de clase trabajadora. Por eso los patrones y los trabajadores no podemos ponernos de acuerdo, ellos quieren más trabajo, nosotros más salario.
Los aliados de los patrones para negarnos mejores salarios son los “charros”, o los “blancos”, es decir traidores, las autoridades y policías corruptos que nos dividen y los merolicos de la radio, televisión, prensa y cine que siempre justifican a los dueños del dinero y hablan contra los que ganamos nuestro sustento con el sudor de nuestra frente, los trabajadores del campo y la ciudad. Los aliados de los trabajadores para conseguir mejor salario y prestaciones son nuestros propios compañeros trabajadores organizados en Sindicatos, los colonos pobres, los campesinos, y los estudiantes y profesionistas conscientes.
Un triunfo de un grupo de trabajadores contra los patrones es un triunfo de todos los trabajadores contra la patronal; por eso debemos apoyarlos, debemos apoyarnos entre todos los trabajadores de la región, del país y del mundo; por que todos los trabajadores somos hermanos.
El Sindicato somos todos los trabajadores de base, los líderes sindicales, sólo son una parte. Nuestra fuerza esta en la UNIÓN, en la participación consciente de la base. Por eso debemos evitar que nos dividan y procurar la UNIDAD
Por eso cuando llegan los delegados sindicales no debemos decir: “Ya llegaron los del Sindicato”, debemos decir: Ya llegaron los representantes del Sindicato, por que el Sindicato somos todos. Hay que recordar siempre, que el Sindicato somos todos los trabajadores sindicalizados, y que los delegados, sólo son los representantes del Sindicato.
Ya te fijaste que: ¿Dónde hay mejores salarios existen Sindicatos?, ¿Qué donde los trabajadores participan en los sindicatos las prestaciones son mejores? ¿Qué si los trabajadores participan en los Sindicatos hay más protección para los trabajadores?, ¿Qué en los sindicatos “charros” o “blancos” en donde no nos dejan participar los trabajadores son amenazados contantemente con despidos, reducción de salarios, prestaciones hostigamiento sexual, etc.?
Entonces ya sabes para qué sirven los Sindicatos: Para defender a los trabajadores. Y también ya sabes para qué sirven los líderes traidores de los sindicatos “charros” y “blancos”. Para controlarte y enriquecerse de tus cuotas sindicales, cobrando al patrón o al gobierno por su traición. Dos ejemplos entre muchos son: Leonardo Rodríguez Alcaine dirigente del SUTERM y de la CTM y miembro del PRI a quien apodaban la güera rodríguez por vendido y traidor, quien al morir dejo una herencia de más de 4 mil millones de pesos. Otro Elba Esther Gordillo, a quien los trabajadores apodan la mama de chuki, el muñeco infernal por su corrupción y ser una maestra en el arte de la prostitución política. Gordillo es militante del PRI, es aliada y protegida del PAN y su gobierno calderónico y tiene al mismo tiempo su propio partido político, el PANAL.
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