sábado, diciembre 02, 2006

Como Cristo Dominos saca a los mercaderes del Templo de Dios


Con bendiciones, Domino's Pizza llega a la Basílica
Paga un millón de pesos al clero por espacios de venta; buscan echar fuera a los ambulantes
JOSEFINA QUINTERO
Autoridades de la Basílica de Guadalupe firmaron un convenio para la instalación de la empresa Domino's Pizza en el atrio del templo mariano, y solicitaron el retiro de 150 comerciantes de alimentos que se encuentran en la zona.
Con ello, la Iglesia católica busca incrementar sus ingresos mediante la concesión de comercios en las entradas principales al recinto guadalupano. Con la firma del convenio, las autoridades eclesiásticas recibirán un millón de pesos por permitir la instalación de esa firma en una zona que, además, es propiedad del gobierno federal.
El pasado fin de semana se efectuó un encuentro donde se presentó la propuesta por parte de la trasnacional de origen estadunidense; en la reunión participaron autoridades federales, locales y un representante del rector de la Basílica de Guadalupe, Diego Monroy Ponce.
Durante la presentación del proyecto se planteó también el retiro de 150 comerciantes ambulantes que se encuentran en la zona y que expenden comida típica desde hace varios años, exigencia que rechazó la delegación.
Domino's Pizza espera que la autorización se dé antes del 12 de diciembre, cuando la afluencia de peregrinos a la Basílica es masiva.
En la reunión también participó como representante de la delegación Gustavo A. Madero el director de Gobierno de esa demarcación, Rafael Bustamante, a quien se le solicitó el desalojo de los comerciantes que venden alimentos en el atrio del templo. La petición fue rechazada debido al tiempo que tienen instalados, porque están regulados y porque han demostrado su estancia legal en la zona.
La delegación argumentó en su negativa que la trasnacional no sólo representará una competencia desleal para los demás comerciantes de alimentos, sino que la instalación de los hornos donde se elaboran las pizzas podría poner en riesgo la integridad de las cerca de 11 millones de personas que se espera visiten la Basílica el próximo 12 de diciembre.
La aglomeración de visitantes en esa fecha, añadió Bustamante, es un elemento decisivo a tomar en cuenta para evaluar la seguridad, la cual se vería mermada con la instalación de los hornos de la empresa, ya que por su ubicación en la entrada de la Basílica, si se presentara alguna contingencia, pondría en riesgo a las personas que, en número muy importante, ingresan y salen del templo.
Las peregrinaciones que provienen de toda la República comienzan a llegar los primeros días de diciembre, por ello la trasnacional pretende instalarse a la brevedad, porque en ese periodo es cuando se generan las mayores ventas en las inmediaciones de la Basílica.

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