viernes, diciembre 08, 2006

ESTA MUY BUENO ESTE

LA EDAD DE LOS PAISES

(Se desconoce el autor)

Leí una vez que la Argentina no es mejor ni peor que
España, sólo más joven. Me gustó esa teoría y
entonces inventé un truco para descubrir la edad de
los países basándome en el "sistema perro".

Desde chicos nos explicaron que para saber si un
perro era joven o viejo había que multiplicar su
edad biológica por 7. En el caso de los países hay
que dividir su edad histórica entre 14 para saber su
correspondencia humana. ¿Confuso? En este artículo
pongo algunos ejemplos reveladores.

Argentina nació en 1816, por lo tanto ya tiene 190
años. Si lo dividimos entre 14, Argentina tiene
"humanamente" alrededor de 13 años y medio, o sea,
está en la edad del pavo. Es rebelde, pajera, no
tiene memoria, contesta sin pensar y está llena de
acné. (Por eso le dicen el granero del mundo).

Casi todos los países de América Latina tienen la
misma edad y, como pasa siempre en esos casos,
forman pandillas. La pandilla del Mercosur son
cuatro adolescentes que tienen un conjunto de rock.
Ensayan en un garaje, hacen mucho ruido y jamás han
sacado un disco.

Venezuela, que ya tiene tetitas, está a punto de
unirse a ellos para hacer los coros. En realidad,
como la mayoría de las chicas de su edad, quiere
tener sexo, en este caso con Brasil, que tiene 14
años y el miembro grande.

México también es adolescente, pero con ascendente
indio. Por eso se ríe poco y no fuma ni un
inofensivo porro, como el resto de sus amiguitos,
sino peyote, y se junta con Estados Unidos, un
retrasado mental de 17, que se dedica a atacar a los
chicos hambrientos de 6 añitos en otros continentes.

En el otro extremo está la China milenaria. Si
dividimos sus 1.200 años entre 14 obtenemos una
señora de 85,conservadora, con olor a pipí de gato,
que se la pasa comiendo arroz porque no tiene -por
ahora- para comprarse una dentadura postiza.

La China tiene un nieto de 8 años, Taiwán, que le
hace la vida imposible. Está divorciada desde hace
rato de Japón, un viejo cascarrabias, que se juntó
con Filipinas, una jovencita pendeja, que siempre
está dispuesta a cualquier aberración a cambio de
dinero.

Después están los países que acaban de cumplir la
mayoría de edad y salen a pasear en el BMW del
padre. Por ejemplo, Australia y Canadá, típicos
países que crecieron al amparo de papá Inglaterra y
mamá Francia, con una educación estricta y concheta,
y que ahora se hacen los locos. Australia es una
pendeja de poco más de 18 años, que hace topless y
tiene sexo con Sudáfrica; mientras que Canadá es un
chico gay emancipado, que en cualquier momento
adopta al bebé Groenlandia para formar una de esas
familias alternativas que están de moda.

Francia es una separada de 36 años, más puta que las
gallinas, pero muy respetada en el ámbito
profesional. Tiene un hijo de apenas 6 años: Mónaco,
que va camino de ser puto o bailarín... o ambas
cosas. Es amante esporádica de Alemania, camionero
rico que está casado con Austria, que sabe que es
cornuda, pero no le importa.

Italia es viuda desde hace mucho tiempo. Vive
cuidando a San Marino y al Vaticano, dos hijos
católicos idénticos a los mellizos de los Flanders.
Estuvo casada en segundas nupcias con Alemania
(duraron poco: tuvieron a Suiza), pero ahora no
quiere saber nada con los hombres. A Italia le
gustaría ser una mujer como Bélgica: abogada,
independiente, que usa pantalón y habla de política
de tú a tú con los hombres. (Bélgica también
fantasea a veces con saber preparar spaghettis.)

España es la mujer más linda de Europa (posiblemente
Francia le haga sombra, pero pierde espontaneidad
por usar tanto perfume). Anda mucho en tetas y va
casi siempre borracha. Generalmente se deja follar
por Inglaterra y después hace la denuncia.

España tiene hijos por todas partes (casi todos de
13 años), que viven lejos. Los quiere mucho, pero le
molesta que, cuando tienen hambre, pasen una
temporada en su casa y le abran la nevera.

Otro que tiene hijos desperdigados es Inglaterra.
Gran Bretaña sale en barco por la noche, se culea
pendejas y a los nueve meses aparece una isla nueva
en alguna parte del mundo. Pero no se desentiende de
ella. En general las islas viven con la madre, pero
Inglaterra les da de comer.

Escocia e Irlanda, los hermanos de Inglaterra que
viven en el piso de arriba, se pasan la vida
borrachos y ni siquiera saben jugar al fútbol. Son
la vergüenza de la familia.

Suecia y Noruega son dos lesbianas de casi 40 años,
que están buenas de cuerpo, a pesar de la edad, pero
no le dan bola a nadie. Cogen y trabajan, pues son
licenciadas en algo. A veces hacen trío con Holanda
(cuando necesitan porro); otras, le histeriquean a
Finlandia, que es un tipo medio andrógino de 30
años, que vive solo en un ático sin amueblar y se la
pasa hablando por el móvil con Corea.

Corea (la del sur) vive pendiente de su hermana
esquizoide. Son mellizas, pero la del norte tomó
líquido amniótico cuando salió del útero y quedó
estúpida. Se pasó la infancia usando pistolas y
ahora, que vive sola, es capaz de cualquier cosa.
Estados Unidos, el retrasadito de 17, la vigila
mucho, no por miedo, sino porque le quiere quitar
sus pistolas.

Israel es un intelectual de 62 años que tuvo una
vida de mierda. Hace unos años, Alemania, el
camionero, no le vio y se lo llevó por delante.
Desde ese día Israel se puso como loco. Ahora, en
vez de leer libros, se lo pasa en la terraza
tirándole piedras a Palestina, que es una chica que
está lavando la ropa en la casa de al lado. Irán e
Irak eran dos primos de 16 que robaban motos y
vendían los repuestos, hasta que un día le robaron
un repuesto a la motoneta de Estados Unidos y se les
acabó el negocio. Ahora
se están comiendo los mocos.

El mundo estaba bien así, hasta que un día Rusia se
juntó (sin casarse) con la Perestroika y tuvieron
como docena y media de hijos. Todos raros, algunos
mongólicos, otros esquizofrénicos.

Hace una semana, y gracias a un despelote con tiros
y muertos, los habitantes serios del mundo
descubrimos que hay un país que se llama
Kabardino-Balkaria. Un país con bandera, presidente,
himno, flora, fauna... ¡y hasta gente!

A mí me da un poco de miedo que aparezcan países de
corta edad, así, de repente. Que nos enteremos de
costado y que, incluso, tengamos que poner cara de
que ya sabíamos, para no quedar como ignorantes. Y
yo me pregunto:
¿Por qué siguen naciendo países, si los que hay
todavía no funcionan?

Mensaje de sta semana