Calderón: El grosero uso del Ejército
alvaro delgado México, D.F., 15 de enero (apro).- A la intimidación social que implica el uso inconstitucional de las Fuerzas Armadas del país por parte de Felipe Calderón, quien suple la incompetencia y aun robustece la complicidad de la autoridad civil ante y con los capos del narcotráfico, se suma ahora la insolente utilización del Ejército para promocionar al equipo de futbol Guadalajara, propiedad de Jorge Vergara.
Vergara, cuya repentina transformación de vendedor de carnitas a magnate del futbol no se explica sin la colusión con miembros del poder público --como Francisco Ramírez Acuña, Vicente Fox y Marta Sahagún--, puede hacer con su equipo lo que le venga en gana, como lo hizo el año pasado, al disfrazar de payasos de circo a los jugadores, pero no tiene derecho a hacerlo con una institución de la República.
Por supuesto, la decisión de utilizar como patiños a 200 militares de la 15 Zona Militar, que posaron en fotografías propagandísticas para el negocio de Vergara, entre ellas en medio de tanques de guerra, tiene un único responsable: Felipe Calderón, cuya urgencia de afirmación personal y política coloca a las Fuerzas Armadas en el extremo del ridículo.
Si ya de por sí los mandos y tropas de las Fuerzas Armadas han sido expuestos al poder corruptor del crimen organizado y aun a la represión contra mexicanos, debido a la incompetencia de los políticos para contener conflictos sociales --por la vía del disfraz de militares con uniforme gris--, el uso de elementos y equipo castrense es más grave que una sola ocurrencia de quienes asaltaron el gobierno.
Nada más falta que los militares sean utilizados por modistos en pasarelas de modas. Ni siquiera Fox, que ya es mucho decir, usó de manera tan utilitarista al Ejército, que eventualmente puede beneficiarse en imagen con su sometimiento al dueño de las chivas, ciertamente el equipo de futbol más popular de México, integrado sólo por mexicanos y en búsqueda del segundo campeonato, en lo que se denominó “Operación bicampeonato”.
“Luego de conseguir el décimo primer título, chivas tiene como propósito ir por el bicampeonato y para ello se integran en un solo equipo, juntando la unión, la fuerza y la disciplina, tal y como lo hace el Ejército mexicano. Se tomaron dos fotos especiales, una posando en un tanque de guerra y con 200 militares alrededor, y una muy emotiva, donde se formó una estrella gigante de color verde militar y en medio los jugadores campeones del futbol mexicano”, dice el boletín del equipo de las chivas.
Y expresó Vergara: “La foto me encantó. Cumplimos un propósito que era la de agradecer al Ejército por todo lo que hacen por México y que tenemos en común que somos puros mexicanos y por supuesto exitosos.”
El mismo propietario del equipo de futbol mandó publicar desplegados en los diarios una “promesa de mexicanos a mexicanos”, dirigida al general de brigada Amado Enésimo Flores Morales, comandante de la XV Zona Militar, acompañada de una fotografía, en la que soldados forman una estrella, en medio de la cual se ubican los jugadores de chivas:
“Gracias por haber compartido con usted y los integrantes del heroico Ejército nacional a su cargo, la foto oficial de nuestro equipo. Prometemos, en honor a la patriótica misión que desempeñan (sic) incansablemente a través de la protección civil, solidaridad internacional (resic), socorro en desastres naturales, conservación del medio ambiente y trabajo social, que la próxima estrella que ya empieza a iluminarnos será para ustedes.”
Más allá de la empalagosa palabrería de Vergara, solapada por Calderón y el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, esta grosera mezcla de jugadores de futbol y soldados es una violación clara a la Constitución y de la Ley Orgánica del Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos.
Calderón y su secretario de la Defensa Nacional sólo pueden hacer lo que la Constitución y las leyes los facultan y no lo que se le venga en gana, y en ninguna parte de las disposiciones los autoriza para que los elementos castrenses sean utilizados como actores y escenografía de negocios particulares, salvo que se quiere hacer pasar esa utilización como “acción cívica”.
En las Fuerzas Armadas haya oficiales dignos que, sin duda, deberán manifestar su repudio a una conducta que, en vez de enaltecerla, envilece a la institución armada. La disciplina, valor que priva en las filas del Ejército, no es atenuante ante la arbitrariedad y la frivolidad civil.
Apuntes
Ya se ha acreditado aquí, en varias ocasiones, que Calderón no es lo que dijo ser, y en una de las materias en las que se exhibe a plenitud es en la transparencia, que debe actuar conforme a la ley. Cualquier que quiera saber, por ejemplo, quiénes forman parte de la nueva alta burocracia en el portal de Internet de la Presidencia de la República no puede hacerlo, en contra de lo que dispone la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental. A mes y medio del inicio del desgobierno, hay un aviso: “Agradecemos su comprensión y le comunicamos que en breve culminaremos con este proceso, por lo que nuevamente (sic) podrá consultar la información de su interés.” Pero la ley es la ley, mientras todos lo productos de consumo --tortillas incluidas-- siguen subiendo de precio y Calderón anuncia su más reciente puntada: Creación de empleo por decreto…
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