El teniente Ehren Watada, que rehusó ir a Irak, contra las FFAA
El teniente Ehren Watada, el primer oficial que desobedeció órdenes de ir a Irak, en una rueda de prensa con miembros de Veteranos de Irak contra la Guerra, Seattle, 12 de agosto. (Foto: Jeff Paterson) |
El teniente Ehren Watada, el primer oficial que ha desobedecido órdenes de ir a Irak, habló ante 400 personas en la convención nacional de Veterans for Peace (Veteranos en pro de la Paz) en Seattle el 12 de agosto. Lo acusan de “conducta impropia de un oficial” y “desdén contra funcionarios del gobierno” (específicamente Bush) y de no presentarse a un ejercicio militar, por lo cual lo pueden sentenciar a más de siete años de cárcel. Solo cinco días antes de una audiencia militar, dio un discurso conmovedor que condenó la guerra y los crímenes del gobierno de Bush e instó a actuar conforme a la conciencia.
Dijo: “Alistarse en las fuerzas armadas no significa renunciar al derecho de buscar la verdad, ni justifica abandonar el pensamiento racional y la capacidad de distinguir entre el bien y el mal. ‘Solo cumplí órdenes’ nunca es una justificación.
“Los Juicios de Nuremberg demostraron a Estados Unidos y al mundo que tanto los ciudadanos como los soldados tienen la obligación irrenunciable de rehusar la complicidad en crímenes de guerra que su gobierno comete. El uso generalizado de tortura y el trato inhumano de detenidos son crímenes de guerra. Una guerra de agresión que nace de una política no oficial de prevención es un crimen contra la paz. Una ocupación que viola la mera esencia del derecho internacional humanitario y la soberanía es un crimen contra la humanidad.
“Hoy les hablo de una idea radical: para parar una guerra injusta e ilegal, los soldados pueden decidir dejar de combatirla”.
Recientemente Revolución habló con el padre de Ehren, Bob Watada, que ha estado en gira por toda la Costa Oeste. En el Área de la Bahía, Bob habló ante una conferencia juvenil de El Mundo No Puede Esperar—Fuera Bush y su Gobierno. Describió el apoyo para su hijo, que sigue creciendo, de la ACLU, un consejo de diferentes religiones en Hawai, ministros de Metodistas Unidos, el Grupo Japonés-americano de Metodistas Unidos y Graduados de West Point Contra la Guerra.
Dijo Bob Watada: “Ahora, tenemos la extraña coincidencia de que el fascista Bush ataca a los ‘fascistas islámicos’… Tenemos un presidente que se declara por encima de la ley, pisotea la Constitución, interceptan los teléfonos cuando les da la gana… torturan a los prisioneros cuando les da la gana”.
En la audiencia del 17 de agosto del fuerte Lewis, los fiscales militares solo llamaron a un testigo para comprobar la acusación de no presentarse a un ejercicio militar. Su prueba principal eran videos de los discursos de Ehren Watada contra la guerra, entre ellos el de la convención de VFP.
Las Fuerzas Armadas están muy concientes del impacto de la posición de Watada. La revista Time, en su informe sobre la audiencia, citó su discurso: “Para parar una guerra ilegal y injusta, los soldados pueden decidir dejar de combatirla” y comentó: “Eso, dijeron los fiscales, es precisamente lo que más temen”. Citó al fiscal militar que dijo: “Simplemente es peligroso dejar que eso suceda en nuestro ejército”.
El abogado de Watada, Eric Seitz, presentó importante testimonio de testigos oculares que, en efecto, “enjuició la guerra”. Dieron testimonio el experto en derecho internacional Francis Boyle de la Universidad de Illinois; la ex coronela del Ejército Anne Wright y el ex subsecretario general de las Naciones Unidas Denis Halliday.
El juez que presidió la audiencia, teniente coronel Mark Keith, recomendó formarle consejo de guerra a Watada con todas las acusaciones. Declaró que sus opiniones son “cuestiones políticas” que “no justifican rehusar órdenes”. Pero las opiniones políticas de Watada son precisamente lo que el ejército quiere callar, y por ellas lo acusan. (Ver “El teniente Watada y las despreciables fuerzas armadas de Estados Unidos”, Revolución #54, en revcom.us)
Keith declaró: “Como oficial y líder, su negativa de obedecer una orden legítima no se puede justificar y sirve para envalentonar a otros a cometer la misma mala conducta… El desdén del teniente Watada al presidente rompe el orden y la disciplina de todo el personal militar al causarles dudas sobre su integridad y capacidades de líder cuando están bajo la presión del combate”.
Y, en una amenaza alarmante, añadió: “Creo que el desdén del teniente Watada al presidente y su sugerencia de que los soldados pueden para la guerra simplemente rehusando combatir, rayan en una violación del Artículo 94”.
La “violación del Artículo 94” (es decir, amotinamiento y sedición) conlleva una posible condena de muerte. Esa amenaza es una clara advertencia de las duras consecuencias de la posición que ha tomado Watada.
Probablemente la decisión final sobre el consejo de guerra la tomará dentro de dos semanas el comandante del fuerte Lewis, el teniente general James Dubik. Amigos y Familiares del teniente Watada (thankyoult.org) está instando a llamar a Dubik al 253-967-0022 Ppara apoyar a Ehren y oponerse al procesamiento, y a movilizarse para una protesta nacional cerca del fuerte Lewis antes del posible consejo de guerra este otoño.