miércoles, mayo 21, 2008

Líderes de Nueva Izquierda de Puebla le dan la espalda a AMLO

CUITLATLÁN

Líderes de Nueva Izquierda de Puebla le dan la espalda a AMLO


Fermín Alejandro García

El acto de ayer que realizó en Puebla Andrés Manuel López Obrador llamó la atención por dos aspectos. El primero por la extraordinaria respuesta de la gente, ya que a pesar de ser en martes, a las 16 horas, en un día lluvioso, se logró llenar el Teatro La Paz. Eso es muestra de que el movimiento de defensa del petróleo sigue creciendo. Y dos, por la ausencia de los principales representantes de la corriente que controla al Partido de la Revolución Democrática (PRD) poblano: Nueva Izquierda.

Ni el presidente electo del PRD, Miguel Ángel de la Rosa Esparza, ni la diputada local Irma Ramos Galindo, ni el ex legislador Rodolfo Huerta Espinosa, que son los líderes de Nueva Izquierda en Puebla, se dejaron ver en ese acto de Andrés Manuel López Obrador, que reunió a más de mil 700 brigadistas del Comité Estatal de Defensa del Petróleo.

Tal vez su ausencia en el acto del ex candidato presidencial se debió a que si asistían podían provocar hacia ellos malestar en el PRI o en la Secretaría de Gobernación, luego de que varios integrantes de Nueva Izquierda –no todos, lo aclaro– cada vez se descaran más en sus nexos con los intereses del Partido Revolucionario Institucional o del gobierno del estado.

Siendo hoy en día André Manuel López Obrador el líder más importante de la izquierda, que le ha dado la mayor votación al sol azteca en toda su historia y que es quien ha impulsado el mayor movimiento de defensa del petróleo –luego de la nacionalización de la industria petrolera por parte de Lázaro Cárdenas del Río–, era obligatoria la presencia de Miguel Ángel de la Rosa en el acto de este martes, aunque todavía no se acabe de formalizar su nombramiento como presidente estatal del Partido de la Revolución Democrática.

No es entendible que De la Rosa ya está despachando en el PRD asuntos oficiales de ese partido y en para acudir a un acto de López Obrador se quiera argumentar que todavía no es un dirigente en funciones o que no fue invitado.

De la Rosa es un personaje que sigue sin convencer de que será un dirigente real de oposición. De pronto parece ser un empresario que todavía no entiende que ganó la presidencia de un partido de izquierda, pues su lenguaje parece de panista, sobre todo cuando convoca a echar del PRD a la gente belicosa.

Pero también se percibe en él un comportamiento timorato, pues no le gusta criticar al PRI ni al gobierno. Siempre sale con su justificación de que él tiene un discurso propositito. Eso en términos políticos quiere decir que lo pusieron ahí para intentar tener quieto al PRD a favor de los intereses del tricolor.

Otra muestra de ese sesgo de Nueva Izquierda es que Irma Ramos Galindo no ha participado en el Comité Estatal de Defensa del Petróleo, en donde si se ha visto a otros legisladores de izquierda como Melitón Lozano Pérez, Neftalí Garzón, Manuel Fernández y José Manuel Pérez Vega.

Ramos de hecho hasta ahora tiene un paso gris por el Congreso, emulando a los anteriores diputados locales que salieron de Nueva Izquierda como son Rodolfo Huerta y Jesús Alonso Cañete, quienes estaban domesticados por el PRI. Lo único por lo que ha sobresalido la perredista es por haberle recitado al secretario de Gobernación, Mario Montero Serrano, en la sesión de apertura de la actual legislatura local.

En el presente Nueva Izquierda es la principal fuerza aliada del PAN dentro del PRD en el ámbito nacional.

En Puebla, parece que esa alianza es a favor del PRI. Si no es así, Miguel Ángel de la Rosa debe demostrar lo contrario, porque se está tardando mucho en hacerlo.

AN se pirateó al candidato del PRD en Felipe Ángeles

En el municipio de Felipe Ángeles, en los comicios constitucionales de 2007 quedaron empatados el PRI y el PAN, mientras que el PRD quedó muy cerca en su votación de los dos primeros lugares. Como la gente acabó quemando la papelería electoral no se pudo determinar a un triunfador. Por eso habrá comicios extraordinarios y las dos principales fuerzas políticas saben que para poder ganar deben tener varios de los sufragios que le vez pasada fueron para el Partido de la Revolución Democrática.

En ese esquema, resulta que Luis Alberto Nepomuceno Zeferino quien fue aspirante del PRD a presidente municipal en las pasadas elecciones y obtuvo mil 600 votos, para este proceso extraordinario decidió ser de nuevo candidato, pero no a presidente municpal sino a regidor. Pero además no en el partido que lo postuló la vez anterior, sino en el PAN.

Ese hombre está en su derecho de cambiar de partido –es el defecto que aqueja a docenas de políticos como Rafael Moreno Valle Rosas–, pero no de la manera que lo hizo, pues se encargó de difundir entre la gente que ese movimiento se debía a el surgimiento de una alianza entre el PAN y el PRD, lo cual es mentira.

El PRD postuló a una candidata y ayer con el apoyo de un grupo de perredistas de Puebla, se dio la tarea de perifonear en el pueblo que es falso que exista una alianza entre el partido del sol azteca y el PAN.

Seguramente se va querer argumentar que esa falsa versión de la alianza entre el PAN y el PRD era una estrategia de Luis Alberto Nepomuceno Zeferino para justificar su falta de lealtad al partido que lo postuló en 2007, pero en política no hay actos de ingenuidad ni coincidencia. Todo hace suponer que era una trampa planeada desde las filas de Acción Nacional.

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