miércoles, septiembre 20, 2006



EDITORIAL
LA JORNADA DE ORIENTE
LA DENUNCIA CONTRA NORBERTO RIVERA


El arzobispo primado de la ciudad de México, Norberto Rivera Carrera, fue señalado en una corte de Los Ángeles, California, por haber protegido, cuando fue obispo de Tehuacán, al sacerdote Nicolás Aguilar Rivera, quien está acusado de haber abusado sexualmente de más de 60 menores de edad.
Lo que ha ocurrido con este clérigo muestra una vez más el poder fáctico del que goza la iglesia católica, y que le ha permitido, en muchas ocasiones, evitar que sacerdotes sean castigados cuando cometen delitos, sin importar que éstos sean los más infames, como es abusar de niños.
La protección política y legal que se ha dado a importantes ministros de culto no solamente ha contribuido a acrecentar la crisis de impunidad que sufre el país, sino que, al mismo tiempo, ha gestado un conflicto de credibilidad hacia la iglesia católica, pues solapar abusos o ilícitos de clérigos es atentar contra el espíritu de justicia, honradez y humildad que sustenta a este culto religioso.
Sería injusto generalizar y afirmar que la impunidad es una constante de la mayoría de los sacerdotes o jerarcas católicos, pero la actuación de algunos de sus líderes, como es el caso de Norberto Rivera, parece estar afectando negativamente a toda la institución católica en su conjunto.
Ante esta situación, es necesario que la iglesia católica entre en un proceso de autorreflexión para preservar sus principios doctrinales y frenar muchos abusos que se cometen por parte de sus clérigos.

todosporelbiendetodos@hotmail.com

Mensaje de sta semana