jueves, febrero 28, 2008

¿No que no?

Necesario, invertir $250 mil millones anuales para aumentar la producción diaria de crudo

Plantea Energía a PRI y AN alianzas de Pemex con empresas extranjeras

Exploración, producción y refinación, las áreas que más se deben reforzar, dice la dependencia

Se requiere flexibilidad para asociarse con compañías petroleras de otros países, señala

Enrique Méndez y Roberto Garduño

Ampliar la imagen Héctor Larios, Alejandro Chanona y Javier González Garza, en San Lázaro Héctor Larios, Alejandro Chanona y Javier González Garza, en San Lázaro Foto: Francisco Olvera

La Secretaría de Energía (SE) planteó a los grupos parlamentarios de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados que, para incrementar la producción diaria de crudo a partir de ahora y hasta el año 2020, es necesario realizar “inversiones totales en el sector hidrocarburos –exploración, producción y refinación– superiores a 250 mil millones de pesos anuales”, y que para ello se requeriría darle flexibilidad para aliarse o asociarse con empresas privadas petroleras de otros países.

La dependencia envió a ambos grupos un diagnóstico de Petróleos Mexicanos (Pemex), denominado El nuevo reto, donde en ocho cuartillas plantea que “estas asociaciones no sólo detonarían una mayor capacidad de ejecución, sino que le permitirían (a la paraestatal) incorporar nuevas tecnologías para explotar campos maduros”.

Con ese tipo de modelos, estima la dependencia, la producción adicional sería de 4 millones de barriles diarios de crudo, se generarían entre 160 mil y 200 mil millones de pesos de recursos fiscales anuales más, y se permitiría a Pemex obtener 170 mil millones de pesos promedio, además de que ayudaría a crear 140 mil empleos al año.

“En México, como en muchos otros países, la era del petróleo fácil, de bajo costo y de bajo riesgo, ha terminado”, define la presentación, que es analizada por ambas bancadas y circula entre los legisladores. A pesar de ello, añade, los avances tecnológicos abren nuevas áreas de explotación en aguas profundas, arenas bituminosas e hidratos de metano.

Ante esa perspectiva, la secretaría considera que para sostener a largo plazo la plataforma de producción nacional, el reto es explorar y desarrollar Chicontepec y el Golfo de México profundo, cuya explotación requiere incorporar nuevas tecnologías, incrementar los montos actuales de inversión y administrar adecuadamente los riesgos geológicos, de operación y financieros.

“Estos retos no tendrían mayor sentido para México de no existir un potencial significativo de recursos petroleros. Estimaciones de Pemex señalan que las reservas y recursos prospectivos con que cuenta el país alcanzan 100 mil millones de barriles… suficientes para sostener la producción actual”, admite.

El capítulo 2 del diagnóstico, denominado Beneficios de transformar la industria, considera que de aprobarse la reforma energética para permitirle a la petrolera celebrar alianzas o asociaciones para exploración y producción, así como inversión complementaria en refinación, se obtendrían “grandes beneficios” en las áreas de producción de crudo y petrolíferos, inversión, recursos públicos, ingresos para Pemex, crecimiento económico, empleo y en la balanza comercial.

En una prospectiva sobre el impacto de “cambiar el régimen de la industria petrolera”, la secretaría realizó un “ejercicio de simulación” con los efectos sobre diversas variables económicas, en un escenario que definió como “sumamente conservador”.

Dicho escenario incluye las siguientes variables: en Chicontepec se tomaron como base reservas por 7 mil 100 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, que considera únicamente las reservas posibles; en el Golfo de México profundo se incluyen reservas por 9 mil millones de barriles, únicamente 30 por ciento de los recursos prospectivos.

A partir de ello, se determinaron los niveles de inversión y producción para el periodo 2008-2025, y después se estimó el efecto de la mayor inversión e ingresos fiscales, así como el crecimiento y el empleo.

Uno de los principales beneficios de “dar flexibilidad a Pemex para que realice alianzas o asociaciones”, señala el documento, sería el aumento en la producción de crudo.

Respecto de las inversiones, de 250 mil millones de pesos, el efecto sería la atracción al sector petrolero, “en adición a los recursos actuales, de inversiones promedio por año de 100 mil millones de pesos, es decir, poco más de uno por ciento del PIB”.

Se generarían, argumenta, entre 160 mil y 200 mil millones de pesos anuales por concepto de recaudación de impuestos y derechos del sector hidrocarburos, monto que equivale a 11.2 veces los recursos del Procampo, 6.5 del programa carretero, 4.8 de Oportunidades, 2.2 veces el presupuesto del ISSSTE, y casi el total del presupuesto destinado al campo.

“Igualmente, la transformación de la industria tendría efectos significativos en los montos de recursos fiscales para estados y municipios”, por el orden de casi 250 mil millones de pesos para 2025”. Considera también que los montos de inversión y el aumento de recursos destinados a infraestructura pública y en capital humano impactarían favorablemente en el crecimiento del PIB en casi un punto porcentual adicional entre 2008 y 2025.

El empleo, aduce, también crecería “en 140 mil puestos adicionales por año, lo que permitiría acumular 4.5 millones de plazas remuneradas adicionales en 2025”. En el caso de la balanza comercial considera que una mayor producción de crudo y un aumento en el consumo del Sistema Nacional de Refinación, contribuirían a un crecimiento de las exportaciones.

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