viernes, septiembre 22, 2006

El sacerdote pederasta sigue perteneciendo a la diócesis de Tehuacán, admite el obispo

Elizabeth Rodríguez Lezama
La Jornada de Oriente


Tehuacán– Carlos Nicolás Aguilar Rivera, sacerdote católico acusado de pederasta, está adscrito a la diócesis de Tehuacán, reconoció el obispo Rodrigo Aguilar Martínez, lo que confirma que Norberto Rivera no inició trámite ni siquiera para ordenar la suspensión del clérigo, pues en los archivos de la diócesis no hay precedente al respecto.


En rueda de prensa ofrecida ayer, el obispo de Tehuacán, Rodrigo Aguilar Martínez, reconoció que no existe un sólo documento en los archivos de la diócesis a través del cual se suspenda al religioso Nicolás Aguilar Rivera, quien es señalado de abuso sexual en perjuicio de casi 90 menores de edad de esta zona, Estados Unidos y el Distrito Federal.

Para el obispo diocesano fue el sacerdote, quien, por su voluntad, abandonó físicamente la diócesis, y marcó ese hecho en el año 1987, cuando el cura partió rumbo a Los Ángeles, California, de donde regresó huyendo por los 19 procesos que se iniciaron en su contra por abuso sexual infantil.

A decir de Rodrigo Aguilar, “desde ese entonces no ha tenido autorización del obispo en funciones de ejercer su ministerio en Tehuacán”; sin embargo, 10 años después, Nicolás Aguilar atendía la capilla de San Vicente Ferrer, perteneciente a la parroquia de San Nicolás Tolentino, en Tetitzintla, junta auxiliar de Tehuacán, lugar del que huyó cuando cuatro niños lo señalan, ante la Agencia del Ministerio Público (MP) por violación y corrupción de menores.

Sostuvo: “No conozco al padre Nicolás, ni sé cuál es su paradero; tampoco este sacerdote se ha comunicado a la diócesis o conmigo pidiendo su reincorporación a la misma”; de existir esa solicitud por parte del señalado, el obispo sostuvo que la respuesta sería que “arregle primeramente sus problemas, las acusaciones legales, antes de ser readmitido al ministerio sacerdotal”.

Luego, el prelado corrigió explicando que en realidad él no admitirá que Aguilar Rivera regrese a ejercer el sacerdocio en la diócesis de Tehuacán, y que la sugerencia sería que renuncie para siempre a ese ministerio.

En franca defensa del cardenal Norberto Rivera Carrera, se refirió a él como una persona recta, íntegra y enérgica en la búsqueda de la rectitud de los sacerdotes y, por tanto, expresó: “No creo que esté encubriendo”, y posteriormente retó: “Que se le demuestre que ha encubierto”.

Fuentes de La Jornada de Oriente sostienen que Nicolás Aguilar sigue visitando la diócesis para vender discos compactos con música religiosa, y ha trascendido que algunos de sus colegas le permitirían seguir celebrando misas, ante lo cual el obispo pidió “que de ninguna manera se encubra”.

Finalmente, reconoció que, “jurídicamente, por el derecho de la iglesia”, el presunto pederasta “está incardinado a la diócesis de Tehuacán”, puesto que no hay ningún documento en los archivos de su jurisdicción que establezca lo contrario, a pesar de que sí se le pudo haber suspendido de sus actividades.

“Sí hay modo de proceder en este caso”, dijo el titular de la diócesis de Tehuacán, pero confirmó que durante el periodo en que Norberto Rivera Carrera fue obispo de esta diócesis no se realizó ningún proceso de carácter eclesiástico en contra de Nicolás Aguilar, lo cual tampoco ocurrió en el periodo de Mario Espinosa Contreras.

Ciertas contradicciones se detectaron en la rueda de prensa, donde sostuvo que “oficialmente no puede ejercer el ministerio en la diócesis”, pero aclaró que “no hay documento” que formalice esa prohibición hacia Nicolás Aguilar Rivera.

El obispo dijo estar abierto a atender a las víctimas del sacerdote y a brindarles apoyo psicológico y económico, de ser necesario, pero cuando se le cuestionó sobre la disponibilidad de buscar contacto con los afectados, dijo que nadie se ha acercado a pedirle apoyo.

Pero luego manifestó: “Por eso, que se acerquen las víctimas”, y cuando se le cuestionó sobre la causa por la cual la iglesia no busca el acercamiento con los afectados exigió: “¿Dónde están las víctimas; deme los nombres, deme las direcciones”, y remató con un “yo estoy siempre a favor de la rectitud, de la verdad, de la justicia y que se castigue al agresor; que se ayude a la víctima, de modo que quiero conocer a esas víctimas para ayudarlos”.

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