Premio a Monsivais en el FIL y Sari Bermudez abucheada
■ Crisis económicas y desprecio a las humanidades, impedimentos del desarrollo cultural, señaló
Premian a Carlos Monsiváis al inaugurar la FIL 2006, en Guadalajara
■ La región de Andalucía, España, la invitada especial de la Feria Internacional del Libro
■ Sari Bermúdez, abucheada durante el acto inaugural; abandonó el lugar hecha un mar de lágrimas
JUAN CARLOS G. PARTIDA
Arropado por tres premios Nobel y la presencia de su entrañable amigo José Emilio Pacheco, el escritor Carlos Monsiváis recibió hoy el Premio de la Feria Internacional del Libro durante un acto inaugural del evento, en el cual defendió la necesidad de que el país refuerce la educación laica, ya que “el mayor enemigo de la cultura no es el culto de las imágenes ni el desdén por todo lo que envía a consultar un diccionario –ese objeto obtuso que siempre está demasiado lejos–, sino la catástrofe educativa en la enseñanza pública y, quién lo dijera, en la privada”.
Sonriente, contento, prestando su mano para que a su izquierda la levantara varias veces Gabriel García Márquez, el también crítico y cronista no hizo mención alguna al retiro del nombre de Juan Rulfo al premio recibido, dotado de cien mil dólares, y que le fue entregado por la titular de la Comisión Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Sari Bermúdez, quien fue abucheada en todas las ocasiones en que fue presentada y se retiró de Expo Guadalajara, sede de la FIL, con lágrimas en los ojos.
El premio llevaba el nombre de Juan Rulfo hasta el año pasado, pero debido a la negativa de la familia del escritor y un litigio entablado en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en esta ocasión por vez primera fue retirado por mandato legal.
Al acto acudieron los Nobel de Literatura, la sudafricana Nadine Gordimer (1991) , el colombiano Gabriel García Márquez (1982) y el portugués José Saramago (1998); además, Carlos Fuentes, premio Cervantes (1987) y Príncipe de Asturias (1994) .
En un discurso que consumió casi una hora y ante un atiborrado salón al que se negó la entrada a cientos de personas por la falta de cupo, Monsiváis enfatizó que las dos constantes que han impedido el desarrollo de la educación y la cultura en México y América Latina han sido la repetición interminable de las crisis económicas, pero además el desprecio por las humanidades.
“El 63 por ciento de quienes terminan primaria lo hacen sin saber escribir –menos competencia–”, lamentó cómico. Y “casi dos de cada tres egresados de primaria carecen de habilidades básicas para el manejo del lenguaje escrito”
Dijo que la pretensión de eliminar la complejidad en la escritura es uno de los mayores peligros, una suerte de “infantilización de la sociedad” con la televisión como uno de los punteros en dicho pretendido. En cuanto a América Latina dijo que el año 2010, año de las celebraciones independentistas, será una oportunidad magnífica par ahondar en su identidad amenazada con la globalización.
“Por primera vez en su historia América Latina puede indagar en la verdad o en los mitos de su unidad o de su dispersión, puede saber hasta qué punto su historia se arma con fragmentos, cuáles son hoy sus vínculos transatlánticos, cuáles son sus distintas etapas de sus localismos y regionalismos” , dijo.
La carcajada de Monsi
El poeta José Emilio Pacheco fue el encargado de realizar una semblanza, plagada de recuerdos basados en la larga amistad personal y creativa que, dijo, los ha hecho parte de una pequeña generación intermedia –en la que incluyó a Sergio Pitol– entre los escritores que venían de la época posrevolucionaria y los de la llamada literatura de la onda en la década de los 60.
“Yo le mostraba mis textos juveniles que trabaja afanosamente, Monsi tenía una palabra que no se si siga utilizando, pero me decía: es un bodrio y soltaba una carcajada. Yo le decía ‘Carlos, me costó mucho trabajo’, y me contestaba, ‘ese es tu problema’”, comenzó José Emilio.
Luego, en una construcción personal, anticipó que la FIL del 2038 “celebrará el centenario del nacimiento de Carlos Monsiváis” quien, a partir de 2006, inició su apoteosis que lo llevaría a obtener “uno tras otro” el Premio Nacional de Literatura, el Premio Ramón López Velarde y, de acuerdo a una predicción de Walter Mercado, el Premio Cervantes 2010, el Príncipe de Asturias 2015 y el Premio Nobel 2018 “cosa excepcional que hubiera tres Nobel mexicanos seguidos que fueron Carlos Fuentes, Fernando del Paso y después Carlos Monsiváis”.
De leyes y abucheos
Durante la inauguración, Trinidad Padilla López, rector de la Universidad de Guadalajara, principal patrocinadora de la FIL, se congratuló de la presencia de las luminarias de literatura presentes en el acto. En su discurso también manifestó su preocupación ante el veto impuesto a la Ley del Libro.
“(Esa ley) entre otros elementos establece un precio único de venta al público para que todos los libreros encuentren condiciones de equidad en al competencia y se desempeñen a partir de principios leales”, dijo y pidió que la sociedad se disponga a “defender la práctica extensa y gozosa de la lectura (…) Esperamos que el próximo gobierno federal dé solución a las demandas sobre esta problemática”.
Manuel Chávez, presidente de la Junta de Andalucía, agradeció de su lado “el honor de que esa región española sea la invitada de honor de la FIL 2006.
“Su gobierno, sus creadores, sus escritores, sus editores, sus libreros, se han tomado muy en serio esta invitacióan especial, y hemos desplegado un amplio abanico de actividades durante todos estos días, con los que esperamos que la presencia de Andalucía esté a la altura de esta gran responsabilidad”.
En el acto inaugural además la titular de Conaculta, Sari Bermúdez, fue abucheada en tres ocasiones, sobre todo por un grupo de aparentes simpatizantes del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, pero que también fue coreado por muchas de las más de dos mil personas que llenaron el amplio salón.
Fue de tal tamaño el abucheo que la funcionaria federal salió hecha un mar de lágrimas apenas se hizo el corte del cordón inaugural, acompañada por el presidente de la FIL, Raúl Padilla López, quien la consoló hasta la explanada de Expo Guadalajara de donde ella se dirigió a su hotel.
No sé si ya habían leído este artículo, ahí se los dejo de todos modos.
