viernes, marzo 09, 2007

CORREO

¿Por qué la entrega de la Cédula Real a Elba Esther Gordillo?

Sr Director:

A los trabajadores de la educación en el estado y en el país:

A la opinión pública:

En un momento tan difícil por la que transita la educación pública en el país, en el estado de Puebla, en el municipio del mismo nombre y una vez que la Cédula Real de la ciudad de Puebla ha sido otorgada a la profesora Elba Esther Gordillo Morales por decisión del alcalde constitucional, Enrique Doger Guerrero. Mi conciencia, mis convicciones y, sobre todo, mi dignidad como profesor de educación secundaria pública no me permiten guardar silencio ante tal distinción que el H. ayuntamiento le hace a la mencionada persona.

Ignoro cómo lo deben ignorar muchos ciudadanos residentes en la ciudad de Puebla, cuáles han sido los criterios para asignar este reconocimiento a esta dirigente vitalicia del SNTE desde abril de 1989.

¿Sería posible que públicamente se nos informara de cuáles han sido los beneficios que ha recibido el municipio de tal dirigente?

¿Acaso en el municipio, en el estado o en todo lo ancho y largo del país no habrá otra profesora u otra mujer que pudiera haber sido considerada para tal designación?

Ofrezco disculpas por mi ignorancia y más por mi impertinencia. El presidente municipal actual, independientemente de su signo ideológico o partidista, ha dado muestras de ser un académico crítico e inteligente, un representante de elección popular diferenciado de las clásicas burocracias, bastante maduro para dejarse seducir por los coqueteos o insinuaciones de los actores políticos y, en consecuencia, su proceder y sus decisiones son respetables. Estoy seguro de que el edil no estuvo en el yate que fue a Hawai en diciembre del año pasado. Tengo plena confianza en que él y sus regidores sabrán entender mi rechazo junto con el de otros que ya lo han expresado públicamente. No necesito reiterar las razones, las evidencias son públicas y ampliamente conocidas por la sociedad. Por ello me permito cuestionar:

¿Qué virtudes de la profesora fueron entregadas a la ciudad o al municipio que justifican esa nominación?

Estoy seguro de que en nada cambia su decisión el rechazo y el repudio de los representados, junto con ellos, no sólo mi desaprobación y mi vergüenza como poblano, como profesor y, ante todo, como ciudadano agraviado.

Debo aclarar a usted señor presidente municipal que de ninguna forma me mueve algún síntoma de misoginia. Igual padecí, junto con el resto de los trabajadores educativos, los atroces efectos de un cacique sindical anterior, por cierto que la maestra lo conoce bien. Ojalá cuando le entregue la distinción pregunte usted a la profesora cuánto aprendió de él.

Sólo me resta agradecerle a usted y a sus honorables regidores y regidoras la atención a esta insignificante expresión. Aprovecho para solicitarle muy encarecidamente: No vaya usted a permitir que en nuestra ciudad designen una calle, una avenida, una vialidad o un parque, una colonia ni menos una escuela con el nombre de esta profesora. ¿Podría usted al menos reflexionarlo seriamente?

Por su atención y su tiempo, queda de usted su servidor:

Amado Ríos Tapia
Profesor de Secundaria

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