Decenas de miles protestaron contra la guerra en Irak frente al Capitolio de Estados Unidos, en una escena que los organizadores compararon con la inconformidad gestada hace 30 años contra la guerra de Vietnam
WASHINGTON.- Decenas de miles protestaron contra la guerra en Irak frente al Capitolio de Estados Unidos, en una escena que los organizadores compararon con la inconformidad gestada hace 30 años contra la guerra de Vietnam.
"La diferencia es que hace 30 años tomó más de seis años para que los veteranos y las familias de los militares comenzaran a hablar contra la guerra, y ahora sólo tomó tres años", apuntó la actriz Jane Fonda.
Entre los protestantes estaban algunos legisladores, grupos pacifistas y estrellas de cine que exigieron a los demócratas en el Congreso que hagan valer el voto en su favor y dejen de financiar la ocupación en Irak.
Más de 3 mil soldados estadounidenses han muerto desde el inicio de la invasión en 2003. Además, las encuestas registran un creciente rechazo de la población a la administración Bush y su estrategia en Irak.
El reciente aumento de tropas en aquel país -21 mil 500 soldados más- desató un rechazo generalizado entre los demócratas, líderes del Congreso e incluso algunos republicanos.
A la protesta en la capital estadounidense se sumaron otras en ciudades como Los Ángeles, en donde el revitalizado movimiento antibélico demandó "impugnar" al presidente George W. Bush.
Entre los oradores se encontraban los actores Sean Penn, Susan Sarandon, Tim Robbins, Danny Glover y Rhea Perlman, así como el reverendo negro Jesse Jackson.
"El Congreso tiene que poner de su parte y cortar los fondos para la guerra en Irak, y no dejarse intimidar por las tácticas de miedo que utiliza el gobierno de Bush", dijo Kevin Martin, director ejecutivo del grupo Peace Action.
El Poder Legislativo ha expresado su rechazo al envío de más tropas, pero no ha recortado el presupuesto a la intervención, como desean los más fervientes opositores de Bush.
Gareth Reppenhagen, del grupo Veteranos de Irak contra la Guerra, denunció una invasión que calificó como mal pensada, mal concebida y basada en mentiras.
"No más dinero para la guerra", "no más pelea por petróleo para Halliburton", fueron algunas de las consignas o letreros enarbolados.
El activista británico Andrew Murray, del grupo Coalición para Detener la Guerra, aseguró a la multitud que cuentan con el apoyo internacional, pero "el lugar para detener la guerra es aquí... Nosotros no podemos impugnar al primer ministro pero ustedes pueden impugnar a Bush".
La marcha se realizó mientras la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, encabezaba una delegación en Bagdad por una solución política.