domingo, enero 28, 2007

Su elección, mediante una maniobra del tricolor y de AN, advierte Jaime Cárdenas

"Carecen de confianza por su actuación parcial"

JOSE GALAN

Durante los pasados comicios presidenciales, el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) no cumplió las responsabilidades que le corresponden como árbitro comicial, sustentadas en la transparencia y la imparcialidad, por lo que debe ser sustituido, advirtió Jaime Cárdenas Gracia, ex consejero electoral y actual miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIJ-UNAM).

Coincidió con el PRD y el PRI en que ese consejo ya no tiene credibilidad en amplios sectores políticos y sociales, y sostuvo que México requiere una autoridad electoral que dé certeza a todos, a fin de llegar a las elecciones intermedias de 2009 con un órgano creíble, prestigioso y con respaldo social.

"Estoy de acuerdo con la postura del PRD y del PRI. Hoy en día, el Consejo General del IFE no da credibilidad a la mayoría de los sectores políticos y sociales de este país, y realmente necesitamos un órgano electoral que dé certeza a todos sobre su actuación y la limpieza de los comicios", añadió el académico, experto en derecho constitucional.

Subrayó que luego del papel jugado en 2006 por los actuales consejeros, además de la forma en que fueron elegidos, carecen de la confianza necesaria para mantener la responsabilidad de cara a los procesos de 2009, cuando "tenemos que contar con un órgano electoral aceptable para todos, con credibilidad, respaldo social y prestigio".

Recordó que los actuales consejeros resultaron electos mediante una maniobra del PAN y del PRI en la Cámara de Diputados, al margen de la mayoría de la oposición, por lo que consideró necesario que, en el contexto de una nueva reforma electoral, el Consejo General del IFE sea designado con la participación de todos los partidos, "para darle una referencia de pluralidad".

Recordó que el órgano actual, encabezado por Luis Carlos Ugalde, protagonizó "un papel muy negativo" en 2006, en el contexto de los comicios presidenciales, ya que fue "omiso" ante la injerencia del entonces presidente Vicente Fox en la campaña.

También, por lo que llamó la "actitud ilegal" de algunos de los empresarios más importantes del país, quienes contrataron espacios publicitarios en radio y televisión "para realizar una de las peores campañas negras en la historia del país, al margen de las leyes electorales", en contra de Andrés Manuel López Obrador.

Este Consejo General ­dijo­ tampoco supo dar información a tiempo a los ciudadanos sobre los resultados preliminares, como quedó demostrado con la interrupción de los flujos de datos dentro del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), además de que, luego de la jornada electoral, giró instrucciones "indebidas" a los consejos estatales para que no abrieran los paquetes comiciales y subsanar así las irregularidades.

Consideró que la remoción de los actuales consejeros "efectivamente es un tema político, pero también debe ser jurídico", debido a las violaciones en que incurrieron, incluyendo el abuso de sus atribuciones. "Vamos, ni siquiera tienen comunicación con los partidos ni con la sociedad. No actuaron como árbitros imparciales, y por ello deben ser sustituidos", insistió.

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