viernes, enero 19, 2007

!Que proyecto!

ESCUELA PRIMARIA DE LA IV REPUBLICA
(Un proyecto alternativo de educación)

Elizabeth Alcalá Esqueda

Las ideas que aquí plasmo son simplemente una aspiración para que otros lo haga, sin embargo, considero que es una tarea urgente pasar del lamento a las acciones planeadas, reflexionadas, largas y profundas. Una de ellas es sin duda alguna la educación que pretendemos lograr en nuestros hijos, nietos y futuras generaciones. La educación que el estado nos ofrece actualmente adolece no sólo de una planta académica formada de manera responsable, sino carente de todo tipo de valores necesarios para el crecimiento moral, cultural y académico de todo un pueblo. Las supuestas alternativas educativas son más bien orientadas hacia una élite con capacidad económica ajena a la mayoría de los mexicanos y cuyos usuarios responden más a la moda que a la convicción y compromiso y de ahí su fracaso.
Mi propuesta no pretende resolver “los problemas” de México, simplemente apoyar a mi entorno más cercano. Parto no sólo de mi experiencia profesional de más de 30 años en el magisterio y en la investigación psicolingüística, sino en las experiencias y recomendaciones de otros especialistas de gran prestigio en el mundo académico. Uno de ellos es definitivamente el neurobiólogo chileno, Humberto Maturana, del cual tuve el privilegio de ser alumna y quien, desde hace muchas décadas ha apostado por una forma alternativa de educación basada en el compromiso social, el respeto a la diferencia y la lucha contra la desigualdad. Así mismo retomo las ideas educativas del pedagogo brasileño Paulo Freire quien considera que, antes de enseñarles a leer con letras a nuestros niños hay que enseñarles a leer con la vista, el tacto, el olfato, etc. En otras palabras, enseñarles a “leer el mundo con los sentidos”. Idea muy parecida con las de Antonio Machado y Álvarez, quien considera que la sociolingüística puede ayudarnos a entender nuestro espacio de una forma muy distinta cuando la acercamos con nuestro ámbito. Es decir, que al enseñarle a nuestros niños el valor del entorno y lo enseñamos en el lenguaje le enseñamos a amarlo y admirarlo y que, de esta manera, despertemos su deseo de defenderla y protegerla de las manos rapiñas extranjeras, cito: “La construcción de [una educación ] en que no ya cada monto, sino cada piedra, fuese una animada página de nuestra historia y cada producto natural un dato elocuente de nuestra riqueza, hoy merced a nuestra ignorancia, por extranjeras manos explotadas... [una educación que] elevaría a nuestro pueblo en intimidad con el suelo que pisa... y como tal, conocedor de su pasado, sereno juez de su presente y árbitro de sus destinos para el porvenir” Mapa topográfico-tradicional”, 1883.
Se trata de comprometernos con la educación vista no como una nueva forma de comercialización, sino como una inversión en distintos niveles: económicos, culturales, morales, políticos. Como bien dice Maturana (1990), una educación que no retribuya la país lo que éste le ha dado no sirve; una educación donde el sujeto no aprenda a respetar y respetarse no sirve ni para el niño ni para su país. Por desgracia, el actual modelo educativo imperante en este mundo globalizado basado en la competencia, la lucha por alcanzar el éxito y el poder pasando por encima de quien sea, sólo ha generado mayor violencia y mayor pobreza. Mi propuesta no es nueva ya que la apliqué en dos ocasiones, como proyectos de investigación en la UAP. En el primer caso fue la Preparatoria “Gabriel García Márquez y, la otra experiencia, fue un centro infantil llamado “El gato azul”. Ambos fueron cerrados por razones económicas pero hubo resultados académicos muy interesantes y comprobables.

El modelo
Como lo dije antes, el sustento científico fue las teorías de Maturana, Piaget, Vigotsky y Freire, además de mis propias reflexiones. Es una propuesta en la cual no se promueve jamás la competencia, ni los premios ni castigos. Se pretende lograr que los niños aprendan porque es necesario para ellos básicamente. Me explico. Una de las causas del fracaso escolar es querer enseñar al niño lo que el adulto le impone, al margen de preguntarse si es necesario o no, o si es el momento oportuno, biológicamente hablando, para aplicarlo. En este sentido, el sistema tradicional atiborra al niño con contenidos innecesario sobretodo porque al no tener la maduración adecuada terminará por olvidarlo. Ese tiempo bien puede ocuparse para otro tipo de conocimientos, incluso basados en los “desechados” para promover otro tipo de conductas, actividades y conocimientos. Piaget insistió siempre sobre el papel del juego como modo de conocimiento. NO es necesario cambiar los contenidos, pero sí las metodologías y los objetivos, por ello es necesario preguntarse y dejar claro qué tipo de adultos queremos formar. Queremos niños competitivos o niños solidarios; queremos computadoras o niños sensibles al arte y al amor hacia los demás. ¿Qué tipo de niños pretendemos hacer?

Recursos
En las dos experiencias que tuve pude demostrar que una educación seria, responsable y de nivel no está necesariamente relacionada con el monto de los recursos económicos. Por ejemplo, en ambos casos yo usé mi casa y mis propios materiales. Evidentemente tuve que contar con la complicidad y apoyo de los padres y los profesores pues de otra forma no lo hubiera logrado, sin embargo, se descartó una serie de materiales y exigencias que las escuelas en su mayoría ocupan como forma de esconder sus verdaderas carencias. En otras palabras, cuando hay un proyecto realmente académico y comprometido, los “lujos” salen sobrado y hasta estorbando. Un pizarrón, unas bancas, materiales desechables o de bajo costo, una camisa del papá para evitar mancharse, juguetes donados, libros sin usar o usados, etc., son suficientes para cubrir programas. Evidentemente lo que no puede faltar es compromiso, ánimo, voluntad y, sobre todo, cooperación. En este sentido, los únicos protagonistas son los niños y nadie más.

Implementación
Definitivamente para arrancar este proyecto se necesita algo más que unas cuartillas escritas para ustedes. Se requiere de un compromiso, un deseo y mucha cooperación. Sin embargo, si estos elementos se juntan el proyecto puede ser más que viable. Actualmente en Pachuca, Hidalgo, el doctor Álvaro Sierra abrió la Universidad de la IV República, iniciando con la escuela de medicina homeopática cuya inscripción es gratuita y sólo pide el compromiso de apoyar el movimiento del gobierno legítimo. Me parece una idea digna de ser imitada y por eso ahora yo lo planteo aquí, a sugerencia de mi amigo Oscar.

Requisitos
• Se requiere de un permiso notarial para creación de una sociedad civil de carácter no lucrativo (obligación de toda institución educativa en México).
• Permiso de la SEP
• Instalaciones
• Plan y programas
• Coordinación
• Planta académica
• Planta administrativa
• Otros

Costos
Muchos de nosotros invertimos un buen porcentaje de nuestros salarios en el pago de colegiaturas en las escuelas privadas o bien, en el continuo pago de cuotas en las escuelas públicas. Si hacemos cuentas veremos que eso sería suficiente para echar a andar este proyecto, en el cual se beneficiarían no sólo nuestros hijos sino muchos niños más. En decir, prácticamente una colegiatura actual (que no es menor de 500 pesos mensuales) bien podrían servir para abrir este espacio y educar a más de un niño. Con estas cuotas o con trabajo en especie o en acción cualquier familia podría acceder a la institución en donde se garantizaría no sólo la formación, sino la información y el perfil que deseamos obtener.

Últimas palabras
Es fundamental insistir que en este proyecto, como en cualquier otro, no debe improvisarse ni mucho menos intentar hacer un peldaño para lograr otros beneficios que no sea única y exclusivamente la formación de nuestros niños para lograr hacer de ellos unos adultos responsables y comprometidos con el destino de México. Por tanto, en cualquier momento la comunidad puede y debe evitar el protagonismo de algunos y/o el oportunismo de otros. El proyecto debe ser de todos tanto en sus beneficios como en sus obligaciones y compromisos, de otra forma terminaremos deformando lo que más amamos en esta vida, a nuestros hijos. Muchas gracias.

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