Rinde Marín informe entre protestas
Francisco Rivas / Agencia Reforma
Así, entre protestas, el mandatario presentó a los diputados poblanos un balance de sus actividades.
Apenas transcurrían las exposiciones de los partidos políticos, cuando la legisladora por el distrito de Atlixco, Augusta Díaz de Rivera, se quitó el suéter y mostró su playera en el pleno.
Al reverso de la prenda, en letras de color negro, rezaba una frase de Kamel Nacif, con la que manifestó vía telefónica a Marín su indignación, después de que la periodista Lydia Cacho lo incluyó en su libro "Los demonios del Edén".
La panista se puso de pie desde su curul y dio vueltas para mostrar su protesta.
Minutos después, el diputado de Convergencia, Héctor Alonso, desplegó una pancarta con la leyenda "Gobierno de nueva generación, sí; nueva generación de políticos ricos, no... basta ya!",
Entonces, empleados de seguridad frenaron el acceso a fotógrafos y camarógrafos; pocos permanecieron en el interior para retratar ambas manifestaciones de rechazo al Gobernador y sus colaboradores.
El Sistema de Información y Comunicación del Gobierno del estado (SICOM), quien tuvo a cargo la transmisión televisiva y radiofónica del informe, censuró las protestas.
Apenas se determinó un receso, previo a la lectura del mensaje de Marín, y continuaron sus reclamos en el patio del recinto legislativo.
Y al reanudarse la sesión, con el Ejecutivo frente al micrófono, Díaz de Rivera se mantuvo por ratos de pie desde su curul, mientras Alonso colocó su cartel ante una cámara para que su queja fuera difundida en televisión.
Afuera del recinto legislativo, a unos metros del zócalo, un grupo de 50 simpatizantes del PRD quemaron una figura de cartón, que representaba al Gobernador, y que detenía en sus manos un par de botellas de coñac.
Durante 40 minutos, lanzaron consignas contra el mandatario poblano, a quien acusaron de proteger a pederastas.
También, marcharon alrededor del zócalo con pancartas que mostraron frases como "¿Góber precioso en tu informe incluiste el encarcelamiento de Lydia Cacho?" y "Fuera los malos gobiernos".
El gobierno dispuso un cerco de seguridad, con vallas metálicas y al menos 30 granaderos en cada una y que abarcaron cuatro cuadras.
La Secretaría de Seguridad Pública Municipal informó que en la zona trabajaron 600 agentes de la Policía Estatal Preventiva y 400 de la Policía y Tránsito Municipal.
Sin embargo, a la llegada de Marín al Congreso, el cerco fue superado por reporteros y fotógrafos, quienes corrieron para alcanzar al Ejecutivo quien bajo de su camioneta justo frente al acceso del recinto.
En su intento por atestiguar la entrada del Gobernador, uno camarógrafo fue detenido y golpeado en el hombro por elementos de seguridad.
