miércoles, marzo 26, 2008

Roy Campos, el de Mitosky

Rebasaron anomalías a conteos rápidos

El 16 de marzo el PRD realizó elecciones internas y ese día dos empresas de conteo rápido dimos a Alejandro Encinas como posible ganador


Roy Campos
El Universal
Miércoles 26 de marzo de 2008

El 16 de marzo el PRD realizó elecciones internas y ese día, casi a las 11:00 pm, dos empresas de conteo rápido dimos a Alejandro Encinas como posible ganador. Pero las irregularidades de la contienda rebasaron a los conteos rápidos y al PREP (Programa de Resultados Electorales Preliminares) para ponerla en el camino de la calificación y el recuento, o tal vez la anulación. He aquí una cronología de nuestra participación.

1) El lunes 10 de marzo fuimos “seleccionados” para hacer el conteo rápido y se nos pidió presentar un proyecto al Comité Técnico Electoral (CTE) y a los candidatos, el martes 11 y el jueves 13, respectivamente, en las oficinas del PRD. Las metodologías no fueron cuestionadas por los representantes de los candidatos.

2) El día de la elección hubo reportes sobre incidentes, en general tan sencillos de resolver como apertura tardía o cierre temprano de mesas. En 32 casillas se reportó que no habría información, sea porque no se instalaron o porque los conflictos entre militantes habían generado su destrucción total. Al final, no hubo datos de 36 mesas receptoras.

3) Se acordó que los resultados se entregarían después de las 10:00 pm, y a las 10:15 pm del domingo avisamos estar listos. Hasta ese momento nadie tuvo acceso a la información ni hubo presión alguna. La decisión de dar el anuncio y los porcentajes generados fueron estimaciones de carácter técnico.

Hacia las 10:30 pm entregamos el informe cerrado al presidente del PRD, en presencia de los miembros del CTE, de los representantes de los candidatos y del presidente de la segunda encuestadora, quien también entregó sus resultados.

Los datos difundidos, con información de 382 mesas de votación (86%) de las 444 escogidas, dieron 4.8 puntos porcentuales de ventaja a Alejandro Encinas.

Desde un principio insistimos en que un conteo rápido “no califica elecciones”: trata de adelantar la suma de actas de las mesas donde se realizó la elección, pero no considera casos en los que existan actas sin elección de por medio.

Reiteramos también que el objetivo no era sustituir a la democracia sino apoyarla, por ello desde un principio aceptamos el derecho y la razón política de cada candidato para pedir se termine el conteo o se limpie el proceso. Los conteos rápidos no son actos de fe.

4) Del 16 al 18 de marzo seguimos el irregular avance del PREP, hasta que se detuvo en apenas 71% de los votos. Sus datos mostraron que con 35% de avance Encinas aventajaba con 3.5 puntos; con 60% Ortega iba adelante con 3.1 puntos de ventaja; y finalmente, con 71%, Encinas mostraba 0.4 puntos más que Ortega.

5) Sin afán de justificar ni de calificar el conteo rápido, los acontecimientos posteriores al 16 de marzo han imposibilitado evaluar nuestro trabajo, porque las acusaciones sobre la presentación de actas de mesas de votación no instaladas hacen sospechar que los conteos rápidos no midieron el conjunto de “actas” contabilizadas. Los ejercicios estadísticos consideran solamente las mesas instaladas, que para nosotros fluctuaron alrededor de 92% de las casi 5 mil, es decir unas 4 mil 600.

Al detener el PREP en 71% para revisar las actas y los votos de al menos 10 estados, se hace imposible conocer qué tan lejos estaríamos en nuestras estimaciones.

Lo que sabremos, en todo caso, será el dato después de “limpiar” mesas, municipios o estados completos.

No es aventurado suponer que las actas faltantes son muy distintas a las que consignó el incompleto PREP; la composición de los votos incluidos en el PREP no se acerca a la de los militantes, amén de que esos documentos serían mayoritariamente de estados insuficientemente consignados: el PREP no mostró datos de Durango que representa 1.02% del padrón; llegó sólo a 4% de Guerrero, que tiene 5% de importancia, o avanzó en Michoacán solo hasta 45% cuando tiene 5.46% de los militantes. Podemos suponer que en el conteo final veremos una composición de estados radicalmente distinta a la que alcanzó a captar el PREP.

Consideraciones finales

Creo que el CTE hizo lo correcto al contratar los conteos rápidos y la forma en que lo hizo; la intención fue mostrar un ganador, pero al momento de ser rechazados dejaron de tener vigencia.

El CTE actuó correctamente al parar el PREP cuando fue desconocido por los dos principales contendientes.

Actuó bien al pedir las urnas de los estados que cada candidato impugna y tratar de atender las quejas antes de declarar vencedor.

De origen, el conteo rápido fue realizado con los estándares técnicos más estrictos y en su finalización no hubo ninguna consideración ni presión política o personal. Hubiera sido irresponsable no presentar el dato que entregamos: la distancia entre el primero y el segundo lugar era amplia.

El conteo rápido es vigente cuando es bien utilizado. No es extraño que los candidatos perdedores en un conteo rápido pidan prudencia y esperen a contar todo, pero eso no descalifica el método estadístico como apoyo a los procesos electorales: dan una idea muy cercana de las posibilidades de los contendientes pero no declaran ganadores, sólo presentan al que tiene mayor posibilidad de ser el que más votos obtuvo. La declaración de ganador la debe dar el órgano correspondiente

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