viernes, septiembre 15, 2006

Columnistas

La quinta columna de Mario Alberto Mejía

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Nuevas y Viejas (las Otras Grabaciones de Kamel). Un lector de la quintacolumna —el licenciado Humberto Flores— nos recuerda con unas cuantas líneas un pasaje ya olvidado de la saga que protagoniza Kamel Nacif.Veamos.“Quisiera recordarte que cuando estalló el caso Kamel-Marín al preguntársele a Roberto Madrazo de que si le afectaba o no la difusión de la llamadas, dijo que no y que todavía esperaba 2 ó 3 más y comentó que una de ellas era contra Fidel Herrera, a lo que el gobernador respondió: "no me ayudes, compadre". Sin embargo, no pasó nada, antes del 2 de julio y hasta ahora, lo que indica que hay gente que sabe cuántas grabaciones existen, y me atrevo a pensar que participa en el cuándo deben salir.”En efecto: hay muchos personajes que conversaron —vía telefónica— con Kamel Nacif sobre los temas más curiosos.Y es que el empresario de origen libanés se iba de la lengua con facilidad sin importar el tema a tratar: lo mismo negocios de millones de dólares, que “putitas” de Tampa o Cancún.¿Cómo olvidar que en sus conversaciones públicas relataba pasajes de funcionarios, políticos y empresarios?El quintacolumnista estuvo una vez, a fines del año 2000, en una mesa de diez a la que llegó Kamel Nacif, y en algo así como una hora habló de Vicente Fox, el “poderoso” Carlos Rojas Magnon, el candidato perdedor Francisco Labastida, el ya ex presidente Ernesto Zedillo y varios políticos locales.Lo que me llamó la atención entonces —lo que me llama la atención hoy— fue la capacidad del empresario para enhebrar historias en las que, inevitablemente, él era el personaje principal.“Zedillo me dijo… (…) Fox me mando llamar… (…) Le dije a Labastida…”.Aviones, helicópteros, consejos… todo les ofrecía a esos personajes.Y todos, ya se ve, aceptaban sus favores.Él se lo dijo a su hija en una de las más recientes conversaciones difundidas: “Todos quieren hablar conmigo. Todos me quieren ver para ver qué les doy”.En esa plática, Nacif habló sobre todo de Rojas Magnon, a quien definió como uno de los personajes más cercanos a Fox.Cierto: tras un primer periodo de intensa luz, este personaje se eclipsó, aunque no salió del ánimo del presidente.Su tumba pública fue el toallagate, la historia revelada por Milenio Diario acerca de las toallas de casi cinco mil pesos que adquirió la Presidencia de la República para las cabañas de Fox.El caso es que Rojas Magnon fue uno de los enlaces más importantes que tuvo Kamel Nacif para acercarse a Fox.Hay que decir que durante la mesa de una hora el empresario recibió varias llamadas telefónicas, y a todos sus interlocutores los recibió con expresiones similares (sin importar el rango político): “¿Qué pasó, hijito de la chingada? ¿Dónde estás, papá?”. Hoy que —como dice Jorge Estefan Chidiac— algunos hipócritas ya ni se acuerdan de Nacif, sería mejor que éstos fueran buscando mejores argumentos para negar la cercanía y la complicidad que se harán evidentes cuando aparezcan las nuevas gabaciones.Y es que, juran, ya vienen…

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