jueves, diciembre 07, 2006

TENDAJÓN MIXTO

Pretenden atemorizar al movimiento social
Jaime Ornelas Delgado

1. Los dirigentes de la APPO, que habían concertado una primera reunión con los nuevos funcionarios de la Secretaría de Gobernación el lunes 3 de diciembre a las 4 de la tarde, fueron aprehendidos por la noche sin que se cumpliera la cita. Los hicieron salir de Oaxaca para detenerlos y, así, mediante una calculada trampa, carente como todas las trampas traicioneras de cualquier atributo de decencia, caía parte de la dirección de la APPO. Con esto, el gobierno de Calderón envía un mensaje político inequívoco a quienes no sólo disienten, sino que son capaces de expresar su disenso ejerciendo los derechos que consagra la Constitución; si se mueven serán reprimidos. Ahora parece que la estrategia que seguirá el gobierno será hostigar y amedrentar a los luchadores sociales para acabar con los movimientos populares y la disidencia a la que quieren solamente en los procesos electorales que controla el IFE con resultados que ya conocemos. Y ahora viene el linchamiento mediático.

2. Y mientras el gobierno de Calderón detiene a los líderes populares, otros prohombres de la patria como Arturo Montiel, ex gobernador del estado de México, cuyo “único” delito fue saber administrar su sueldito de burócrata para reunir una pequeña fortuna que le ha permitido tener una “casita” en Paris, igualito que muchos otros mexicanos de su misma y distinguida estirpe, quedó libre de las acusaciones que se lo habían hecho por tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito y peculado. Dos fiscales especiales, de ésos muy bien portados, gente bien que ama la estabilidad y el buen gusto, como los que es frecuente encontrar impartiendo justicia en el país, concluyeron: “No están acreditados los elementos que integran el cuerpo del delito de enriquecimiento ilícito que se atribuye a Montiel Rojas, no se acreditó el cuerpo del delito de peculado, ni de los diversos delitos de tráfico de influencias imputadas a Arturo Montiel Rojas y por tanto se determinó el no ejercicio de la acción penal”. En fin, una blanca paloma. Ya sólo falta que se le rindan honores. Y ése es el mensaje ideológico: triunfar en México es ser como Montiel, y no como Flavio Sosa.

3. Dicen los enterados que el pasado 1 de diciembre Fox le dijo a Felipe Calderón: “Llegas al Congreso, protestas y te vas”. Pero la entrada de Calderón a la Cámara de Diputados no fue nada triunfal, y mucho menos espectacular, pues se encaramó a la tribuna del Congreso de manera furtiva por la puerta trasera de la Cámara de Diputados –así como entra a algún lugar quien sabe que su presencia ahí es ilegítima–, rodeado, eso sí, de “diputados” que, sin pretender sugerir nada, se mostraban altos, fuertes, pelo corto y paso firme. Cualquier semejanza con militares es mera coincidencia; por supuesto más tarde el sobreprotegido Calderón llegó hasta el Auditorio Nacional para reunirse con esos empresarios, tan patriotas y nacionalistas (que por si las dudas guardan en el exterior 56 mil 197.2 millones de dólares), tan monopolistas que controlan la economía mexicana y se enriquecen pagando bajos salarios; esos empresarios que si no evaden impuestos están en los archivos del Fobaproa –que Calderón, por supuesto, no abrirá como agradecimiento por lo que hicieron por él en la campaña electoral esos capitanes de empresa–, o de plano se han beneficiado de los contratos con el sector público (¡Ay, Hildebrando! Tan modosito sentado en el Auditorio Nacional aplaudiendo a rabiar a su cuñado), cumpliendo así el viejo sueño conservador: hacer multimillonarios negocios privados con recursos públicos.

4. ¿Se acuerda cuando Andrés Manuel López Obrador propuso elevar el ingreso de los trabajadores reduciendo impuestos, entre otras cosas, y que le dijeron que eso era una barbaridad, que de dónde iba a salir el dinero para financiar esa política populista? Pues mire usted que ya Felipe Calderón firmó un decreto de “austeridad”, que significa la reducción de 10 por ciento de su sueldo y el de secretarios, subsecretarios, oficiales mayores y directores de área (medidas que no incluyen al Ejército. ¿Y eso por qué será?). Además, dicen, se reducirán los gastos de representación y personales de los funcionarios gubernamentales. Estas reducciones permitirán a la Federación un ahorro de 25 mil millones de pesos. ¿Y por qué no se bajarían 20 por ciento los sueldos? Con eso el ahorro hubiera sido de 50 mil millones, monto que hubiera servido para superar la crisis financiera de las universidades públicas del país y apoyar su desarrollo. De cualquier manera, de acuerdo con el ahorro que se obtendrá, se confirma el enorme derroche de recursos fiscales que se hizo durante el gobierno de Vicente Fox. Para aquellos curiosos impertinentes que demandan saber dónde quedaron los recursos provenientes del sobreprecio del petróleo, ahí tienen la respuesta: elevados sueldos, enormes gastos de representación y personales, viajes suntuosos; en una palabra: dispendio de un gobierno que nada hizo por el país y sí mucho por sus allegados.

5. Con que ¿qué decía “Paquita la del Barrio” de las “ratas de dos patas”?

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