martes, marzo 27, 2007

No creo eso no pasa aqui

CUITLATLAN

Sospechan de manejo corrupto de fondo de ahorro del SNTE 23

Fermín Alejandro García

Desde hace varios días se ha hecho llegar a dirigentes regionales de la sección 23 del SNTE un documento para alertar sobre el presunto manejo doloso y fraudulento que el secretario general de esta organización, Jorge Rodríguez Méndez, y otros dirigentes de la agrupación gremial, estarían haciendo del Fondo de Ahorro y Crédito del sindicato, llamado FAC 23, y que cuenta con un capital superior a los 70 millones de pesos.

Algunas de las quejas son por que el dinero del FAC 23 –que aportan maestros cada quincena– se administra discrecionalmente y no existe claridad del destino que tienen los intereses que genera el fondo, en el que se recaba alrededor de millón y medio de pesos mensuales.

Y además, existe el proyecto de que la cifra de socios crezca en poco más de tres tantos antes de que concluya el presente año, que es el último en que estará Jorge Rodríguez al frente del SNTE 23, lo cual ha despertado las sospechas de que ahí se estaría cocinando algo que huele muy mal.

Este columnista consultó fuentes del sindicato que le dieron a conocer que el documento en cuestión parece estar elaborado por alguien que sabe los detalles del FAC 23, pues existe poca información pública del fondo. Y es alguien que tiene acceso a información privilegiada, ya que conoce la dirección de los alrededor de 400 dirigentes delegacionales del SNTE que han recibido la denuncia.

Es decir, alguien le está moviendo el tapete a Jorge Rodríguez y muchos creen que a eso se debe a que el jueves de la semana pasada, en el VII pleno del SNTE, este dirigente se mostrara nervioso, inseguro y llegó a decir que si se lo pide la mayoría de los miembros del sindicato él estaría dispuesto a dejar el cargo antes de concluir su mandato. Quienes lo escucharon se preguntaron: ¿A qué le tiene miedo el líder de una parte de los maestros de escuelas públicas?

Las irregularidades que se han cometido con el FAC 23 -que se creó en el año 2005 para que los maestros que se afilien puedan ahorrar y al mismo tiempo obtener créditoses que recién se instituyó, se cambiaron sus lineamientos sin la participación de la asamblea de socios. Eso ha permitido que aunque existe un Consejo de Administración formado por Jorge Rodríguez como presidente, Salvador Escamilla como secretario y Juan Ramos Betancurt como tesorero, no se tengan definidas las funciones de los integrantes y sea el primero de ellos, quien acaba decidiendo a quienes se da créditos, por qué montos y con qué tasa de interés.

Actualmente el fondo tiene unos 7 mil socios que hacen aportaciones quincenales que van de los 100 hasta los mil pesos. Eso ha permitido que se tenga ahorrado más de 70 millones de pesos y ese monto de dinero, a su vez genera un interés bancario de entre 8 y 10 por ciento mensual. Mientras que los socios que obtienen un crédito tienen que pagar intereses de 14 por ciento anual.

Las sospechas –se indica en el documento al que tuvo acceso este tecleador– de que hay un mal manejo del FAC 23 es que no existe claridad de los intereses que genera el fondo y su destino, pero además se tiene el proyecto de incrementar de 7 a 25 mil los socios antes de que termine 2007, y para ello a los maestros de nuevo ingreso se les está obligando a pertenecer a esta caja de ahorros.

Asimismo, los mentores que buscan ejercer la prestación de obtener un crédito complementario del magisterio, se les pone como condición de que obtendrán ese beneficio pero si se afilian a la FAC 23, cuando se supone que la pertenencia al fondo es voluntaria.

Y además ha aparecido un grupo de promotores que están afiliando profesores y por cada maestro que inscriben al fondo se llevan una comisión de 100 pesos, mientras que los administradores del FAC 23 también obtienen una comisión, pero de 400 pesos.

Hasta ahora –se indica en el escrito– nadie ha podido explicar de dónde sale el dinero para pagar 500 pesos de comisión de cada nuevo socio. Ni tampoco a qué obedece la necesidad de tener más miembros en el FAC 23 e incrementar su capital.

En el texto, se hace un llamado a los representantes delegacionales y de centros de trabajo del SNTE 23 a que se empiece a exigir a Jorge Rodríguez que brinde información pormenorizada de cada cuenta del FAC 23 y de los movimientos que se ha hecho con el dinero en los tres últimos años. Pues se sospecha que al concluir la actual dirigencia sindical se harán cuentas alegres para que los miembros no reciban los intereses que les corresponde.

Y a su vez, no se sepa exactamente cuánto se generó de intereses por préstamos y en qué bolsillo acabaron dichas ganancias.

Son dudas que se tienen con el FAC 23 y es justo que se aclare. Aunque seguramente más de un líder del SNTE 23 se sentirá agraviado con tales reclamos. Para nadie es un secreto que los dirigentes del magisterio usan el dinero de los maestros como si fuera propio. Por eso está en crisis el sindicalismo mexicano.

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