jueves, enero 18, 2007

Desaloja Palou a La Catarina

Anoche, Pedro Ángel Palou García, rector de la Universidad de las Américas (UDLA), ordenó el desalojo de las oficinas de “La Catarina” —periódico interno de la institución—, debido a que los estudiantes que hacen el semanario han publicado críticas contra el rector por su cercanía con el gobernador Mario Marín Torres.


A las siete de la noche, Martha Laris, jefa del Departamento de Comunicación de la UDLA y coordinadora del semanario, arribó al edificio 7 de Ciencias Sociales, en compañía de dos elementos de seguridad interna y un funcionario de la contraloría de la UDLA para ordenar a los estudiantes encargados de “La Catarina” desalojar las oficinas y depurar las computadoras.


Martha Laris, sustituta de Claudia Magallanes, se dirigió a los estudiantes ahí presentes y les pidió “sacar sus cosas personales, lo más pronto posible”, bajo el argumento de que “era lo más conveniente para la universidad”.


Los elementos de seguridad impidieron a los “catarinos” tomar fotografías mientras desalojaban las oficinas, ubicadas en el salón 212 del edificio 7 de Ciencias Sociales, empero, los estudiantes lograron algunas placas.
Desde Rectoría se ordenó un operativo de seguridad en los accesos de la universidad: “Nadie ajeno a la UDLA podía entrar”.


Ayer por primera vez en siete años “La Catarina” no fue distribuida en el campus de la UDLA y según la versión oficial se debió a una “reestructuración” interna sobre los alumnos de Servicio Social.


Sin embargo, el semanario no depende de los alumnos que realizan su servicio social, ya que la planta de editores, reporteros, jefe de información y web master, entre otros, son estudiantes que laboran en “La Catarina” por voluntad propia.


Al momento del desalojo, CAMBIO entrevistó a Martha Laris, quien se negó a dar una postura y recomendó acudir con Felipe Flores, jefe del Departamento de Comunicación Social, para conocer la versión oficial.


—Sólo una pregunta ¿tú estás de acuerdo con el desalojo?— se le preguntó a Laris
—Habla con Felipe, él te dará la versión oficial
—Sólo quiero saber si estás de acuerdo.
—Ve con Felipe por favor.


La censura contra “La Catarina” inició desde que los alumnos comenzaron a publicar notas y caricaturas en contra de Mario Marín y de Pedro Ángel Palou.


Cabe destacar que estudiantes de esta institución acudieron a la marcha de repudio contra Mario Marín, realizada el pasado 27 de febrero, a raíz de la difusión de la conversación entre el mandatario y el empresario de origen libanés, Kamel Nacif Borge, en la que quedó evidenciada la conjura para detener y violentar las garantías individuales de la periodista Lydia Cacho Ribeiro. Incluso, en mayo pasado, cuando Palou García invitó al gobernador como padrino de la generación, los egresados enviaron correos electrónicos a la prensa poblana para advertir que si Marín se presentaba portarían un moño negro en señal de protesta y no saludarían al mandatario al momento de recibir sus documentos.


En octubre pasado, “La Catarina” criticó al rector por invitar a Mario Marín a su primer informe: “Cómo es posible que el rector de nuestra universidad se siente al lado de un gobernador corrupto, cuestionado y acusado de violar los derechos humanos”, dijo un estudiante, quién por seguridad pidió la gracia del anonimato.


El pasado cuatro de octubre, el semanario publicó un cataplasma en la portada con la frase: “Mi rector precioso”. (ver anexo 1). Ese mismo día, se publicó una caricatura de Mario Marín pagando el estacionamiento de la UDLA con una botella de cogñac ( ver anexo 2), como sátira por el cobro de estacionamiento en la institución.


A la semana siguiente —11 de octubre—, La Catarina publicó una caricatura en la que se apreciaba a Pedro Ángel Palou con Mario Marín jugando póker en compañía de perros y cerdos. En el cartón el rector dice: “¿no te bastó la publicidad gratis en mi informe?” y a lo que Marín responde: “Uy me vas a quedar debiendo Pedrito”. (ver anexo 3).


Como consecuencia, a Claudia Magallanes, entonces jefa del Departamento de Comunicación y coordinadora de “La Catarina”, le exigieron ponerle un alto a los encargados del periódico o presentar su renuncia al cargo, revelaron fuentes de la universidad.


El 13 de octubre, Claudia Magallanes se despidió de “los catarinos” y les dijo que se iba por “cuestiones personales”. Pero, el sábado 28 de octubre, Luisa Vilar, decana de Ciencias Sociales y Humanidades, reconoció ante padres de familia de estudiantes de Comunicación que Claudia Magallanes, doctora en Humanidades por la Universidad de Queensland en Australia, había sido obligada a renunciar del cargo de Jefa del Departamento de Comunicación para que fuera sustituida por Martha Laris, licenciada en Comunicación por la Universidad Iberoamericana, campus Santa Fé de México, Distrito Federal, dijeron las mismas fuentes.

A raíz de la “renuncia” de Claudia Magallanes, el asesor de “La Catarina”, Antoni Castells, presentó su renuncia. Y a profesores como Manuel de Alba —especialista en la materia de Cine— y Martín Hernández Alcántara —periodista de La Jornada de Oriente— les pidieron hacer lo mismo, puesto que no coincidían con las acciones de Pedro Ángel Palou y su protegida Martha Laris.

En entrevista con CAMBIO, Martín Hernández presumió que le pidieron su renuncia, debido a que él publicó en La Jornada de Oriente severas críticas contra Martha Laris y Pedro Ángel Palou por despedir a Claudia Magallanes.


Cuando Martha Laris se presentó con los profesores de Comunicación, éstos le preguntaron: “¿Cuál es tu mayor valor?” y ella con risa coqueta respondió: “Soy la presidenta del club de fans de Lozoya (Jorge Alberto Lozoya, vicerrector de la institución)”


Y la primera lección “de vida” que les dio a “los catarinos” —sus nuevos coordinados— fue: “Yo sé que ustedes se quieren superar, sé que ustedes quieren ser los mejores, pero la clave del éxito es vestirse bien”.

El desalojo

Martha Laris les pidió a los estudiantes encargados de “La Catarina” sacar sus cosas personales “lo más pronto posible”, y les prometió “reubicarlos” una vez que “reestructuraran” el medio interno.


Afuera, mientras todo sucedía, CAMBIO intentó ingresar a la institución por la entrada de la Recta a Cholula, sin embargo, el encargado de seguridad impidió el paso, aduciendo que había órdenes de que nadie ajeno a la UDLA entrara.


El elemento de seguridad anotó las placas del automóvil y cerró la reja de la UDLA.


Cuando CAMBIO intentó entrar por la puerta —frente al Colegio José Gaos— le fue negado el paso, pues había instrucciones precisas de no dejar entrar a nadie. El operativo era tan intenso que a los propios estudiantes de la universidad les exigían sus credencias para poder salir.


Los guardias que custodiaban la puerta frente al Colegio José Gaos por poco le confiscan a un alumno unos subarinos —panquecitos sabor chocolate marca Marinela—


—¿Qué traes ahí?— le preguntaron a un alumno que intentaba entrar
—Unos submarinos ¿le convido?
—No gracias, pásale.


CAMBIO logró entrar a las instalaciones de la UDLA y fotografiar la puerta del salón 212 cerrada con dos candados y custodiada por dos elementos de seguridad interna, quienes le exigieron a esta reportera identificarse con todas sus credenciales.


—¿Por dónde entró, señorita?— preguntó un elemento a esta reportera
—Pues por la puerta, señor
—¿Pero qué puerta? ¡¿la del norte o la del sur?!
—Mmm, pues por una puerta, la principal, supongo.
—Pero cuál ¿la del norte o la del sur?
—Mmm no me fijé en el nombre de la puerta, dispense.


Cuando CAMBIO salía del edificio 7, tanto la reportera como la fotógrafa Tere Murillo fueron custodiadas por elementos de seguridad hasta la puerta norte, donde requirieron documentos oficiales so pena de no salir.

> Ver Anexos 01

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