miércoles, febrero 21, 2007

ECONOMÍA A RETAZOS


Economía del descaro

Jesús Rivera de la Rosa

En días pasados salió publicado el Informe Económico del presidente presentado por George Bush al Congreso de su país. Algunas de las ideas principales allí contenidas son las siguientes: se mantiene el crecimiento económico de Estados Unidos, lleva 41 meses seguidos sin parar con bajos niveles de desempleo, inflación controlada y salarios al alza. Asimismo, el crecimiento del producto en ese país está por encima del promedio de las principales economías industrializadas.

Para algunos analistas, como Theotonio Dos Santos o Alvin Tofler, ello da cuenta del periodo de la nueva economía que, a pesar de todo, mantiene su fuerza y dinamismo.

El crecimiento sostenido de la economía norteamericana; sin embargo, no ocurre gracias al esfuerzo y laboriosidad del pueblo estadounidense y transmigrantes que le acompañan, sino que también se debe, quizá en su mayor parte, al financiamiento que recibe del resto del mundo en la forma de cientos de miles de millones que ingresan desde todas partes a Estados Unidos.

Ello le permite al gobierno guerrerista de Bush, mantener en niveles extraordinariamente elevados el gasto militar y el déficit presupuestario, a pesar de los fracasos tanto en la invasión a Iraq, como en su aparente intención de equilibrar el presupuesto.

Viven de prestado, gastan sin freno, ahorran casi nada, restringen el paso tanto a personas como a mercancías y servicios, invaden países, y todavía pueden tener el descaro de decir que promueven el libre mercado, que siguen una política económica con bases sanas, que equilibrarán el presupuesto para el año 2012 y que seguirán actuando como hasta ahora a pesar de los pesares.

Más aún, según lo planteado en el informe que comentamos, el gobierno de George Bush intenta seguir presionando para la liberalización comercial y de servicios en el marco de los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio derivados de la Ronda de Doha, presentándose como los paladines de la justicia y de las causas de los pobres.

Para ello el gobierno de Bush requiere que el Congreso prorrogue la autoridad del ejecutivo para “promover el libre comercio en el mundo”, privatizar el cuidado de la salud y el bienestar social mediante la promoción de las compañías de seguros, diversificar la oferta de energía y asegurar la de México, y continuar con la reforma educativa. Todos estos elementos son planteados como prioritarios en la agenda del desarrollo de Estados Unidos, a la que países como México deberán ceñir sus propias aspiraciones.

No cabe duda que la economía del descaro es contagiosa, y aquí en México y Puebla hay gobernantes y rectores que intentan imitarlo, tratando de aparecer incluso como paladines institucionales incomprendidos.

Jubilados y pensionados

Miguel Ángel Burgos Gómez

Hace como un mes me encontré con Jaime Moneda, un viejísimo conocido de la UAP (desde 1964) y le pregunte donde estaba dando clases. Me dijo que ya se había jubilado, o que más bien le habían dicho sus jefes: “te jubilas o te jubilas”.

Siempre fue un muchacho rebelde, de esos que no se dejan. Se ha rumorado que a veces los directores o algún rector acuden al expediente de jubilar a alguno que otro profesor o profesora que les incomodan políticamente. A mi no me consta, pero puede ser.

El caso es que desde hace unos días el gremio de la UAP anda todo alborotado. Pero no porque quieran jubilar a fuerza a alguien, sino mas bien porque ya no nos van a dejar jubilar a los 25 años de trabajo, como se había establecido desde hace mucho, cuando nacieron los sindicatos universitarios.

Hasta hace unos años, la mayoría de los que se jubilaban en cuanto cumplían ese tiempo eran, en su mayoría, las secretarias y los intendentes. Se de muchos profesores que siguen en la raya aún teniendo treinta y tantos años y hasta 40 de laborar sin interrupción. Pero se ha desatado una oleada de jubilaciones de académicos inusitada en los últimos tiempos. A algunos que conozco les pregunté la causa y me dijeron “es que ya estoy hasta el gorro del ambiente que se vive ahí”, más de uno lo dijo con unas palabras que aquí no puedo escribir.

Indagando más, reuní un mosaico de situaciones de ese ambiente que los hizo preferir la jubilación: a) el aumento desproporcionado de horas pizarrón que ahora se tasan como si la docencia fuera una línea de montaje; b) la práctica oficial de hacer que los estudiantes llenen una hoja para evaluar al profesor al final del curso con criterios ajenos a las academias; c) la costumbre de hacer que los profesores se la pasen todo el año llenando formatos para informar una y otra vez de las mismas actividades (a mí me toca llenar cada cuatro meses unos formatos en donde siempre me preguntan a que sexo pertenezco); d) el hecho de que cada vez una parte mayor del salario este sujeta a concurso de meritos en una carrera en donde las reglas se conocen al final del juego; e) la practica que obliga, para ganar un poco más de dinero, a gestionar mil y una constancias de actividades a una institución que es la misma que las solicita para comprobar si uno hizo lo que ahí mismo dice; f) que nunca hay dinero para proyectos, etcétera.

No sé, tal vez soy hijo de la mala vida, pero desde hace tres años renuncié voluntariamente a la parte del salario que exige todos esos malabares burocráticos, gano como 30 por ciento menos, pero creo que me he librado de un derrame de bilis fatal, pues he visto a algunos compañeros al borde de un ataque al enterarse que aquello a lo que se dedicaron con más ahínco en el ultimo año, y que en la evaluación anterior era muy cotizado en puntos, ahora no vale nada.

Pero el testimonio más triste me lo dio una profesora que se retiró hace poco y que me dijo: “Desde que los sueldos de los funcionarios duplican o triplican al de los profesores mejor pagados, he visto como algunos de los compañeros que yo más estimo han cometido barbaridades, se han humillado y han humillado y traicionado a sus amigos y algunos o algunas ni siquiera por la realidad de un jugoso puesto, sino por la simple esperanza de lograrlo” No cabe duda, los tiempos son malos, hay que darles buena cara, pero dignamente al menos.

Ni los necesitamos...

La semana pasada, la prensa nacional informó profusamente que: “la rama Saudita de la red Al Qaeda llamó a sabotear las instalaciones petroleras de los países situados fuera del Oriente Medio que proveen del hidrocarburo a Estados Unidos, entre otros, México.” La verdad es que para sabotear Pemex y destruirla, los mexicanos no necesitaos a esa organización terrorista nos basta y nos sobra con los gobiernos neoliberales y con don Chucho Reyes Heroles, su actual director. Y nadie los acusa de terrorismo.

Retacitos con hueso

La economía mexicana, informó el Instituto Nacional de Estadística. Geografía e Informática (INEGI), creció 4.3 por ciento en el último trimestre de 2006, con lo que el promedio anual de crecimiento para ese año, se ubicó en 4.8 por ciento, el más alto del sexenio foxista. De acuerdo con esta información, entre 2001 y el cierre del año pasado, el Producto Interno Bruto (PIB) de México avanzó a un ritmo de apenas 2.3 por ciento en promedio anual.

Respecto de la libertad económica que tanto gustan proclamar los gobiernos del neoliberales, México ocupa el lugar 49 en el mundo, de acuerdo con el Índice de Libertad Económica 2007, elaborado por la Fundación Heritage.

La prometida cerrada contienda entre los aspirantes a dirigir el PRI, partido que durante 70 años hizo y deshizo lo que quiso del país, fue otro mito cuidadosamente cultivado por quienes hacen de la riña noticia que vende. En fin, la tlaxcalteca, compositora y bohemia, obtuvo el domingo pasado 9 mil 410 votos por 4 mil 173 de su más cercano contendiente, Enrique Jackson Ramírez. Los demás aspirantes ni pintaron, fueron apenas sombras que actuaron como comparsas para aparentar un juego democrático que legitimara un triunfo anunciado y esperado por muchos priistas que todavía confían en que los ciudadanos olviden los 70 años de la “dictadura perfecta”. En Puebla, doña Beatriz obtuvo 450 sufragios mientras que Jackson logró atraer sólo a 68 consejeros ¿Habría cargada? No, dirán, pero qué tal consigna. Lo curioso, y tal vez ni siquiera lo sea, es que en Tlaxcala el triunfo de la Paredes no fue arrollador, pues logró 190 votos contra 169 de Enrique Jackson, su rival más cercano. ¿Qué le conocerán los priistas tlaxcalteca a su ex gobernadora que le regatearon sus votos?.

“Vicente Fox dejó Los Pinos sin explicar cómo fue que el gobierno de Ernesto Zedillo le depósito en una de sus cuentas personales 24 millones 124 mil pesos. El dinero provenía del erario y formaba parte de la bolsa destinada al equipo de transición que trabajo de julio a noviembre de 2000”, escribió Daniel Lizarraga en la revista Proceso. (Número 1581/18-02-07, p. 7).

En espera de la cosecha de maíz de Sinaloa, la Comisión de Comercio Exterior autorizó la importación de un millón 370 mil toneladas de maíz amarillo, principal insumo del alimento de aves, cerdos, vacunos y ganado lechero. Pero como el gobierno no tiene infraestructura para conservar esa cantidad de maíz ¿quién lo almacenará y cuando y a que precio lo venderá?

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