miércoles, febrero 21, 2007

EDITORIAL

PERSISTE EL ENFRENTAMIENTO PRIISTA

Este martes sucedió otro episodio de la descomposición y confrontación que existe entre los grupos del PRI. De nueva cuenta el ex funcionario municipal Omar Álvarez Arronte acusó de corrupción al edil de la ciudad de Puebla, Enrique Doger Guerrero, y como resultado de ello el alcalde señaló que estudia su permanencia en el Partido Revolucionario Institucional.

Es claro que esta guerra entre grupos políticos va a causar un severo daño electoral al PRI. Sin embargo, no es importante tanto lo que suceda a ese partido, sino que en esta confrontación no solamente se intenta dañar la imagen del ayuntamiento de Puebla, sino que se está llevando al extremo de buscar paralizar al gobierno de la capital.

Por esa razón es necesario apelar a la responsabilidad de los actores de esta disputa, ya que la ciudadanía no tiene por qué pagar los efectos dañinos de las diferencias políticas entre dos corrientes priistas, pues existe una clara intención de que no funcionen los servicios públicos y se frenen las obras en la capital poblana, lo cual puede derivar en una parálisis de la administración municipal con un alto costo social.

Otro aspecto cuestionable es la posición adoptada por Omar Álvarez Arronte, quien dice conocer de múltiples actos de corrupción en la Comuna, pero cuando era parte de la administración municipal no se percató de esa situación. Resulta que descubrió estos supuestos actos ilícitos después de que se le impidió utilizar su cargo público para obtener una candidatura a un puesto de elección popular. Ese comportamiento le resta credibilidad a sus dichos.

Mensaje de sta semana