viernes, abril 27, 2007

Columnistas

Duelo de Espadas
Edmundo Dantés

condemontec@hotmail.com


Están como locas

En tiempos electorales se ponen como locas, les sale el Mr Hyde que llevan adentro, aumentan su activismo mediático y político, gritan, vociferan, denuncian, sentencian y pontifican, alentados por la impunidad que, históricamente, protege sus excesos y sus violaciones.


En esta ocasión, sabedores del autismo endémico y la ilegitimidad de origen que prevalecen en Jorge Sánchez Morales y el resto de miembros del IEE, los representantes de la cúpula empresarial están más que puestos, para inducir el voto propanista en las elecciones de noviembre y recuperar el presupuesto municipal que perdieron en noviembre del 2004.


A eso se deben los gritos y sombrerazos que en los días recientes han dado los presidentes de CCE, Coparmex y Canaco. Revisando la prensa, encontramos sus declaraciones de franco apoyo al panista Felipe Calderón Hinojosa y de abiertas críticas a todo lo que huela a PRI:


“El titular de la COPARMEX, Luis Mora, se pronunció a favor de que los funcionarios públicos asistan en fines de semana a eventos de partido como ocurrió este fin de semana con el presidente de la República. El dirigente de la COPARMEX señaló que lo que no se vale es que desvíen recursos públicos para eventos partidistas.


El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan José Rodríguez Posadas, calificó de paranoicos a los dirigentes del PRI y PRD por cuestionar el activismo político de Felipe Calderón”


“Juan José Rodríguez Posadas, dirigente del CCE, reconoció diferencias entre integrantes del comité que maneja los recursos del 2% al Impuesto Sobre Nómina (ISN). Culpó a la burocracia del gobierno estatal de que se encuentren detenidos los proyectos aprobados.


Que se separen de sus cargos los funcionarios que aspiren a un puesto de elección popular, para que haya equidad en la contienda, exige Antonio Garay, titular de la Canaco”.


Se ponen como locas por las elecciones, a eso se debe el forcejeo de Rodríguez Posada contra el gobierno estatal por los fondos del ISN y, en cualquier momento, la cúpula patronal enfocará sus baterías hacia el ayuntamiento de Puebla, porque se equivocan quienes piensen que Mario Marín y/o Enrique Doger pueden mantener con ella una relación institucional en tiempos políticos.


En Puebla, la historia demuestra que entre los gobiernos priístas y la IP no puede existir una relación sana de trabajo o colaboración, sino que debe haberla de complicidades, de mutua permisividad a sus respectivos excesos y abusos o de abierto enfrentamiento político y mediático.


Esto ha generado disputas sangrientas y destructivas, como la de Manuel Bartlett vs Jorge Espina, o abiertos contubernios, como el de Melquíades Morales Flores con Rodríguez Concha y José Manuel Rodoreda Artasánchez.


La historia deja claro que los dirigentes de las cámaras se benefician mucho de las complicidades, ya que obtienen acceso rápido y fácil al dinero público y condiciones ventajosas en las licitaciones oficiales de obras, productos y servicios, mientras que los gobernadores salen muy perjudicados con las confrontaciones.
Pero las cabras siempre tiran para el monte y, en Puebla, los dirigentes empresariales son panistas. Por ello, podrán tomarse la foto con el gobernador o el edil de Puebla, carezcan del menor reparo en viajar a España con todos los gastos pagados con el dinero público y, en momentos preelectorales, tal vez hasta sufran de amnesia selectiva y evadan los temas incómodos para el PRI.


Sin embargo, los comicios hacen que vuelvan a sus orígenes y siempre cierran filas en torno al PAN, sobre todo ahora que la elección del candidato del blanquiazul se ha complicado y que los dos políticos priístas más importantes tienden a unir sus fuerzas, para evitar que el albiazul gane la mayoría legislativa y los haga rehenes de sus designios a través de la aprobación de las cuentas públicas.


La cúpula empresarial y el Yunque han visto que su delfín, Antonio Sánchez Díaz de Rivera, no solamente carece del respaldo ciudadano, sino que ni siquiera es aceptado en el PAN, donde cada vez se le dificulta más competir en la disputa interna. Al mismo tiempo, el priísmo parece estar dejando atrás las pugnas y purgas intestinas, que tradicionalmente le lleva a derrotas estrepitosas.


Y aunque el panismo lleve una ventaja importante en la ciudad y el tricolor siga cuesta arriba, lo cierto es que hace pocos meses la ultraderecha poblana sentía que tenía ganada no solamente la alcaldía, sino también la mayoría legislativa y, en breve tiempo, las encuestas muestran una tendencia a que se cierra la contienda por la Angelópolis y que el PRI recupera lugares en la intención de voto.


Además, hay indicios reales de que el PRD, PVEM, PT y el resto de la chiquillada podría jugar el papel que quiere el PRI – gobierno durante los comicios, lo que dificultaría una eventual victoria panista, sobre todo en la contienda por la mayoría en el Congreso local.


La postulación de Gabriel Hinojosa por Esperanza Ciudadana y una alianza encabezada por el tricolor no serían buenas noticias para el panismo-yunquismo, que necesita una campaña ganadora y arrolladora en la ciudad, para que ese entorno favorable se traslade a la zona conurbada y, de manera colateral, al resto de la entidad.


Este contexto explica el abierto activismo de Juan José Rodríguez Posada, Luis Mora Velazco y Antonio Garay a favor del PAN. Saben que si el IFE no frenó los excesos del CCE, la Coparmex y la Canaco nacionales durante la disputa presidencial del 2006, la ignorancia, permisividad e idiotez utilitaria de los integrantes del IEE les asegura la impunidad que necesitan.


Pero la actitud omisa de Jorge Sánchez Morales y compañía también podría ser aprovechada por los priístas, ya que ¿con qué cara los empresarios y el PAN podrían reclamar a Mario Marín o a Enrique Doger realizar actividades políticas los fines de semana, después del pasado proselitismo sabatino de Felipe Calderón Hinojosa?

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