viernes, abril 27, 2007

CUITLATLAN

El Panal, partido de yuppies

Fermín Alejandro García

La renuncia al PRI de Rafael Cañedo Carreón y su incorporación al Partido Nueva Alianza (Panal) es una muestra de la frívola estrategia electoral que llevará a cabo el Panal –que es controlado de facto por la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo Morales–, la cual consistirá en cambiar a líderes del SNTE como prospectos de candidatos a puestos de elección popular y en su lugar se pondrá a empresarios de buena imagen y adinerados, sin importar que tengan ideas huecas y no sepan qué es gobernar o legislar.

La incorporación al Panal del ex futbolista Roberto Ruiz Esparza, el empresario José Kabalan Macari y ahora Cañedo Carreón, quien es concesionario de la radio e hijo del extinto senador priista Rafael Cañedo Benítez, es claro que no tiene como propósito ganar las elecciones, pero sí obtener financiamiento para el partido e intentar negociar con el PRI o el PAN posiciones políticas en el estado y/o contratos de servicios u obras públicas.

Y atrás de esta estrategia está el senador panista, discípulo de Gordillo Morales y ex priista Rafael Moreno Valle Rosas, quien parece ser el autor del proyecto de volver al Panal el partido de los yuppies.

Si algo caracteriza a estos empresarios yuppies es su pragmatismo, su falta de ideas políticas y compromisos con causas sociales. “nicamente les interesa el poder y el dinero. Ruiz Esparza tenía fama, cuando jugaba en el equipo del Puebla, de que si no había una prima económica adicional a su elevado salario de futbolista profesional no salía a la cancha a ganar, sin importar que su escuadra estuviera necesitada de triunfos.

Mientras, Rafael Cañedo el año pasado, cuando fue candidato a diputado federal, mostró una gran pobreza de ideas, su discurso se centraba en decir que era joven y por eso merecía ser legislador, haciendo gala de que es un yuppie de la política. Antes de su incursión en la política únicamente había destacado por balear a un trabajador municipal en la avenida Juárez y porque su papá lo fue a sacar de los separos de la Procuraduría General de Justicia.

Su salida del PRI le representa al tricolor la pérdida tal vez del voto de este empresario y su familia; es decir, no le afecta negativamente.

Y la motivación para haber dejado el partido con el que su padre logró ser regidor, diputado local y federal, alcalde de Puebla, senador y presidente estatal del tricolor, además de haber sido beneficiado con la obtención de concesiones de radio, parecería obedecer a que busca presionar para que sus negocios sigan siendo tomados en cuenta en los presupuestos gubernamentales.

El cambio de estrategia en el Panal parece obedecer a que en 2006 resultaron ser un fiasco los candidatos que surgieron del SNTE. Al principio del proceso electoral de ese año se decía que el Partido Nueva Alianza tenía posibilidades de ganar los distritos de Zacapoaxtla, en donde postuló a Cupertino Alejo, e Izúcar de Matamoros, en donde nominó a Jesús Huerta Carrera, pero además apoyaba al perredista Melitón Lozano.

Tanto en Zacapoaxtla como en Izúcar de Matamoros los candidatos del Panal fueron vapuleados, ya que su popularidad nunca creció.

Y es que los dirigentes del SNTE son vistos como personajes autoritarios y corruptos, que únicamente les interesa velar por sus intereses personales y se olvidan de sus representados. Visión que se tiene sobre todo por el comportamiento de Elba Esther Gordillo.

Además, Gordillo Morales quería convertir al Panal como “el partido de los maestros”, pero hasta ahora no lo ha logrado. La mayoría de los profesores de escuelas públicas en las pasadas elecciones sufragaron principalmente por la Coalición por el Bien de Todos o el PAN, y en menor medida por el PRI. Solamente los integrantes de las cúpulas del SNTE se sumaron a los trabajos de Nueva Alianza, pero no por convicción sino por que se los ordenó Elba Esther Gordillo.

Muchos de los mentores no se identificaron con el Panal, y al parecer todavía no lo hacen, debido a que nadie les preguntó si estaban dispuestos a participar en dicha organización. Solamente se enteraron de su existencia cuando los quisieron afiliar a la fuerza y no se dejaron.

Más sobre el despido de una maestra embarazada

Ayer en este espacio se dio a conocer el caso de la profesora Mirna Graciela Carranco Méndez, quien era docente de español en el Colegio Fromental La Salle de Puebla y fue despedida por estar embarazada, ya que eso no le parecía bien a la religiosa Hortensia Acosta Vázquez, quien es la directora de esa escuela. Además, la mentora recibió amenazas de que si no firmaba su renuncia no le darían la liquidación conforme a lo que marca la ley.

Al respecto, las autoridades a las que acudió la maestra han determinado que sí procede una denuncia contra el Colegio Fromental La Salle por haber violado sus derechos laborales.

El contador Agustín Godínez fue quien amenazó a Mirna Carranco y le dijo que aunque acudiera a las autoridades o a los medios de comunicación no la iban indemnizar por el despido injustificado, y que al colegio no le importaba que el caso se conociera.

El caso es que los representantes del colegio ya se presentaron ante la instancia legal que lleva el caso a ofrecer una indemnización –que no fue aceptada, porque está por debajo de lo que estipula la ley–, lo cual muestra que la bravada del contador Godínez ya se transformó en una actitud de miedo.

Sobre este caso, ayer recibí dos correos. En uno se amenaza a este tecleador de que se contarán cosas “oscuras” de su persona. Ojalá sean interesantes. Y otro se solidariza con la profesora agraviada. Lo manda alguien que conoce lo que sucede en la escuela en cuestión. éste es el texto:

“Es muy cierto que en el Colegio Fromental La Salle de Puebla, A. C. se despide al personal docente, administrativo e intendencia de manera injusta, los tratan mal, los humillan, los sobajan, sobre todo el contador de nombre Agustín Godínez Pérez, quien por órdenes de la hoy directora Hortensia Acosta Vázquez –quien de humana no tiene nada– sólo utiliza y humilla al personal que trabaja para su institución; también a los alumnos los trata mal, con groserías”.

“Está bien que la maestra defienda sus derechos, y que todo el mundo se dé cuenta de lo que sucede en las instituciones religiosas”

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